Me perteneces Omega
Capítulo 225

Capítulo 225:

Un año después, una mujer salió del cuarto de baño, frotándose el pelo mojado con una toalla blanca. Iba vestida con una bata verde real. Tras arrojar la toalla al sofá, levantó la mano y acarició un collar de lobo que colgaba de su cuello. Sus ojos se posaron en el hombre que dormía en la cama.

«Ryan, despierta. Sabes que Ethan se enfadará contigo».

Dijo esto mientras caminaba hacia la puerta. La abrió para salir del dormitorio, pero se detuvo y se volvió hacia el hombre, que no había abierto los ojos ni se había movido.

Suspiró, cerró la puerta y volvió a la cama. Se sentó en el borde junto a él y observó su atractivo rostro.

«¡Eh! Sé que no estás dormido».

Él no respondió. Ella se rió mientras le despeinaba la cara con su pelo húmedo.

Él abrió los ojos y se agarró a su cintura.

«¡Lo sabía!», exclamó al notar que él la miraba. «¿Cómo puedes decidir salir sin darme un beso mañanero, hmm?» preguntó él, examinando su hermoso rostro con la mirada.

Al quedarse embelesada por sus ojos seductores, se inclinó hacia ella. Había pasado un año desde su matrimonio, pero seguían sintiendo la misma atracción apasionada el uno por el otro que al principio de su relación.

Sus labios se rozaron. Ryan le acarició las mejillas y estaba a punto de besarla cuando, de repente, la puerta se abrió de golpe.

«¡No me lo puedo creer!»

Una voz profunda y furiosa resonó por toda la habitación. Allison se apartó inmediatamente de Ryan y se levantó. Miró a Ethan, que acababa de entrar con el ceño fruncido. Se dio cuenta de que había olvidado cerrar la puerta.

Los ojos de Ethan se posaron en Allison y negó con la cabeza. «¿Qué? Preguntó Ryan, poniendo los ojos en blanco.

Ethan se volvió hacia él y le dijo: «No puedo creer que mi hermano esté ocupado con su mujer en la cama mientras yo lo busco por toda la casa».

Ryan se incorporó. Sólo llevaba pantalones de chándal negros. La manta se movió de su pecho desnudo, revelando su tatuaje.

Allison frunció el ceño al ver que Ethan escudriñaba algo. Se giró y sus ojos se abrieron de par en par, avergonzada, al ver los mordiscos de amor en el pecho de Ryan. Esa era su zona favorita para marcarlo.

Rápidamente le envolvió el pecho con una manta y sonrió torpemente mientras lo hacía. Se sentía mortificada.

«Pájaros del amor», murmuró Ethan.

Ryan se burló de él. «Hermano, ¿no puedo besar a mi mujer después de despertarme? Arruinaste mi momento».

Allison fulminó con la mirada a Ryan para que se detuviera, pero él le guiñó descaradamente un ojo después de hacerle sus comentarios a Ethan.

«Sí que puedes. Pero no el día de la boda de tu hermano», exigió Ethan, pasándose los dedos por el pelo.

Hoy era la boda de Ethan. Después de un año de noviazgo, la pareja había decidido casarse. Elora era la futura esposa. Ethan estaba muy emocionado, afirmando que había desarrollado fuertes sentimientos por su compañera.

«Estaré allí en diez minutos», respondió Ryan.

«No puedo esperar a esta noche».

«Hablas como si nunca hubieras estado con ella», dijo Ryan con una sonrisa burlona.

Ryan afirmó esto y se burló de él.

«¡Qué demonios!» Allison le dijo a Ryan.

«Ella tiene razón. ¿Cómo puedes hablar así delante de una pandillera?».

Fue Max quien habló. Acababa de entrar en la habitación. Los hombres más jóvenes de la familia se referían a Allison y a las otras mujeres jóvenes de la familia como la «Lady Gang». Su líder era Teresa. Desde que todos los funcionarios de Ryan y el mejor amigo de Ethan, Wade, habían encontrado a sus parejas, las damas siempre salían juntas como amigas. Así, los varones se referían colectivamente a ellas como la Lady Gang.

«Ja, ja, ja. Muy gracioso», le dijo Allison a Max.

Se volvió hacia Ryan. «Y a ti. ¿Cómo pudiste decir algo así? Día a día eres más desvergonzado, Ryan».

«Cariño, ¿por qué estás enfadada conmigo? ¿Mentí? ¿No spe…?»

«Cállate. No quiero oír más conversaciones de hombre a hombre», le espetó y salió del dormitorio.

Oyó la conversación de los chicos. «Ethan, por tu culpa se enfadó conmigo».

«Te lo mereces».

Allison sacudió la cabeza y salió al pasillo. Admiró la hermosa decoración de la casa. Era su antigua casa de manada, situada en la Manada de la Corona de la Luz de Luna, que ahora estaba bajo la Manada de la Luna Negra. Ethan había decidido celebrar aquí la ceremonia de su boda. Dijo que esta casa de la manada estaba llena de recuerdos para él, por lo que quería tener su día más memorable aquí.

Se dirigió a la habitación de Elora y llamó a la puerta. Teresa la abrió. «Gracias a Dios que estás aquí».

Allison miró detrás de Teresa y vio a Elora.

«¿Qué ha pasado?»

Elora se volvió hacia ella y le dijo: «Mi maquilladora está muy enferma. ¿Qué voy a hacer, Allison? Es mi boda. Tengo ganas de llorar».

Allison fue a abrazarla y a acariciarle la espalda. «No te preocupes, Elora. Conozco un sitio. Vayamos allí».

«¿En serio?» preguntó Elora.

Allison sonrió y asintió. Dio instrucciones a las doncellas para que trajeran sus vestidos y joyas y los metieran en el maletero de su coche.

«Vamos.»

Allison dirigió a las dos mujeres, que sentían curiosidad por su próximo destino, después de que se fueran con ella. Allison conducía el coche ya que Ryan le había enseñado a conducir. Él le había enseñado muchas cosas que ella ni siquiera podía discutir con los demás.

Su coche fue seguido por dos coches negros. Era la instrucción de Ryan que siempre que ella saliera en público, ellos debían seguirla para mantenerla segura. Llamó a alguien mientras conducía y se detuvo frente a un edificio de aspecto francés.

Los tres salieron del coche. Allison se fijó en la placa del primer piso. Los recuerdos de su pasado la invadieron y no pudo evitar esbozar una amplia sonrisa.

Salió de sus pensamientos cuando Teresa habló. «¿Salón de Belleza Bird Makeover?»

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