Matrimonio arreglado con el CEO misterioso
Capítulo 317

Capítulo 317:

Amy estaba pensando por qué Allison no había venido, así que tenía la mirada perdida en alguna parte. Eliana le dio un codazo, tratando de que se concentrara y recordándole que tenían que lidiar con Philip más tarde.

«Sr. Philip, ¿por qué no vino su esposa? Supongo que deberían venir juntos. Es una buena ocasión para vernos sufrir. ¿No es una pena que ella no venga?» preguntó Amy a Philip.

«¿Te refieres a Alison? Oh, ella no es mi esposa. Sólo es mi asistenta. Se hace pasar por mi mujer para trabajar. Le pago por eso». Philip se apresuró a aclarar su relación.

«Por favor, toma más. ¿Hay otro viejo dicho? ‘Cada grano es duro’. Qué pena es desperdiciar estos platos». Philip les persuadía para que comieran más.

Movía los deliciosos platos hacia ellos.

Amy pensó que estaba siendo mala consigo misma al no comer, puesto que ya había estado aquí. Philip era detestable, pero no era culpa de aquellos platos. Así, empezó a comer.

Al notar eso, Eliana también comenzó a comer. Tenía hambre. La cara de Philip y su extraña voz se volvieron tolerables cuando ella empezó a disfrutar de los platos.

Los platos se consumieron en cuanto empezaron a comer. Ambos creían que comer era lo más importante, pasara lo que pasara.

Tomaron los platos pero no el vino. Tenían cuidado con Felipe, que no era un buen hombre.

Después de comer, tomaron un sorbo de té. Luego, se quedaron mirando a Philip, esperando a que montara un espectáculo.

«¿Habéis terminado ya?» Philip se dio cuenta de que casi se habían acabado los platos, así que dejó los palillos como si fuera a empezar el espectáculo.

«Sí. Por favor, cuéntanos lo que tienes pensado decir». Eliana se apoyó en la silla, bebiendo té y pensando en cómo enfrentarse a él.

«Bueno, déjeme empezar con mi historia. Hace tres años, conocí al Sr. y a la Sra. Newell en Francia. Supongo que lo recordará, Sra. Newell». Philip hablaba de cosas de hace tres años.

«Claro que me acuerdo de ese absurdo». Eliana se esforzó por controlar su genio y no darle una bofetada en la cara al contestarle.

«Oh, ¿lo encuentras absurdo? No lo creo. A los héroes les encantan las bellezas. Aunque no se me pueda considerar un héroe, al menos soy un hombre de verdad». Felipe no se enfadó por sus palabras.

«Te ayudaré, si accedes a mi demanda». Philip siguió observando a Amy.

Amy no era tonta. Ella había adivinado lo que él pretendía.

«Sr. Philip, es muy poco probable que accedamos a su petición. Nos ocuparemos del problema por nuestra cuenta. Nos vamos si no tiene nada más que decir. Eliana agarró la mano de Amy. Iba a vomitar de sólo pensar que un viejo verde codiciaba a su hija. Su hija era una excelente mujer mientras que Philip era mayor que ella y no tardaría en ser enterrado en la tumba.

«¿De verdad no te lo piensas dos veces? No puedes permitirte esa indemnización en tan poco tiempo. Si no puedes pagarla, el Grupo Newell será subastado». Philip se puso ansioso al verlos partir.

«No haré lo que quieres ni a costa de hipotecar el grupo». Eliana se marchó cogida de la mano de su hija.

«Volverás y me lo suplicarás. No creo que dejes que el grupo quiebre. Qué mujer tan engreída». siseó Philip, viéndolas partir.

Tres años atrás, se encontró con Amy en una fiesta. Se sintió atraído por su disposición y apariencia a primera vista. Más tarde, se enteró de que no salía con ningún hombre y se puso ansioso por tenerla.

Le dijo seriamente al Sr. Newell que quería casarse con Amy. Al oírlo, el Sr. Newell estuvo a punto de reírse. Se inventó la excusa de que Amy se había casado, pero su marido no se había quedado.

Sin embargo, Philip llevaba mucho tiempo investigando a Amy y descubrió que no tenía ningún contacto con ningún hombre. Entonces, se dio cuenta de que el Sr. Newell le había mentido porque le tenía en poca estima.

Después de que Amy regresara a China, él la siguió hasta aquí. Le guardaba rencor al Sr. Newell, así que le tendió una trampa a Amy para destruir el Grupo Newell.

«Mamá, ¿cómo me conoció?» Amy nunca se había fijado en Philip, sólo había oído su nombre de boca de su padre. Ella pensaba que Philip era un buen amigo de su padre.

«Fue en la fiesta del vino. Se enamoró de ti a primera vista. Se lo mencionó a tu padre y tu padre lo rechazó inmediatamente. No tengo ni idea de que nos odiara por eso. Por eso ahora se venga de nosotros». Eliana explicó brevemente lo que había sucedido.

Amy no sabía la razón de todo esto hasta ahora. «¡Qué horrible es Philip! No está mal que te guste una persona, pero es una vergüenza arruinar a los demás’.

«Mamá, ¿qué hacemos ahora?» A Amy le dolía la cabeza. Fue ella la que llevó a la dificultad para el Grupo Newell. Podría causar que mucha gente perdiera su trabajo. Ella no podía dejar que sucediera.

«Todo saldrá bien. Si no podemos salvar el grupo, lo dejamos quebrar, tú vuelves a Francia conmigo y diriges el negocio allí». Eliana era protectora con su hija. Podía renunciar a todo menos a su hija.

Sus palabras dieron a Amy una sensación cálida. Siempre tuvo la sensación de haber tenido una buena madre durante los cinco años en que perdió la memoria. Ahora descubrió que su madre era más que buena. Era estupenda. Estaba dispuesta a dejarlo todo por ella.

Eliana seguía consolando a Amy cuando llegaron a casa. Le pidió a Amy que descansara, ya que últimamente estaba agotada.

Amy sabía seguramente que el hecho de que su madre le pidiera que se quedara en casa era porque iba a encontrar soluciones por sí misma y trató de dejar de preocuparse.

Amy seguía dando vueltas en la cama y no conseguía dormirse, aunque lo deseaba.

¿Qué debo hacer? Si el Grupo Newell quiebra será por mi culpa. Mi padre me nombró responsable del grupo, pero ahora voy a defraudarle’.

‘No puedo quedarme quieto. Tengo que enmendar mi propio error. No puedo dejar que otros sufran por mi culpa’.

Amy tomó su decisión y se levantó inmediatamente.

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