Me perteneces Omega
Capítulo 168

Capítulo 168:

Allison se volvió hacia él. Estaba demasiado sorprendida para reaccionar a sus palabras.

«¿Qué?» preguntó, intentando procesar lo que Ethan acababa de decir.

Ethan asintió con la cabeza. «Me siento roto por dentro cada día que la veo con él. Me di cuenta de nuestro vínculo en el momento en que llegó a la casa de la manada».

Allison recordó el día en que Ryan había venido a visitar la manada. Ese día, había visto a Ethan comportarse de forma extraña. Pero en ese momento, pensó que estaba celoso de Ryan y que no le gustaba que Ryan resultara ser tan poderoso.

«¿Así que era porque estaba sintiendo el vínculo de pareja?» pensó, con el corazón acelerado.

«Intenté alejarme de ella. Pero el vínculo de pareja es algo que no me permite alejarme. Su olor siempre me atraía hacia ella. Pude detener a mi lobo antes de rechazarla. Pero esta vez, mi lobo se descontroló, y mi corazón también reaccionó igual», explicó Ethan con un tono de frustración.

«¿Por qué no me lo contaste todas estas veces?» preguntó Allison, sintiendo una mezcla de dolor y confusión.

«Creí que podría arreglármelas solo. No quería que me soltaras», respondió Ethan, bajando la mirada.

Allison apretó los puños mientras lo miraba fijamente. «¿Por qué te empeñabas tanto en estar conmigo?».

«No puedo decirte por qué. No se me permite decírtelo», contestó Ethan con un susurro.

«¿Qué?» preguntó Allison, sorprendida. ¿Cuál era la razón por la que seguía pensando en ella cuando ya había encontrado a su pareja?

«No quiero volver a cometer el mismo error, Allison. Tu odio fue suficiente para mí. No puedo vivir con más odio. Lo siento», dijo Ethan, con dolor en la voz.

Allison no sabía qué decir. Era demasiado para ella. No tenía idea de por qué el destino estaba jugando con ellos de esta manera. Estaba a punto de decirle que no debería hacer eso tampoco, pero antes de que pudiera hablar, escuchó otra voz detrás de ella.

«Ethan».

Allison se dio la vuelta y vio a Elora acercándose a ellos. Allison separó los labios y preguntó: «¿Lo conoces? ¿El vínculo de pareja?».

Elora desvió la mirada hacia Ethan, tratando de serenarse. No quería mostrar su lado roto a Elora.

Allison levantó las cejas. «¿Lo sabe tu prometido? Ethan dijo que lo sabía».

«Sí, lo sabe», respondió Elora.

«¿Entonces por qué seguís juntos? Tu pareja está aquí», preguntó Allison con voz decepcionada.

«Ally, ¿puedes dejarnos a solas un rato? Quiero hablar con Ethan en privado», le pidió Elora.

Allison volvió la cabeza hacia Ethan y luego hacia Elora. Le hizo un gesto con la cabeza y le contestó: «Aclara todos los problemas que hay entre vosotros. Sería lo mejor para los dos».

Allison miró a Ethan por última vez y abandonó el jardín, dejando solos a los dos compañeros. Elora miró fijamente a Ethan, que miraba a otra parte.

«¿Por qué le contaste lo de nuestro vínculo de pareja?», preguntó Elora, cruzándose de brazos.

Ethan se dio la vuelta y empezó a caminar. Se secó la cara y respondió: «Ella tiene derecho a saber todo sobre mí».

«Todavía la amas, ¿verdad?» le preguntó Elora desde atrás. Su pregunta le congeló las piernas. Se volvió hacia ella y asintió.

«La quiero. No quiero mentirle. Sabía que no era feliz conmigo, pero aun así intenté quedarme con ella solo para mantenerla a salvo. Pero la traicioné una vez más. No cumplí con la responsabilidad que asumí hace años», contestó Ethan con dolor en la voz.

Elora apretó los puños. No le gustaba que Ethan hablara de Allison.

«¿Todo el mundo va detrás de ella? ¿Qué tiene de especial?» preguntó, sin poder contener su frustración.

