Mamá correcta, papá equivocado -
Capítulo 84
Capítulo 84:
Xavier salió de allí con una expresión de tristeza, no podía creer que Laurent hubiese sido capaz de sembrar tanta maldad, no solo fue contra él, sino contra su hermana. Su mente estaba llena de pensamientos tumultuosos, el peso de la verdad que acababa de descubrir se apoderaba de él, pero también estaba decidido a tomar medidas para proteger a su hija.
La ira se entrelazaba con la tristeza dentro de él. Se sentía traicionado y manipulado por Laurent, porque entendía que Kate también había sido otra víctima de las maquinaciones de su hermana. Pese a ello, no podía exonerar su culpabilidad por completo, porque a su parecer ella debió luchar por Ángela, aunque tampoco podía ignorar su sufrimiento y remordimiento.
Se acordaba de Kate, era una chiquilla muy alegre y risueña cuando no estaba Laurent, pero cuando veía a su hermana, trataba de salir del mismo espacio donde se encontraba. Siempre la veía mirarlo con una expresión soñadora y cuando su hermana se daba cuenta, se burlaba mientras ella salía corriendo.
“¿Cómo no pude darme cuenta de la maldad de esa mujer? ¿Cómo pude haber estado tan ciego?”. Se dijo pasándose la mano por la cabeza, en un gesto de frustración.
Por la expresión de Kate, se dio cuenta de que había algo más, pero sabía que ella no iba a hablar porque se veía demasiado nerviosa.
Se subió al auto y le pidió al chofer del taxi conducir al hotel, vio la hora y se dio cuenta de que era muy tarde, que debía esperar unas cuatro horas más para llamar a Tamara. Por eso llegó a la suite, se bañó y encendió el televisor colocando uno de los videos que Kate le había entregado. Cada imagen, cada risa de Ángela, era un recordatorio doloroso de los años perdidos.
Lloró viéndolos, cuando iba a abrir el segundo video estuche, vio una nota y comenzó a leerla.
[A quien pueda ayudarme… mi nombre es Kate, tengo diecisiete años y mi hermana me tiene secuestrada. Me amenaza en que, si me escapo le hará daño a mamá… solo me alimenta lo necesario para que la bebé en mi vientre no muera… ¡Por favor, ayúdeme!].
“¡Qué diablos es esto! ¿Por qué esto está aquí?”.
Siguió buscando en la bolsa que le dio, no solo había fotos de Ángela mientras crecía, sino que había una de Kate. EL la foto se veía extremadamente delgada y con un abultado vientre, era la misma imagen de su hija, su rostro lucia demacrado y lleno de sufrimiento.
“Tengo que proteger a Ángela de Laurent, no puedo permitir que haga con ella lo que hizo con Kate”.
Xavier llamó al bufete de abogados de su confianza, los padres de su amigo Drake Mylan eran los dueños.
“Xavier, que gustó saber de ti, ¿Qué necesitas?”.
“Necesito asesoría legal para abordar una situación delicada”.
Enseguida le contó lo ocurrido, porque quería asegurarse de que sus acciones fueran dentro de los límites de la ley y, al mismo tiempo, proteger a Ángela de cualquier daño adicional.
“Lo primero que debemos hacer, es que Kate, la verdadera madre de tu hija, se someta a una prueba de ADN. También seria útil si pudiéramos encontrar pruebas de que estuvo secuestrada mientras estuvo su embarazada”.
“Las tengo, con mi celular le tomé una fotografía a su historia médica, aunque está a nombre de Laurent, las características son de Kate. También tengo una fotografía, una carta y puedo convencerla para que se haga la prueba de ADN”.
“Entonces, si tenemos todo eso podemos demostrar que no existe un vínculo entre Laurent y Ángela. Aparte de eso, podemos iniciar un proceso penal en contra de ella, tiene una larga lista de delito, no creo que salga en mucho tiempo. Aunque haberlos dr%gado y dejado intimar ante los efectos de un estimulante es un delito que cometió en R%ma”.
“No quiero que Laurent vaya a la cárcel, esa p$rra solo merece la muerte, mientras viva no dejará de hacer mal. Pero lo pensaré”.
Enseguida llamó a Kate, él ya tenía su número. Ella le atendió al primer repique.
“Aló”. Se escuchaba nerviosa.
“Soy Xavier ¿Qué pasa? ¿Por qué te escuchas así?”. Interrogó, por un momento solo escuchó un silencio e la línea.
“No te preocupes, no es nada”.
“Hablé con el abogado, necesito que aceptes hagas una prueba de ADN, para comprobar que Ángela es tu hija. Sé que por tu esposo no querrías hacerlo, pero…”. Sus palabras fueron interrumpidas por Kate.
“¡Me la haré! Dime la fecha, el lugar y allí estaré”.
“La haremos en It$lia, mañana debes viajar conmigo a R%ma”.
Por un momento se hizo el silencio. No sabía que estaba pensando Kate, hasta que la escuchó hablar.
“Mi esposo se ha ido de viaje… dejaré a mis hijos con mi suegra… dime la hora”.
