Mamá correcta, papá equivocado -
Capítulo 22
Capítulo 22:
Xavier ni se inmutó ante los gritos de Joel, ni siquiera se giró, actuó como si el otro no existiera. Solo se centró en Tamara y en la tensión de su cuerpo, incluso pudo darse cuenta de la palidez de su rostro. Levantó la mano y acarició con suavidad sus mejillas mientras la consolaba, sin mirar a Joel.
“Tranquila, te prometo que todo va a salir bien… no dejaré que te inoportune”. Declaró con voz suave tratando de tranquilizarla.
No obstante, Joel estaba fuera de sí. Primero, porque le molestaba que el hombre con quien estaba Tamara ni siquiera se girara para darle la cara. Segundo, ella ni siquiera intentaba correr hacia él para darle alguna explicación. Y tercero, sus padres parecían bastante complacidos por lo que estaba ocurriendo.
“Ustedes son unos padres alcahuetas, toleran que su hija meta hombres a su propia casa para coquetear sin importar que es una mujer casada ¿Qué clases de padres permiten esto?”. Expresó.
“¡Y tú eres el hombre más descarado que conocemos! ¿Te atreves a presentarte en nuestra casa después de lo que hiciste?”. Inquirió Lorenzo molesto mientras acortaba la distancia entre él y Joel, pero Isabel lo sostuvo impidiéndole seguir.
Pero Joel estaba cegado de la rabia. Avanzó hacia Xavier con intenciones de empujarlo con fuerza y arrebatarle a Tamara de sus brazos.
“iMaldita sea! ¿Es que eres un cobarde que no me piensas dar la cara?”. Espetó intentando tomar el brazo de Xavier.
Pero la reacción del hombre no se hizo esperar, se giró y le dio un puñetazo con tanta fuerza que Joel cayó rodando por el suelo mientras impactaba contra una cómoda y los objetos que estaban en ella comenzaron a caerle encima.
“¡No te atrevas a tocarme!”. Le dijo acercándose de manera peligrosa con la elegancia y fiereza de un felino: “Y la próxima vez te corto la mano”.
Le advirtió Xavier sintiendo la adrenalina invadir su cuerpo, porque no estaba dispuesto a permitir que Joel lo humillara a él o a Tamara.
Uno de los gemelos encendió la luz y todos se sorprendieron porque Joel, en vez de seguir la disputa, abrió los ojos de par en par por la sorpresa, mirando al hombre frente a él con admiración.
“¡Es usted!”. Exclamó mientras Xavier se sobaba la mano porque le había quedado doliendo luego del fuerte golpe que le propino.
“¿Quién eres tú? ¡Yo no te conozco!”. Rugió molesto por haberse visto obligado a hacer semejante espectáculo.
“Lo siento, pero esta es la segunda vez que lo veo con mi esposa… y eso que le dije a ella que mantuviera las distancias, pero claro, me imagino que Tamara es la culpable, porque no le dijo que era una mujer casada”. Expresó Joel levantándose del suelo: “Lo siento mucho si ella lo engaño, no tengo nada en su contra, arreglaré las cosas con ella y…”.
Las palabras de Joel fueron interrumpidas por el mismo Xavier.
“Ella si me dijo que estaba casada y que ahora se encontraba separada de su esposo… lo que se le olvidó decirme es que eras un ruin y un miserable patán desvergonzado. Lo que no entiendo es que si eso es lo que piensa de Tamara ¿Qué haces con ella?”. Inquirió y el rostro de Joel se contrajo.
Lorenzo, que hasta ahora se había mantenido en silencio, solo observando la reacción de uno y de otro; se dio cuenta de la diferencia abismal entre los dos, mientras uno era rastrero y para justificar a Xavier ofendía a Tamara, el otro la protegía. Sin embargo, le era difícil entender la actitud servil de Joel hacia un hombre que resultaba solo ser un gerente de hotel, no es que denigrara su oficio, nada más lejos de la realidad. Pero le resultaba extraño que el esposo de su hija se sometiera a él, siendo la clase de hombre que era.
