Madre correcta, padre equivocado -
Capítulo 64
Capítulo 64:
Tamara estaba sentada en el sofá, respiró profundo tratando de aliviar su angustiado corazón, con el teléfono en la mano y lágrimas en los ojos. Había recibido una llamada de Xavier, pero decidió no contestarla.
No es porque estuviera enojada con él, sino consigo misma por haber confiado demasiado y haberse ilusionado en vano. Sabía que era hora de tomar una decisión importante, ella no estaba destinada a ser amada.
Decidida a alejarse de todo lo que le recordaba a Xavier, empezó a empacar sus pertenencias en una maleta. Su ropa, algunos recuerdos y su corazón roto, eran las cosas que necesitaba para comenzar una nueva vida en otro lugar.
El destino aún no estaba claro, pero lo que sí sabía era que necesitaba un nuevo comienzo.
Tomando un respiro profundo, Tamara decidió viajar a Fl%rencia, ni siquiera le contó a Freya. Cuando llegó a la ciudad se dirigió a la casa de sus padres.
Al llegar, ellos tenían una mezcla de preocupación y curiosidad en sus rostros, porque Tamara ni siquiera les había avisado que estaría allí. Sus padres intuían que algo no iba bien, pero decidieron esperar a que ella estuviera lista para compartirlo.
“Mamá, papá, necesito hablar con ustedes. Lo primero que quiero decirles es que los he extrañado mucho”. Sus padres se levantaron y la abrazaron mientras ella se quedaba aferrada a ellos: “A veces quisiera ser otra vez una niña y quedarme así protegida por ustedes”.
Les dijo mientras las lágrimas corrían por su rostro.
“Mi amor, ¿Qué te pasa? Sabes que aquí estamos para protegerte”.
“La inseminación que me hicieron funcionó, estoy esperando trillizos”. Respondió y sus padres abrieron la boca sorprendidos para después sonreír.
“Eso es una buena noticia”. Manifestó su padre.
“¿Y entonces Joel no es el padre?”. Inquirió su madre y ella negó con la cabeza.
“Tampoco lo es su amigo… es Xavier”. Expresó Tamara soltando todo el aire que no sabía que estaba conteniendo.
“Pero eso es bueno, es un buen hombre”. Indicó su madre.
“Sí, creo que lo es, aunque es un mujeriego consumado”. Pronunció con tristeza: “Y esos nunca cambian”.
“No estoy de acuerdo, yo lo era y cuando volví a ver a tu madre después de tantos años, supe que ella era la única mujer que quería en mi vida”. Dijo su padre justificando a Xavier.
“Los hombres de la familia son la excepción, pero él no creo, no puede ver una falda porque sale corriendo tras ella”.
El rostro de ella expresaba tristeza, y eso no pasó desapercibido para su madre.
“Hija, te vemos triste y preocupada. ¿Qué está pasando?”. Interrogó su madre.
“Yo… quería decirles que he tomado una decisión importante: “Suspiró varias veces como si se estuviera armando de valor: “No sé cómo decírselos, pero he decidido irme de It$lia. Quiero comenzar una nueva vida en otro lugar”.
“Hija”. Comenzó a decir Lorenzo: “Estamos aquí para apoyarte cualquier decisión y en todo lo que necesites. Pero nos preocupa que algo haya sucedido y que tomes decisiones tan apresuradas. ¿Hay algo más que quieras compartir con nosotros?”.
Tamara dudó por un momento, No estaba lista para hablar sobre Xavier y su desilusión amorosa, pero sabía que sus padres merecían la verdad.
“No quiero entrar en detalles, pero me siento muy decepcionada de mí misma, siento que no he aprendido de lo que viví con Joel, Confíe de nuevo en alguien y no era una persona adecuada. Necesito tiempo y espacio para curar mi corazón roto”.
“¡Oh, cariño, lo siento tanto!”. Exclamó su madre.
Las miradas de Lorenzo e Isa se cruzaron, los dos sabían quién era la persona que le había roto el corazón, pero ninguno se atrevió a decirle algo.
“Esas heridas pueden ser difíciles de sanar, pero estamos aquí para apoyarte en todo momento”.
