Matrimonio arreglado con el CEO misterioso
Capítulo 271

Capítulo 271:

«Amy, toma el té. Llevas un par de horas despistada». Andy se quedó mirando a Amy que seguía mirando por la ventana en trance.

«Andy, ¿se puede saber por qué Richard no me ha hecho ni puñetero caso? No sé qué relación tiene la muerte de su padre conmigo. Tampoco sé por qué se irritó al verme. No he hecho nada». Seguía preocupada por Richard.

«Es cierto que no has hecho nada, pero no sabemos por qué hay malentendidos entre vosotros». Andy fue testigo de la actitud grosera de Richard hacia Amy. ¿Acaso Richard no amaba a Amy? ¿Por qué trataba a Amy tan groseramente? «Está bien. Me lo merecía. Aunque me trató terriblemente en ese tiempo, no le di un trato rudo cuando estaba en problemas. Sin embargo, ahora me sigue tratando mal. Esto me confunde de verdad». Amy tomó un sorbo de té, recuperando la compostura.

«Quizá deberías dejar las cosas claras. ¿Le llamo y hablamos?». le sugirió Andy.

«No, no es necesario. No hay ningún malentendido. Vi todas estas cosas con mis propios ojos. Fui testigo de su actitud. No hay ningún malentendido. La única verdad es que siempre me está calculando. No debería haberme ablandado. Ya que tiene problemas, no echaré más leña al fuego. Me gusta luchar con mis rivales cuando están en condiciones normales».

«De acuerdo, entonces tómate un tiempo libre. Después de que pase este periodo difícil, podrás entrar en acción». Andy miró a Amy que estaba aparentemente ansiosa. Él sabía que ella quería mucho a Richard, de lo contrario no elegiría otro momento para vengarse. Después de lidiar con el funeral de su padre, Richard se sentía extremadamente cansado, mental y físicamente. Quería llorar en alguna parte, pero no tenía oportunidad.

«Amy, conozco a los de tu clase. Debe haber algunos secretos, ¿verdad?» Basándose en su comprensión hacia Amy, Richard pensó que era probable que Amy llevara algunas cosas malas en su mente para que le hiciera tal cosa a él. Decidió hablar con Amy.

No fue fácil invitarla a salir. Al principio Amy se enfadó con él, pero después se mostró muy ocupada. Cuando la pareja encontró tiempo para conocerse, fue un mes después.

«Sr. Carter, ¿por qué quiere verme?» preguntó Amy a Richard antes de tomar asiento.

«Tome asiento, por favor. Hablemos con calma». Dijo Richard con calma. Tenían demasiadas cosas de las que hablar, así que ninguno de los dos debía tener prisa, o era probable que discutieran entre ellos.

«Bueno, empieza tú primero». Amy se sentó frente a Richard. Le gustaba mucho esta casa de té. La casa de té estaba regentada por Cathy. Amy disfrutaba con el té y las galletas que servían allí. Oliendo el olor del té, Amy sintió que se relajaba poco a poco.

Richard no empezó la conversación inmediatamente. En lugar de eso, preparó té y se lo dio a Amy. También le dio unas galletas.

«Toma té y galletas. Son los nuevos productos de mi madre y tienen el efecto de refrescar la mente». Richard le dijo a Amy.

Amy miró las galletas. Eran productos nuevos y era la primera vez que las veía. Había dibujos decorativos en las galletas rojas.

Amy cogió un trozo y lo probó.

Era la tarta de flor de ciruelo, cuyo ingrediente eran pétalos frescos de las flores rojas del ciruelo, lo que la hacía fresca y de largo regusto. Las flores de ciruelo rojo no crecen en esta estación, así que supuso que se reservaban para el invierno.

El pastel estaba muy delicioso, así que Amy tomó tres trozos seguidos. Luego bebió el té hecho con pimienta de Japón y la hierba, que la hizo sentirse refrescada.

Sin embargo, esto hizo que a Richard le temblaran las manos. Se comprobó que Amy ya no tenía miedo al rojo. ¿Significaba eso que había recuperado la memoria? Sus recuerdos compartidos no siempre eran tan felices, pero luego eran dulces. Entonces, ¿por qué trataba tan mal a la familia Carter?

«Amy, el té y las galletas estaban buenos, ¿verdad? Me gustan mucho. Cuando mi madre terminó de hornearlas ayer, yo también me comí muchas, sobre todo las galletas rojas, como mi corazón.» Richard sintió dolor al mirar las galletas.

«¿Tu corazón? No creo que sea rojo. Debería ser de otro color. Dime por qué quieres verme. ¿Para apreciar el té y las galletas? No lo creo». Amy dejó la taza. Aunque disfrutaba del té, no quería perder demasiado tiempo hablando con él.

«¿Por qué apuntaste a la familia Carter? Amy, ¿por qué me apuntaste a mí?» Richard le preguntó directamente.

Al oír las preguntas, Amy comprendió que Richard pensaba que ella era la responsable de su miseria. ¿Era estúpido? Si ella quería vengarse de él, él debía ser más desgraciado que ahora.

«Puedo hacer lo que quiera. No es asunto tuyo. ¿No sabes lo que has hecho? ¡Te atreves a preguntarme! Richard Carter, si tu propósito hoy es interrogarme, entonces tengo que irme ahora mismo. No creo que tenga sentido continuar nuestra conversación». Amy miró fijamente a Richard. Estaba muy triste por la desconfianza de Richard y la forma en que pensaba de ella.

«Amy, si he hecho algo decepcionante, podrías decírmelo. Deberíamos ser francos el uno con el otro. ¿Por qué no confías en mí?» Richard también estaba preocupado. La actitud de Amy le parecía extraña.

«¿No confío en ti? ¿Tú confías en mí? Richard Carter, no pienses que eres mejor que yo. Nos conocemos desde hace mucho tiempo. La confianza es algo mutuo, no asunto mío». Amy no creía que pudiera continuar su conversación con Richard. Se levantó de la silla.

«Es innecesario que mantengamos la conversación. Si hay algún malentendido, que quede ahí. No necesito tus explicaciones. Adiós». Amy se dio la vuelta y se marchó.

Al verla de espaldas, un hombre de negro entró desde el exterior.

«Sr. Carter, ¿la sigo?» El hombre de negro preguntó a Richard.

«No. Quizás haya un gran malentendido entre nosotros. A ella nunca le gusta dar explicaciones. Sólo podemos investigar por nuestra cuenta. Debe de haber algún problema». Richard no permitió que su hombre siguiera a Amy. Todavía amaba a Amy.

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