Capítulo 393:

«Señorita Curtis, debe de haber aprendido mucho del señor Dawson. Cómo sabía lo que ofrecían?». Trenton había esperado conseguir al menos diez mil más de Eileen.

Sin embargo-

«Me das demasiado crédito. No necesito adivinar sus ofertas; sólo necesito determinar cuánto valoraría usted su club basándome en su oferta más alta.»

Eileen se había dado cuenta de la estrategia de Trenton.

Trenton suspiró y agitó la mano con desdén. «De acuerdo, de acuerdo, me rindo. No discutiré más con ellos. Confío en que eres de fiar y es más sencillo negociar contigo».

Antes, Trenton había hecho especular a Eileen sobre su precio mínimo durante un buen rato.

Cuando los dos volvieron a la habitación, ya habían pasado treinta minutos.

Diez minutos antes, Zola había dicho despreocupadamente: «El señor Quimby lleva bastante tiempo fuera, y se fue justo después de la señora Curtis. Creo que le vi recibir un mensaje justo antes de que salieran. Parecía que la señorita Curtis quería hablar con él en privado».

Las palabras de Zola llevaban un matiz de sugerencia.

«Creo que todos deberíamos conceder; parece que ella ya ha llegado a un acuerdo con él en privado. Tomemos esto como una oportunidad para divertirnos».

Zola levantó su copa de vino hacia todos. «Encantada de conoceros a todos».

Los demás levantaron sus copas en respuesta, creyendo en parte sus palabras, pero también algo escépticos.

Sin embargo, cuando Eileen y Trenton volvieron juntos, Trenton declaró con confianza: «Todos, valoro y me siento honrado por vuestra presencia. Tras pensarlo detenidamente, he decidido que lo mejor para mí es asociarme con la señorita Curtis. La conozco desde hace mucho tiempo y estoy familiarizado con su estilo de trabajo…»

«Sr. Quimby, no hay necesidad de justificar su decisión. Con quien decida asociarse es su prerrogativa. Todos le deseamos una cooperación fructífera», interrumpió Zola, levantando su copa para brindar.

Los demás guardan silencio un momento antes de unirse al brindis.

No hubo mucha conversación después, y el grupo empezó a reflexionar sobre las implicaciones de los comentarios anteriores de Zola.

Eileen miró a Zola, prefiriendo ignorar el tono sarcástico de sus comentarios.

Tras acordar reunirse con Trenton al día siguiente para ultimar los detalles de la adquisición, Eileen decidió que era hora de abandonar el club.

Normalmente era bastante buena aguantando el alcohol, pero desde que se quedó embarazada se había abstenido de beber. Ésta era su primera copa desde entonces y, tras unos sorbos, se sintió ligeramente mareada.

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