Me perteneces Omega
Capítulo 8

Capítulo 8:

Tercer POV

«Yo, Alfa Ethan, te rechazo a ti, Omega Allison como mi compañera».

Allison inmediatamente agarró su corazón. Sintió un fuerte ruido en sus dos oídos. No provenía del exterior sino de su interior. Podía ver a Ethan dejándola sola en el bosque.

Hizo todo lo posible por mantenerse erguida hasta que él se fue. En el momento en que se fue, cayó al suelo y gritó de dolor.

«¡Aaaaahh!» Se agarró la ropa y casi se clavó las uñas en las palmas de las manos.

¿Por qué el dolor era insoportable? ¿Qué le estaba pasando? ¿Moriría? La cabeza le ardía como el infierno. Su lobo empezó a aullar por dentro. Gemía de dolor. ¿Cómo pudo hacerle eso? ¿No sabía que al rechazar a su compañera, ella también podría morir?

«Por favor, ayúdame, Diosa de la Luna». Le suplicó a la diosa de la luna.

Aunque ella sabía que no había manera de salvar de este dolor intolerable. Era la ley de la naturaleza. Si alguien la rompía, tenía que soportar las consecuencias. Sin embargo, la ley era unilateral. Sólo el lobo que era rechazado podía sentir el dolor.

¿Pero qué pasaba con el lobo que rechazaba a su pareja? ¿Cómo podía vivir su vida normalmente sin sentir nada? El estado de Allison era miserable.

Sentía un dolor agudo en el corazón, como si estuviera perdiendo algo. Se tumbó en el suelo y sus ojos se volvieron pesados. Le resultaba difícil mantener los ojos abiertos. Empezó a ver la oscuridad.

En ese momento, vio una silueta oscura que se acercaba a ella. Intentó mantener los ojos abiertos, pero antes de que pudiera pedir ayuda, la oscuridad que la rodeaba la envolvió por completo. Perdió totalmente el conocimiento. Los padres de Allison estaban ocupados hablando con Alpha Neil y Luna Ella.

Teresa estaba enviando un mensaje a Allison sobre dónde estaba. En ese momento, Ryan volvió a la casa de Allison. Sus brazos la llevaban. Parecía inconsciente.

«¡ALLISON!» Joey, la madre de Allison, gritó al ver a su hija.

«¿Qué le ha pasado?» Beta Glen, el padre de Allison le pregunto a Ryan.

Ryan miró a Glen y preguntó: «¿Dónde está su habitación?». No le interesaba responder a sus preguntas. Tampoco sabia lo que habia pasado. Pero lo que sabia era que Ethan le habia hecho algo. Sólo podía adivinar lo que había pasado.

«Arriba. La primera habitación.» Dijo la madre de Allison.

Ryan fue a la habitación de Allison y la acostó en su cama. Teresa y Joey lo siguieron detrás. Salió y bajó las escaleras. Teresa y Joey también fueron allí. Querían saber la respuesta.

«Ella está bien. Se sentía débil, así que se desmayó». Ryan dijo a todos. Alpha Neil corrió hacia él y le agarró del cuello.

«¿Qué le hiciste? Dímelo. Seguro que hiciste algo. Ella estaba bien cuando estaba aquí. Ahora ha ido a llamarte, ¿qué le ha pasado?». Ryan puso los ojos en blanco. Agarró las manos de su padre y las movió de su cuello.

«Tienes a tu hijo favorito. ¿Por qué no le preguntas a tu hijo en vez de a mí?»

Su voz era fría. Estaba mirando directamente a los ojos de su padre. Todo el mundo se sorprendió. Nunca nadie le había hablado así a Neil Alfa. Antes de que Alpha Neil lo regañara, salió de la casa sin mirar a nadie.

«¡Este mocoso!»

«Hasta donde yo sé, él nunca miente. Dijo que no había hecho nada». Luna Ella suplicó al Alfa Neil.

«Es culpa tuya. Lo mimaste demasiado».

«Relájate Alfa. Llamé al médico de la manada. Ya viene». Beta Glen dijo.

Él también estaba preocupado por su hija. El doctor de la manada vino a revisar a Allison, dijo que Allison estaba muy débil pero que pronto estaría bien.

«¿Por qué le está pasando todo esto a mi hija?» Joey lloró. Luna Ella le acarició el hombro.

«No te preocupes, Joey. Se pondrá bien». El médico de la manada se fue.

El Alfa Neil y Luna Ella también salieron de la casa. En su coche, Neil Alfa llamó a Ethan. Dijo que estaba en casa. Dijo que se sentía aburrido así que regresó temprano. Mientras tanto en la casa de la manada, Ethan estaba sentado en su cama. No le gustaba Allison de ninguna otra manera. ¿Cómo podía hacer de su Luna una chica Omega?

No soy un simple lobo como otros. Toda la responsabilidad de mi manada está sobre mi hombro. ¿Cómo puedo dejar que mi manada esté en peligro por mi compañera? Ella es sólo una loba vulnerable. No puede ser la reina de este reino. No hice nada malo. Sólo pensé en mi gente. Eso es todo». Se hizo entender que había hecho lo correcto. Su lobo no estaba contento con él. Sus ojos se volvieron oscuros. Golpeó la pared con rabia.

¿Y qué si dice que me quiere? Todas las chicas están locas por mí. Yo no puedo amarla. No debería sentir ninguna simpatía por ella». Oyó unos zapatos. Miró a la puerta y ésta se abrió de golpe. Ryan entró en la habitación y corrió hacia Ethan a gran velocidad. Ethan no tuvo tiempo de levantarse. Ryan le dio un fuerte puñetazo en la mejilla y le agarró por el cuello.

«¿Cómo te atreves a hacer eso?» Ethan se burló y lo empujó. Ryan retrocedió. Ethan se puso de pie y lo fulminó con la mirada.

«Tus manos corren demasiado hoy en día. Sólo me controlo por mamá, ya sabes. Por lo demás, yo también tengo manos».

«¿Por qué?» Ryan volvió a hacer la última pregunta.

«¿Qué por qué? Yo no la quiero. Ella es sólo una chica normal. No merece ser la Luna de esta manada». Ryan rió al escuchar a Ethan.

«Hoy me has hecho creer que eres el hijo del Alfa Neil. Cuando estaba en el extranjero sólo oía hablar de él haciéndote pasar por un Alfa perfecto. Ahora entiendo lo que otros querían decir. Te convertiste en un gran Alfa, Ethan. Pensaste en tu gente y sacrificaste a tu propia compañera. ¡Qué buena persona eres!»

«No tienes nada que ver con eso. Sólo mantente alejado de mí y de ella». Ethan lo fulminó con la mirada y le advirtió. Ryan asintió con la cabeza.

«Como ya la rechazaste y ella no es nadie para ti…». Hizo una pausa y le sonrió con suficiencia: «Entonces déjame tenerla».

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