“Tamara, recuerda que siempre puedes contar con nosotros, no solo con tu madre y conmigo, también con toda la familia. Estaremos a tu lado mientras atraviesas este difícil momento. Si sientes que mudarte a otro lugar es lo que necesitas, te apoyamos completamente. Sin embargo, ¿Has pensado que el padre de los trillizos tiene derecho a compartir con ellos?”.
La chica asintió.
“Lo sé, y no pienso negarle ver a sus hijos, cuando nazcan le avisaré y le permitiré que los vea”. Sus padres se miraron a los ojos, mas no dijeron nada, era su hija y la apoyarían en todo.
Tamara se sintió aliviada al saber que tenía el respaldo de sus padres. Sabía que no estaría sola en su viaje hacia la sanación y el crecimiento personal. Le agradeció a sus padres por su comprensión y amor incondicional.
Ese mismo día compró su boleto a Santi$go de Ch!le. Salía en dos días, pero ya estaba ansiosa por regresar y abrazar a sus abuelos, sus tíos.
Por su parte, a los dos días Xavier llegó al apartamento, estaba emocionado porque por fin estaría con la mujer que amaba, también se había puesto de acuerdo con su amiga para que los visitara y conociera.
Al entrar a la sala lo recibió el silencio, Xavier entró apresuradamente buscando a Tamara. Su corazón latía acelerado y la preocupación se apoderó de él.
“Tamy amor, ¡Ya llegué! Te extrañé tanto… no voy a dejarte salir de la cama los próximos tres días”. Dijo sonriente.
Caminando por la sala, vio un sobre en la mesa y la curiosidad pudo con él, al revisarlo se dio cuenta de que era el acta de divorcio de Tamara, eso lo hizo emocional.
“Genial, ahora solo debo convencerte a que te cases conmigo”. Dijo emocionado: “¡Tamy!”.
No había rastro de su presencia en ninguna parte. Revisó por toda la casa, y al llegar a su habitación examinó las gavetas, al hacerlo vio que faltaba mucho de su ropa.
De pronto una idea llegó a su cabeza y la preocupación aumentó.
“¿Por qué te fuiste?”.
Salió a casa de Freya, pero no la encontró. Aunque la busco por todos lados, no daba con ella, se sentía muy frustrado.
Tomó el teléfono y comenzó a llamarla. Como había sucedido esos días, este repicaba, pero ella no lo atendía.
“Tamara ¿Dónde estás? Por favor, respóndeme”.
El silencio era la única respuesta que recibía. Sentía un nudo en la garganta mientras trataba de entender lo que estaba sucediendo. No entendía por qué Tamara no le contestaba ni por qué había desaparecido repentinamente.
Decidido a encontrar respuestas, tomó una decisión. Agarró el teléfono de nuevo y llamó a sus padres para notificarles.
“Papá, ya estoy en R%ma, todo está resuelto”.
“Lo sé hijo, estuviste genial, estoy muy orgulloso de ti”.
“Solo que al parecer mi ausencia me está costando que la mujer que amo me abandonara y me dejara, por eso me voy a Fl%rencia, lo más probable es que esté allá”.
“Entonces búscala… pero espera, tu madre quiere hablar contigo”. Le dijo y se la pasó de inmediato.
“Hijo, creo saber qué sucedió, la prensa publicó unas fotos tuyas con Kat junto a algunas del pasado, son bastante comprometedoras. Es muy probable que ella las haya visto y por eso se fue”. Mencionó su madre preocupada.
“Entonces debo explicarle, mi Tamy es de las que dispara primero y luego averigua. Por eso me voy a Fl%rencia”.
Luego se despidió de sus padres y llamó a Emiro, quien no iba muy lejos cuando le ordenó regresarse.
“Debes regresar, necesito que me lleves al aeropuerto, voy a Fl%rencia”.
“¿Debo acompañarlo a Fl%rencia?”. Preguntó el hombre no le gustaba mucho la idea.
“No, iré solo, es un asunto personal”. Respondió con sinceridad.
Minutos después estaba Emiro de vuelta.
