Mi asistente, mi misteriosa esposa -
Capítulo 380
Capítulo 380:
«Stella, no me gustan esas palabras», espetó Lydia. «Aunque Travis no sea el hijo biológico de Brandon, no ha sido más que dedicado. Brandon lo ha criado como si fuera suyo, y no me cabe duda de que Travis estará a su lado cuando lo necesite.»
«¡Fuera de mi vista!» La voz de Stella tembló al responder a la atrevida declaración de Lydia.
Tras una breve pausa, Eileen y Bryan ayudaron suavemente a Stella a sentarse en la cama.
Al darse cuenta de que no ganaba nada con la situación, Brandon se dio la vuelta y se alejó.
Lydia miró a Eileen con una sonrisa burlona. «Stella, a pesar de todos los arreglos que has hecho para tu nieto, todavía no puedes alterar sus sentimientos por estar con ella, ¿verdad? La familia Ferguson está desorganizada, ¿y no te preocupa involucrar a tu nieto en esta confusión?».
«No es asunto tuyo», replicó fríamente Stella, con los labios pálidos mientras señalaba al viejo mayordomo.
El viejo mayordomo acompañó rápidamente a Lydia a la salida, preparado para intervenir más si era necesario.
Lydia salió de la habitación a regañadientes.
El dormitorio estaba desordenado hasta el punto de que apenas había espacio para estar de pie. Eileen miró a su alrededor, dispuesta a empezar a limpiar.
De repente, Stella habló con voz fría: «Eres mi invitada. No te molestes con este desorden. Para eso tenemos criados».
Su tono no era abiertamente hostil, pero sus límites eran claros.
«Por favor, que no vuelvan a entrar». Bryan se acercó a Eileen y suavemente tomó su muñeca. Luego se volvió para dirigirse al viejo mayordomo que acababa de entrar, con voz de mando. «Traigo personal extra. Asegúrate de que todo esté ordenado».
Los ojos de Stella estaban fijos en cómo la mano de Bryan sujetaba la muñeca de Eileen. Cortando al viejo mayordomo antes de que pudiera responder, preguntó: «Usted mismo fundó el Grupo EB, ¿verdad?».
«Sí», respondió Bryan, con voz neutra. Nunca había tenido intención de ocultarle sus negocios. Desde el momento en que inició sus planes, había sido transparente con ella, sin ocultarle nada. A pesar de ello, Stella nunca había tomado la iniciativa de discutir con él ninguna estrategia de antemano.
En consecuencia, cada uno tenía su propia agenda.
Él toleraba los problemas de Stella, pero ella se los creaba continuamente.
Tras un prolongado silencio, Stella inspiró profundamente y dijo: «Supongo que soy vieja y estorbo. No te preocupes por acomodarme. Mañana me iré a las montañas y me quedaré allí una temporada. No me entrometeré en tu vida».
En toda su declaración, no mencionó ni una sola vez a Eileen, ni miró en su dirección.
Bryan asintió en respuesta. «Cuídate. Una vez que el Grupo EB esté estable y te parezca oportuno, te informaré antes de la boda con Eileen. Será entonces cuando puedas volver de las montañas».
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