Me perteneces Omega
Capítulo 4

Capítulo 4:

Me quedé mirando a Ryan. Había asombro en sus ojos, como si acabara de pillarme con las manos en la masa. Levantó una ceja.

«¿Qué?» Aparté la mirada de él y miré a mi alrededor para ver si alguien le había oído.

Todos nos miraban mientras cuchicheaban entre ellos. No era lo bastante alto como para que le oyeran. Cerré los ojos y respiré hondo. Abrí los ojos y le miré.

«¿Puedes moverte?»

«¿Por qué?»

«¿Qué quieres, Ryan?»

«¿Por qué no me hablaste de ti cuando te pregunté quién eras?». Puse los ojos en blanco.

«No me pareció importante hablarte de mí. Y de todas formas no somos tan amigos». Se quedó en silencio.

Lo miré, pensando que podría ser un poco grosero. Pero estaba muy equivocada. Estaba sonriendo. Quería abofetear su sonrisa.

«Ryan, ¿qué estás haciendo con ella?» Oí una voz y miré detrás de él. Era Sophia. Era la hija del Delta de nuestra manada.

Todo el mundo conocía su identidad, y por eso se paseaba por nuestra escuela como una reina. Su primer objetivo era Ethan; sin embargo, a él nunca le importó lo más mínimo. Ryan se apartó de mí y se dio la vuelta.

«Nada, Sweety. Pensé que necesitaba que alguien me mostrara la escuela».

«¿Qué? Vámonos. Yo te mostraré los alrededores». Dijo Sophia alegremente.

Algunas chicas también parecían interesadas. Me sentí mal al mirarlas. ¿Cómo podía gustarles un chico como Ryan? A menos que también estuvieran dispuestas a tener una aventura de una noche como él. Ryan se volvió hacia mí.

«Y a ti». Le miré. Temía que le hablara a todo el mundo de mí.

«Encantado de conocerte, nena». Se rió y me guiñó un ojo. Me quedé boquiabierta.

Se dio la vuelta y se acercó a Sophia. Le rodeó la cintura con la mano y se dirigieron a ver todo el colegio. Todo el mundo seguía mirándome.

Me sentía tan enfadada que no podía explicarlo. Estaba que echaba humo. Acababa de dar a los demás una razón para prestarme atención, cosa que no me gustó desde el principio. Teresa corrió hacia mí.

«¿Va todo bien?», preguntó con cara de preocupación.

«¿Qué pasaría?»

«Vi a Ethan y a Julie. Luego vi a Ryan y Sophia saliendo por este lado. Ahora todo el mundo te está mirando».

«No pasó nada. Ryan me estaba molestando».

«¿Él qué? ¿Por qué?» Sacudí la cabeza y volví a abrir mi taquilla.

«¿Qué estáis mirando todos?». Oí a Teresa gritar a los demás.

Todos apartaron la mirada de mí. Teresa tenía un aura para callar a cualquiera, debo decir. Era una hembra beta. Ella también sacó sus libros y nos fuimos a nuestras clases.

La última clase era una clase combinada con estudiantes de todo el año. En cuanto al horario, Teresa no estaba en la clase conmigo hoy. No era amiga de los demás, así que siempre tenía que asistir sola a la clase.

Sin embargo, Ethan también estaba en esta clase. Miré a mi alrededor y vi que había dos asientos vacíos al fondo, junto a la ventana. Pero entonces vi quién estaba sentado delante de esos asientos. Ethan y Julie estaban sentados allí. Me mordí los labios nerviosamente y me adelanté. No miré a Ethan.

La forma en que me insultó anoche fue suficiente para que lo evitara, y él tenía novia otra vez. Así que debía contenerme. Me senté en el asiento detrás de Julie.

Intenté evitar mirar al frente. Miré fuera por la ventanilla. El cielo estaba despejado hoy. Era un día soleado. La luz del sol caía sobre mi banco desde la ventana.

«Sr. Iversen, llega tarde.» Oí la voz del profesor William. Giré la cabeza y vi a Ryan de pie en la puerta.

«Bueno, estaba ocupado vagando… quiero decir, mirando a mi alrededor, profesor». Contestó despreocupadamente. El profesor William era duro. Ni siquiera trataba a Ethan como a un rey, así que Ryan tampoco era especial para él.

«Es tu primera clase, así que lo dejo pasar. La próxima vez, no llegues tarde. De lo contrario…»

«Si no, dame un castigo o bájame las notas. Está bien, profesor. Tómeselo con calma». La forma en que Ryan interrumpió al Sr. William, hizo que los demás se escandalizaran. Ryan miró a su alrededor, y sus ojos se encontraron con los míos. Su infame sonrisa volvió a su cara.

«¡Mira qué bueno está!»

Oí a algunas chicas. ¡¡¡Cómo podían susurrar tan alto!!! Intenté ocultar mi cara con las manos de Ryan inmediatamente. Ethan giró la cabeza hacia mí como si viera a quién miraba Ryan. No miré a Ethan. ¿Por qué iba a hacerlo? ¿No dijo que yo no era su tipo?

«Deja de esconderte, nena. Ni siquiera te escondes bien. Ven aquí. Déjame esconderte en mi chaqueta».

Todos oyeron a Ryan y se rieron. Me quité las manos de la cara y miré fijamente a Ryan, que ahora estaba a mi lado.

«ATENCIÓN TODOS». Gritó el profesor William a todo el mundo.

Miré a las otras chicas. Me miraban como si hubiera cometido un crimen.

¿Qué? ¿Creen que estoy con él? Acaba de volver ayer. ¿Qué les pasa?

«Concéntrate, concéntrate. ¿O quieres ir a un castigo conmigo?» Volví a oír a Ryan.

Cerré los ojos y apreté los puños. Este chico me estaba poniendo de los nervios. ¿Por qué me hablaba? No nos conocíamos mucho.

Bueno, a veces iba a la manada con mi madre cuando era niña. Por lo tanto, lo vi durante bastante tiempo. Eso era todo. O jugabamos una o dos veces no mas que eso. Le evitaba y trataba de prestar atención a la clase.

«Por favor, traten de entender todo y no lo repetiré de nuevo». El profesor William dijo esto y se volvió hacia el proyector para mostrar algo.

Sin embargo, mis ojos estaban puestos en Ethan. No parecía estar bien allí sentado. Su rostro estaba sombrío. No vi a Julie hablarle en toda la clase.

Otra cosa que noté fue que estos dos hermanos nunca se hablaban. Se rumoreaba que no se gustaban. ¿Por qué? De alguna manera me perdí en el perfil lateral de Ethan. Él era el único para mí.

No importaba quién se me pusiera por delante, le elegiría a él sin pensármelo dos veces.

Sin embargo, su cara también me recordó lo que dijo anoche en el club. De repente, sentí una respiración en mi oreja derecha. Estuve a punto de jadear fuerte, pero me impedí escuchar a Ryan.

«Ya veo. Estás enamorada de él».

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