Madre correcta, padre equivocado -
Capítulo 83
Capítulo 83:
Kate miró a Xavier con sorpresa y nerviosismo. Sus ojos se llenaron de lágrimas, mientras lo invitaba a pasar.
“Entra y hablemos en el despacho, por favor”.
Lo guio hasta la oficina, mientras se limpiaba las lágrimas intentaba encontrar las palabras adecuadas para poder explicarle que, a pesar de todo, ella no tuvo la culpa. Tomó asiento en el sofá señalando un espacio para que tomara asiento junto a ella, no pudo sostenerle la mirada y termino apartándola avergonzada.
“Lo siento, Xavier. Lo siento mucho”. Murmuró, con voz temblorosa: “Sin saberlo fui parte de un plan cruel, mi única justificación es que estaba enamorada y no tenía idea de cuán lejos podría llegar mi hermana”.
Xavier sintió un nudo en la garganta al escuchar sus palabras. Quería entender todo, quería saber por qué habían jugado con su vida y la de Ángela de esa manera.
“Necesito que me expliques, Kate. Necesito saber la verdad”.
“Ángela es mi hija, Xavier”. Soltó ella y el rostro del hombre palideció.
“¿Cómo obtuvieron mi muestra de s%men?”. Inquirió él y ella negó.
“No la obtuvimos”.
“Pero Ángela si es mi hija, las pruebas de ADN dieron positivas”. Protestó, sin entender.
“Fue de forma natural”. Confesó con voz entrecortada la mujer. Xavier abrió los ojos de par en par, levantándose del sofá como si lo hubieran impulsado por un resorte.
“¡Estás loca! Yo jamás me acosté contigo, ¿De dónde carajo sacas eso?”. Inquirió Xavier molesto.
“Yo… lo siento, pero luego que terminaste con ella, Laurent me trajo R%ma y me contó que tú le habías dicho que la dejabas porque no podía darte un hijo, que si tan solo yo pudiera ayudarla…”. Ella hizo una pausa sumiéndose en sus pensamientos.
“¿Y qué pasó?”.
“Yo le creí, ella también sabía que yo estaba enamorada de ti desde pequeña. En ese entonces me decía que nunca tendría una oportunidad de estar contigo, porque jamás te fijarías en mí. Luego crecimos y como ella estaba más cercana a tu edad, te enamoró”.
La mujer comenzó a sollozar antes de seguir.
“Ese día me dijo que a pesar de amarte te iba a perder, porque ella había quedado estéril cuando tuvo un accidente en una caída de bicicleta y lo que más querías en la vida era un hijo. Me preguntó si aún te amaba… le confesé que sí y fue cuando salió con una solución descabellada. Me propuso un descabellado plan, me iba a dar la oportunidad de tener intimidad contigo, que pasaría una noche completa junto a ti, mientas ella se encargaría de todo para que no te dieras cuenta, a cambio yo debía embarazarme de ti y darle mi hijo”.
Xavier la miró con incredulidad. No podía creer que Laurent hubiera planeado todo y que Kate se hubiera prestado para eso, habían utilizado a su hija como una forma de manipulación.
“Pero ¿Cómo ocurrió? ¿Cómo lograron hacer que yo hiciera eso?”.
Kate bajó la mirada, avergonzada.
“Yo no quería, le dije que eso no estaba bien, que si quería la podía ayudar con otros métodos, ya será de fertilización o inseminación, traté de persuadirla. Me dijo que esos métodos no servían porque era menor de edad. Le dije que eso era una locura, que cómo iba a ver a mamá en la cara, que se daría cuenta. Me respondió que no lo haría, porque me llevaría a los Estados Unidos, que allí me pagaría una academia para que estudiara actuación como quería y daría a luz a la niña”.
La mujer suspiró con pesar.
“Ella conocía todas mis debilidades… sabía que yo te amaba. Todavía era una niña Xavier, con poca voluntad, tú eras lo que más quería…”.
“¡No trates de justificarte! Dime ¡¿Qué más pasó?!”. Estalló molesto.
“Fuimos a tu apartamento y ya estabas ebrio, nos recibiste, aunque en principio trataste de echarla, pero ella te convenció en que no nos sacaras… tú llorabas y le preguntabas por qué te había hecho eso. Ella aprovechó y te agregó un estimulante se%ual a tu bebida… luego te llevó a tu habitación, la vi llevarte con ella e incluso los vi estar juntos, pero ella no confío en mí, siempre supo que yo terminaría echándome atrás.
Por eso en el refresco que me sirvió también colocó una dr%ga estimulante… me dr%gó y me acostó también contigo. No recuerdo nada de ese día, solo que cuando me desperté estaba a tu lado, me dolían mis partes íntimas y tú seguías dormido, cuando vi que tenía sangre entre mis piernas, entendí lo que había pasado.
Ella me observaba con una sonrisa siniestra. Me dijo que todo estaba hecho, me levantó de la cama, tomó las sábanas y me sacó de allí, luego me llevó a Est$dos Uy tres semanas después descubrí que estaba embarazada. Me sentí tan sucia, creí que iba a enloquecer por lo que ella te hizo y me hizo. Pero para evitar que hiciera algo me encerró en una casa, solo salía para ir a los controles de mi embarazo, dijo que mi nombre era Laurent Geter y cuando di a luz me la quitó… intenté retenerla, pero me dijo que habías quedado en estado vegetal, que no creerías nada y que con ella, mi hija tendría una buena vida”.