Xavier decidió no llamar a los padres de Tamara para avisarles de su visita, porque pondría a Tamara sobre aviso y terminaría yéndose a otro lugar.
Sin perder un segundo, se dirigieron al aeropuerto. Él tomó el primer vuelo disponible hacia Fl%rencia, donde se encontraba la casa de los padres de Tamara. El tiempo en el avión se le hizo eterno, lleno de pensamientos ansiosos y preguntas sin respuesta.
En menos de cincuenta minutos estaba en Fl%rencia, cuando llegó a la casa de la familia de Tamara, los miembros de seguridad lo retuvieron.
“Necesito que me dejen entrar sin anunciarme, porque si lo hacen no me querrán ver, esa puede ser la diferencia para que pueda ser feliz”.
“¿Y si nos despiden?”. Interrogó el hombre preocupado.
“Les doy empleo en mi equipo de seguridad, con mejor sueldo y mejores beneficios de los que tengan aquí”.
Eso los convenció y lo dejaron pasar. Cuando tocó la puerta, la madre de Tamara lo vio sorprendida.
“Xavier ¿Qué haces aquí?”.
“Creo que usted lo sabe, necesito hablar con Tamara. ¿Está con ustedes?”.
La mujer vio a un lado y luego respondió.
“No creo que ella quiera verte”.
Xavier se quedó sin palabras por un momento. La confusión y el temor se apoderaron de él.
“Necesito darle una explicación, creo que se molestó por algo que salió en la presa, me han vuelto a difamar, han publicado fotos de mí con una amiga Kat e incluso han utilizado imágenes antiguas para hacer creer que estoy con ella y eso no es cierto”.
“Oh, Xavier, lo siento mucho. Sé que las apariencias pueden ser engañosas, y mi hija es muy desconfiada después de todo lo que le ha pasado, Quizás hablando con ella pueda aclarar las cosas”.
Xavier agradeció las palabras de consuelo de la madre de Tamara. Decidió que no podía esperar más. Necesitaba encontrar a Tamara y aclarar las cosas de inmediato.
De pronto el padre de Tamara apareció.
“¿Qué haces aquí y cómo lograste entrar?”.
“Persuadí a los guardias, si usted los despide, yo los empleo. Necesito encontrar a Tamara, estoy preocupado por ella. Ha desaparecido y no responde a mis llamadas, hubo una confusión y a ella le parece más fácil no creer en mí”.
“Tampoco es que le has dado mucha seguridad”.
“Si se la he dado, pero ella pone distancia entre nosotros, me parece que espera ansiosa que yo me equivoque, ahora no sé dónde está”.
“Ella estuvo aquí”. Xavier respiró aliviado, pero pronto su preocupación reapareció cuando lo escuchó agregar: “Pero sus hermanos la fueron a llevar al aeropuerto, se va del país a Santi$go de Ch!le”.
Los ojos de Xavier se abrieron de par en par mientras tragaba grueso.
“Tamy no puede irse, yo la amo, quiero hacer mi vida con ella y nuestros hijos”. Declaró pasándose la mano por la cabeza con una expresión de angustia.
“Si la quieres buscar por los niños, porque temes que ella no te deje verlos, cuando nazcan se establecerá el régimen de visita”.
“Amo a mis hijos, los he deseado más que nada en el mundo, pero también amo a Tamara, es la mujer con la que quiero pasar el resto de mi vida. Sé que debo lidiar con su desconfianza y sus inseguridades, estoy dispuesto a esperar, pero jamás a renunciar a ella”. Sentenció con firmeza, su respuesta le agradó al suegro.
“Entonces vamos, yo te llevo a rescatar a tu mujer y a tus hijos. Sin embargo, voy a dejarte algo claro Xavier. El maldito de Joel le hizo daño y solo pude golpearlo, aunque no como yo quería, pero si tú le haces daño a mi hija, no es un golpe lo que te voy a dar, sino que hasta ese día vives ¿Entendido?”. Inquirió Lorenzo con firmeza.
“Si yo le hago daño, no tendrá que matarme, yo mismo me doy un tiro”. Declaró con vehemencia y Lorenzo asintió complacido.
“¡Entonces vamos por ella!”.
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