“¿Sabe por qué lo hace?”. Empezó a decir Lorenzo: “Porque es un miserable que cree que va a poner sus manos en el dinero de los Castelli. Para tu información Joel, Tamara no tiene nada, ni acciones, ni ninguna propiedad, yo la despojé de todo cuando se casó contigo ¿Y sabes por qué lo hice?”.
el otro se mantuvo en silencio.
“Porque siempre supe la clase de inmunda rata que eres, por eso te dije que estábamos arruinados, para que te alejaras de ella. Por eso no entiendo las razones por las cuales te mantuviste a su lado”.
“¿Quiere saber por qué? Porque la amo, a pesar de lo que me está haciendo la sigo queriendo, ¿Por qué cree que estoy aquí dispuesto a perdonarle las infidelidades que cometió con Xavier?”.
Ante sus palabras, la rabia de Xavier se acrecentó y lo tomó por el cuello sacudiéndolo con furia. Eso hizo molestar a Joel y empezó a gritar improperios, estaba furioso porque aun cuando le había demostrado respeto, este se empeñaba en humillarlo.
“¿Qué tal, Sebastini Ferreri, si te demando por agresión? ¿Y si me voy a la prensa y te denuncio? Claro, crees que por ser miembro de una familia podrida en dinero puedes hacer lo que quieras”. Dijo Joel y cuando pronunció esas palabras la expresión de todos los Castelli, incluyendo a Tamara, era de desconcierto.
“Creo que estás equivocado, Xavier solo gerencia uno de los Hoteles Calrtron, él no tiene dinero”. Dijo Tamara y en ese momento recordó la tarjeta con las iniciales: “XSF”.
Pronunció en voz alta, más antes de decir algo al respecto, Joel agregó.
“¿Crees que es un gerente de alguno de los hoteles?”. Inquirió Joel negando con la cabeza.
En ese momento, se dio cuenta de que no era tiempo de estar de parte de Xavier, sino convencer a Tamara que estaba de su lado y demostrarle que la amaba. Por eso decidió echarle más leña al fuego en contra del hombre.
“¿No me digas que no te dijo quién era? Si eso es así, significa que sus intenciones no son serias, que pretende burlarse de ti y de todos los Castelli. Porque si no lo sabían, Xavier es el nieto de Nick Sebastini, el y dueño del conglomerado Sebastini con hoteles en los cinco continentes Am$rica, Asía, África, Oceanía y por supuesto en Eur%pa.
También será el director general de todas las empresas de esa familia después del retiro de su padre, y no conforme con eso, es el hijo mayor de la única hija de Sebastián Ferreri. Sí, los mismos que tienen el emporio empresarial más grande del mundo, cualquier bien que se te ocurra los Ferreri lo hacen, desde carros de juguetes hasta aviones de verdad”.
Xavier puso la vista en Tamara, quien lo miraba con absoluta decepción. Intentó acercarse a ella para explicarle, pero ella lo detuvo.
“¿Te divertiste tratando de conquistarme? Claro, solo querías llevarme a la cama desde el mismo momento en que coincidimos en la fiesta”. Expresó Tamara con resentimiento.
“Tamy ¡Escúchame! No es así, por favor déjame explicarte”. Intentó hablar Xavier, pero ella negó con la cabeza.
“Mi nombre es Tamara y nosotros no somos nada para que trates de explicarme, aunque te invitó mi padre y esta es su casa, creo que no pondrá ninguna objeción de que te pida que te vayas”. Pronunció con severidad.
Lorenzo e Isabella lo vieron con la misma mirada de decepción de Tamara.
“Si me dejan explicar…”.
Sus palabras fueron interrumpidas por Isabella.
“Ya el tiempo de explicar pasó, Señor Sebastini Ferreri, y me vale que sea el maldito dueño del mundo, mi hija habló”. Mencionó con severidad, haciendo señales hacia la puerta, mientras Xavier salía mirando una vez más a Tamara.
Cuando el hombre salió, Joel sonrió con satisfacción, pero su sonrisa se congeló al momento de escuchar a Lorenzo.
“Ahora es tu hora de rendir cuentas, Joel Prato”. Pronunció el hombre uniendo sus manos y sonando sus dedos como indició de lo que vendría a continuación.
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