«Ella es una simple omega a la que quería hacer mía. Pero la perdí aquella noche. La dejé ir y rompí la jaula», respondió Ethan con un suspiro.

Las cejas de Elora se alzaron. «¿Dejarla ir?».

Ethan respiró hondo y se acercó a ella, lo que hizo que Elora diera un paso atrás. La cogió de la mano y le dijo: «No quiero que te vayas, Elora. Eres mi compañera. ¿Cómo puedes alejarte de mí?».

Ella se quedó atónita. Intentó quitarle la mano, pero él la agarró con más fuerza.

«No te vayas. No me dejes. Soy un pecador que ya rechazó una vez a mi pareja. Esta vez, ¿puedes ayudarme a ser una buena persona?», suplicó Ethan.

Elora sintió una punzada en el corazón. Desvió la mirada y dijo: «¿Qué estás diciendo?».

«Elora, no te vayas. Le diré a todo el mundo que somos compañeros. Nadie se opondrá si tú estás de acuerdo. No pienses en reputaciones. Si los demás llegan a saber que somos compañeros, nos entenderán», dijo Ethan con desesperación en su voz.

Elora lo apartó. Le miró con el ceño fruncido. «¿Por qué quieres que me quede? ¿Solo porque soy tu pareja?».

«Iba a contártelo. Pero quería decírselo a Allison primero», explicó Ethan.

«Siempre es Allison. Cada palabra tuya empieza con ella y termina con ella. Si realmente la amas tanto, ¿por qué decides estar conmigo? Quédate con ella. Yo soy feliz con Ryan», respondió Elora con amargura.

Un gruñido escapó de la garganta de Ethan. Sus ojos se volvieron rojos. A ella no le afectó porque el color de sus ojos también cambió. Se volvieron verdes.

«No eres feliz con Ryan. No puedes ser feliz sin tu pareja. Necesitas estar conmigo. Lo que es mío es mío. No puedo dejar que nadie me lo quite», dijo Ethan, aumentando su intensidad.

Las palabras de Ethan enfurecieron a Elora. Le agarró la mano, haciéndole gemir de dolor. Era una híbrida. Poseía las habilidades de una bruja. Todo su ser rebosaba de una amplia gama de habilidades y poderes.

«Lo que mi madre me dijo de ti era totalmente cierto. No me mereces», murmuró Elora y lo empujó con fuerza. Ethan cayó al suelo. Sintió que un poder lo empujaba contra el suelo con fuerza. Volvió en sí de su estado de embriaguez y se volvió completamente cuerdo.

«¿Tu madre?» preguntó, confundido, mientras intentaba incorporarse.

«Sí, mi madre. La mejor bruja del mundo. Georgiana James», respondió Elora con firmeza.

Los ojos de Ethan se abrieron de golpe. «¿Georgiana es tu madre?».

«Sí, soy su hija. Y también soy poderosa como ella», respondió Elora con determinación.

«Elora, me estás malinterpretando. Quiero que estés conmigo. Ryan es…», intentó explicar Ethan.

«Basta», lo interrumpió Elora. Sus brillantes ojos verdes no hacían más que oscurecerse. Como si algunos poderes la obligaran a extraviar su mente, sacudió la cabeza. «Ryan es el amo de mi destino. Quiere que te rechace. Lo haré».

«¿Qué?» Preguntó Ethan, levantándose con todas sus fuerzas. Cuando intentó acercarse a ella, sintió que un muro invisible se interponía entre ellos, impidiéndole acercarse a ella. Por mucho que lo intentara, no podía alcanzarla.

«Elora, escúchame. Tengo que decirte algo», suplicó Ethan.

«No quiero oír nada de ti», dijo ella, negando con la cabeza.

«Se trata de nosotros. Se trata de tu…», intentó decir Ethan, pero Elora lo interrumpió.

«YO, ELORA JAMES, UNA VERDADERA HÍBRIDA, TE RECHAZO, ALFA ETHAN, COMO MI COMPAÑERO», declaró Elora con voz firme.

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