Capítulo 13:

Era un número desconocido. Pero optó por coger la llamada.

«Disculpe, señorita Miller. Le habla Robin. Por favor, vuelva ahora mismo. El conductor está esperando fuera para recogerla». Antes de que Amy hablara, Robin ya había colgado.

«¿Qué ha pasado, Amy? No tienes muy buen aspecto. ¿Es por tu padre…?». Hannah notó su preocupación y de pronto recordó que el padre de Amy seguía en el hospital. ¿Le había pasado algo?

«No. Mi padre está bien. Lo siento, ahora tengo que irme». Amy se fue a toda prisa sin dar explicaciones a Hannah. Se acercó al coche que aparcaba fuera del edificio. El conductor le abrió la puerta y ella subió al instante.

Luego el coche se alejó rápidamente.

Hannah presenció todo aquello atónita y con la boca abierta. ¿Cómo había llegado Amy a un coche tan lujoso e incluso un conductor le había abierto la puerta? No podía creer lo que veía y se frotaba los ojos desconcertada.

Amy vio a Robin esperando fuera de la entrada cuando llegó a la villa.

Robin se apresuró a abrirle la puerta a Amy.

«Señorita Miller. Sígame, por favor». Robin guió a Amy hasta el salón.

«Sr. Robin, acabo de regresar a toda prisa. ¿Hay algo urgente?» Preguntó Amy.

«Puede llamarme Robin, señorita Miller. Tengo algo para usted. Por favor, firme esto. Así podremos hacer el certificado de matrimonio esta tarde». Robin entregó un formulario a Amy mientras decía.

‘¿No es demasiado rápido? Acabo de llegar a la villa. ¿Y ahora estoy a punto de casarme con él de inmediato? Amy se sintió bastante incómoda con esto.

«Señorita Miller, usted ya ha firmado el contrato. Son sólo los trámites. Por cierto, cuanto antes se case, antes podrá ser libre al cabo de dos años». Robin le explicó pacientemente.

Era cierto. ¿Cómo no se le había ocurrido a ella? Amy miró a Robin agradecida.

Sin embargo, cuando encontró en blanco el nombre del novio, se detuvo un momento, pero firmó rápidamente. Mientras pudiera salvar a su padre, no importaba qué clase de persona fuera el novio.

Robin se contentó con tomar el formulario con cuidado, pues había cumplido la misión encomendada por Richard.

Poco después, Amy sintió hambre y le rugió el estómago. Debido a la llamada urgente de Robin, no almorzó después de la entrevista.

«Robin, ¿puedo preguntarte si puedo almorzar aquí?». Amy había pensado salir a cenar con Hannah. Pero ahora su plan cambió.

«Claro que sí». Robin miró a Amy con una sonrisa amable. ¿Cómo podía dejar que esta hermosa mujer pasara hambre en una villa tan grande?

Después de comer, Amy se echó una siesta en el dormitorio. Cuando se despertó, encontró algo en la mesilla de noche.

Era su certificado de divorcio con Matt. Lo cogió con una sonrisa amarga y bajó a ver a Robin y le preguntó: «¿Por qué está esto en mi mesilla de noche?».

«Señorita Miller, lo conseguí mientras aplicaba el certificado de matrimonio para el señor y usted hoy temprano. Ahora usted es la anfitriona aquí, señora.

Enhorabuena». Robin se inclinó ante ella con respeto.

Amy frunció el ceño al pensar en el frío Matt. Pero aún así, habían tenido momentos felices en los últimos tres años. Al recordarlos, le dolió el corazón.

Robin se volvió hacia su rostro preocupado, tratando de animarla. «Por cierto, señora, el señor Miller está mejorando. Sólo esperamos un corazón compatible para su trasplante. Se recuperará pronto».

Efectivamente, las buenas noticias aliviaron la depresión de Amy. Ahora estaba de mucho mejor humor.

«¿Y mi certificado de matrimonio?» Amy quería ver cómo era su marido.

Pero parecía que no podía.

Ante sus palabras, Robin la detuvo con rostro severo. «Señora, me temo que olvida los términos del contrato…».

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