“Salimos a las cinco de la mañana, te paso buscando a las cuatro y media, por favor está lista”.
Se despidieron, pero Xavier no se podía quitar esa sensación en su pecho.
Vio por un momento más el video, mientras llegaba la hora para llamar a Tamara. Sin embargo, su cansancio era tanto que no pudo evitar quedarse dormido, después de todo no había dormido durante las últimas veinticuatro horas. No sabía que cuando se despertara un infierno se desataría sobre él.
Tamara se quedó dormida como a las dos de la mañana, se estaba quedando en una pequeña cabaña que estaba en la casa de los padres de Xavier. Ella no quería incomodarlos, prefirió quedarse allí con Ángela, por más que ellos insistieron, no aceptó.
Esperaba la llamada de Xavier, estaba ansiosa por el resultado de su investigación con Kate. No imaginó lo que le esperaría en la mañana.
Se despertó como a las diez de la mañana, con llamadas perdidas de sus padres, de los padres de Xavier y unos golpes en la puerta de Ángela.
“Pasa”. Dijo y entró la niña hecha un mar de lágrimas.
“En la televisión y en todas partes están diciendo que mi papá abusó de mi tía y que ella era menor de edad cuando eso ocurrió. Todo el mundo está diciendo cosas feas de él y hay vídeos”.
Tamara encendió la televisión y comenzó a ver las noticias donde transmitían la información sobre ese suceso, innumerables vídeos también se estaban reproduciendo. No pudo evitar horrorizarse, no porque les creyera, si no por la cantidad de porquerías que decían. Tomó el teléfono para llamar a Xavier, pero salió apagado.
“¡Eso no es cierto! Mi papá no haría eso”. Expresó la niña con vehemencia.
“Claro que no, mi amor, Xavier no haría eso. Además, él es un caballero y es tan lindo que todas las mujeres le brincarían encima, no tiene necesidad de hacer eso … te juro que hay una explicación para eso, cuando tu papá llegue nos contará”. Dijo con plena confianza en él.
Tamara no pudo evitar pensar que eso era obra de Laurent, lo había hecho por venganza. Ángela, pensó lo mismo.
“Fue Laurent quien inventó esto. Tamara, lo hizo para hacerle daño y quitarle la posibilidad de que yo esté con él… no quiero que mi papá vaya a la cárcel”. Sollozó.
“Él no va a ir a la cárcel, la verdad va a salir a la luz”. Declaró con aparente firmeza. Sin embargo, tuvo dudas, porque si esa Kate era igual a Laurent, Xavier estaría en problemas.
“Si mi tía Kate va a decir la verdad, ella no va a permitir que papá vaya a la cárcel, ella no es como Laurent”.
Dijo la niña haciendo resurgir la esperanza en Tamara.
“Ella es buena, me visitaba a veces y me llevaba regalos, también llevaba a mis primos. Siempre les decía que nosotros debíamos querernos como hermanos amorosos, y protegernos… mi papá Travis la quería mucho, me grababa siempre para enviarle vídeos y fotografías de mí… las señoras que trabajaban en casa, decían que éramos dos gotas de agua, podríamos pasar como madre e hija, a diferencia que mis ojos son azules y los de mi tía Kate son color miel”. Dijo la niña con inocencia.
Las palabras de la niña, hicieron que los engranajes del cerebro de Tamara comenzaran a girar rápidamente. Si lo que Ángela decía era cierto, más lo que le había comentado Xavier…
‘¿Será posible que Kate sea la verdadera madre de la niña?’ Se preguntó, quizás ese video sea de ese momento cuando la concibieron
¿Estaría esa Kate dispuesta a decir la verdad? Quizás ella podría ser la clave para desenmascarar a Laurent y demostrar la inocencia de Xavier.
Tamara decidió que necesitaba hacer algo al respecto. No podía permitir que Xavier fuera incriminado por algo que no había hecho, tranquilizó a Ángela y esta regresó a su habitación mientras ella llamaba a Freya para que la ayudara a pensar en una solución.
Ángela entró a su habitación, no podía evitar sentirse mal, sabía que su padre estaba en peligro por culpa de ella. Caminó hacia uno de los cajones del closet, buscó su teléfono y lo encendió, enseguida los mensajes empezaron a llegar, todos eran de Laurent y un par de su tía Kate.
[Hola, Ángela. Supe que estabas en R%ma con tu padre… espero que estés, bien, ¿Te gusta estar en R%ma con tu padre? Si me necesitas no dejes de llamarme].
[Ángela, ¿Con quién estás? No le contestes las llamadas a Laurent, creo que lo mejor será que le digas a alguien que estás recibiendo amenazas de ella, no le hagas caso].
Luego vio los de Laurent, el último.
[Que consté, intenté no hacerle daño a tu padre, pero no me hiciste caso. Como no te viniste conmigo por las buenas, tendrás que hacerlo por las malas].
La niña le marcó a Laurent y habló.
“Está bien Laurent, tú ganas. Me iré contigo, pero no le hagas daño a mi padre. ¿Dónde nos vemos?”.
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