Al escucharla, Xavier sintió una mezcla de ira y tristeza. Estaba enfadado con Laurent y consigo mismo por haber sido utilizado de esa manera. Pero también sintió un poco compasión por Kate, porque era muy joven cuando fue arrastrada a este engaño sin darse cuenta de la magnitud de las consecuencias. Sin embargo, había muchas preguntas sin respuestas.
“¿Por qué no me dijiste nada?”. Interrogó.
“Porque tenía miedo de lo que pudiera ocurrir, ella le hizo creer a Travis que estaba embarazada y que tú la habías dejado y rechazado a su hijo. Se casó con ella cuando apenas yo tenía dos meses de embarazo, pero él debió viajar a As!a y ella aprovechó eso. Cuando él llegó se la mostró, Travis amó a la pequeña desde que la vio, pero cuando se enteró de la verdad, repudió a mi hermana y me dijo a mí que cuidaría de la pequeña, siempre me enviaba fotos y vídeos de ella”.
Ella se levantó, buscó en uno de los compartimientos del escritorio y le dio las fotos para que las viera.
“¿Por qué no recuperaste a la niña después que Travis supo la verdad?”. Siguió interrogando.
“Porque meses después de dar a luz, había conocido a un buen hombre. Me enamoré y me casé con él, hasta ahora nunca le he dicho la verdad, tenemos, tres hijos; uno de diez, uno de siete y uno de cuatro años… no tengo el valor para decirle esa verdad capaz de tambalear mi mundo… aunque no hay un solo día que no piense en Ángela.
Incluso cuando murió Travis, intenté traerla a vivir conmigo como mi sobrina, pero mi hermana no me lo permitió, me amenazó de que, si insistía en eso, le diría la verdad a Harry… y yo tuve miedo… pero ahora que conoces la verdad, no puedes permitirle a Laurent tener el control sobre la niña… yo lo siento, y lamento por no haberla protegido de la maldad de mi hermana”.
Xavier no se dio cuenta de que las lágrimas habían comenzado a salir de sus ojos pensando en todo lo que había sufrido Ángela.
“Voy a protegerla, pero no es porque tú me lo pidas, sino porque es mi hija… pero sabes, me decepcionas mucho. No te importo su vida por conservar una fachada de vida perfecta, preferiste tu felicidad a cambio de la infelicidad de Ángela, parece que ni tú ni tu hermana son buenas madres”. Ella dio un respingo al escucharlo: “No te preocupes Kate, no voy a dejarte en evidencia. Gracias por no ocultarme la verdad”.
Kate se hundió en el sofá, sintiendo el peso de las palabras de Xavier sobre ella. Sabía que merecía sus críticas y su decepción, pero también sabía que no podía cambiar el pasado.
“No puedo pedirte que me perdones, Xavier. No lo merezco”. Susurró, con la voz quebrada por el arrepentimiento.
“A mí no tienes que pedirme perdón, porque después de todo fuiste otra víctima. El perdón debes pedírselo a tu hija, por no haber luchado por ella”. Declaró Xavier con molestia.
“Te juro que mi conciencia me lo reprocha. Porque he vivido con el peso de esta verdad durante años, sintiendo culpa y remordimiento cada día. He intentado ser una buena madre para mis otros hijos y darles la vida que se merecen, pero siempre he llevado el peso de la culpa por todo lo que ha vivido Ángela”.
Xavier la observó por un momento, notando su genuino remordimiento. A pesar de todo lo que había sucedido, una pequeña parte de él podía entender el miedo y las manipulaciones que Kate había enfrentado, porque en ese momento cuando solo era una niña.
“No puedo cambiar lo que ha pasado, pero puedo hacer todo lo posible para proteger a Ángela ahora. No voy a permitir que Laurent siga teniendo control sobre su vida”. Declaró Xavier con determinación.
Kate asintió, secándose las lágrimas.
“Mi hermana se aseguró de mantenerla alejada de mí. Por favor, protégela y dale la vida que se merece, Travis la protegió mucho, pero ya no está. Aunque tuvo a Laurent a raya, no pudo hacer más de allí, pero si hay alguien que puede ser capaz de acabar con la maldad de mi hermana eres tú”.
Xavier se levantó y caminó hacia Kate, extendiendo una mano para ofrecerle apoyo.
“Haré todo lo que esté a mi alcance para asegurarme de que Ángela esté a salvo. No puedo cambiar el pasado, pero puedo construir un futuro mejor para ella”. Dijo con un suspiro lleno de tristeza y esperanza por su hija.
Kate tomó su mano, agradecida por su comprensión y la promesa de proteger a su hija. Sabía que había cometido errores irreparables, pero en ese momento, sentía un rayo de esperanza.
“Gracias, Xavier. Saber eso me da alegría. Por favor, cuídala”.
“Lo haré. Te lo prometo”. Respondió él, con sinceridad.
Con una mezcla de tristeza y alivio, Kate le entregó algunas fotografías y vídeos sobre Ángela, lo mismo que les enviaba Travis.
Él se prometió a sí mismo que haría todo lo posible para enmendar el pasado, se aseguraría de que Ángela conociera la verdad y encontrara la felicidad que se le había negado durante tanto tiempo.
Con una última mirada cargada de emociones, Xavier se despidió de Kate y se marchó de su casa con la determinación de enfrentar a Laurent, iba a asegurarse de que pagara por todo el sufrimiento que había causado.
.
.
.
Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.
Reportar