Madre correcta, padre equivocado -
Capítulo 14
Capítulo 14:
Xavier no podía dejar de relacionar el nombre de Lorenzo Castelli con la chica de la noche anterior. ¿Qué relación tendría con su Tamara? Decidió que debía averiguarlo y por eso había tomado la decisión de tomar un vuelo a Fl%rencia lo más pronto posible. Aunque había rechazado que su jefe de seguridad le investigara sobre eso, a pesar de que le daría la información en tiempo récord, de pronto sintió la curiosidad de hacerlo por sí mismo.
¿Será que es su esposo? Pensó.
Bueno, vamos a averiguarlo, porque si te sonrojabas ante mi presencia, quiere decir que ese idiota no te ha enseñado mucho. Dijo en su interior con irritación.
Gianna, su secretaria, hizo todos los arreglos necesarios para que viajara ese mismo día en un vuelo comercial. Y aunque no era su estilo, Xavier decidió hacerlo así para pasar desapercibido.
Mientras esperaba los datos del vuelo, se dedicó a investigar todo lo que podía sobre Lorenzo Castelli y su empresa, Cavalcanti Modas.
Cuando Tamara vio la nota que traían las flores, casi cae desmayada de la impresión. Sin perder el tiempo buscó su celular y le marcó a Freya.
“Me mandó un arreglo de flores con una nota”. Dijo con un tono lleno de temor, sorpresa y hasta alegría. Sin poder contener los latidos acelerados de su corazón.
“¿Xavier?”. Preguntó emocionada su amiga.
“¿Cómo supiste que era él?”.
“Porque el patán de Joel no es capaz de darte ni una flor de papel, mucho menos va a ir a una floristería a comprarlas. Se necesita demasiado romanticismo en las venas, cosa que él no tiene.”
“Pero esto no está bien Freya, Xavier sabe mi dirección y me da un poco de miedo ¿Y si se trata de un acosador?”.
“No lo es”. Refutó Freya.
Por un momento se mantuvieron en silencio, Tamara tenía miedo de todo, no quería tener ningún tipo de conflicto, ella era casada, ¿Qué pasaría si se sabía que ella estaba coqueteando con otro hombre teniendo su marido?
“No Freya, esto no está bien”.
“Si eres tonta ¿Y si es el destino?”. Preguntó su amiga.
“Entonces te voy a demostrar que eso no depende del destino, sino de nosotros mismo”. Señaló con firmeza.
“¿Qué piensas hacer para evitarlo?”. Preguntó su amiga mientras negaba con la cabeza por la terquedad de Tamara, pensando que eso si lo tenía intacto la condenada.
“He decidido irme a Fl%rencia, necesito pensar y que mejor lugar que estando al lado de mi familia. Cualquier cosa no dudes en llamarme”.
“Suerte con eso, te conozco, solo quieres huir porque tienes miedo de que Xavier te enamore, pero el problema está en que nunca un hombre te había hecho sentir especial y ahora te cuesta lidiar con esas emociones. Te puedo asegurar que escapando no es la mejor forma”.
“No es eso, de verdad necesito poner distancia con todo y ver a mi familia. Voy a reservar un vuelo comercial para Fl%rencia, saldré en el primer vuelo”.
“Está bien, quizás hablando con tu familia puedas recuperar tu esencia y logres ser la chica que solías ser cuando te conocí. Hace ocho años, eras una jovencita alegre, divertida, bromista y alocada. Por favor, búscala donde la dejaste”. Expresó su amiga con un tono de tristeza.
Cuando cortó, Tamara suspiró, hizo una llamada y reservó su vuelo. Mientras comenzaba a preparar todo para su partida, los recuerdos del pasado inundaron su mente.
Cuando se mudó de Ch!le a Fl%rencia con su familia, estaba llena de una energía incomparable, era como un huracán que arrasaba todo a su paso. Una semana después comenzó sus estudios en uno de los colegios más prestigiosos de la ciudad.
El primer día no fue lo que esperaba, lo único bueno que sacó fue su amistad con Freya, porque también tenía sangre latinoamericana y al igual que ella era directa, no era clasista. Pero del resto se sintió como una cucaracha en el baile de una gallina, sus compañeros eran por completo snobs, la veían de manera despectiva por venir de Sudamérica y por su particular estilo de ser.
A los pocos días de ingresar, como medida para vengarse por sus constantes burlas y actitudes xenófobas, comenzó a hacerles bromas.
Un día que debían ir vestidos de blanco, agarró una pintura en Spray y repintó los pupitres de los compañeros que más trataban de humillarla a ella y a Freya. Cuando todos se sentaron y luego se levantaron, quedaron marcadas las formas de sus nalgas en sus pantalones, la cual fue visible mientras caminaban a la pizarra. Tamara nunca olvidaría la carcajada general que se escuchó al verlos, sintiéndose triunfante por haberles jugado una buena broma.
A partir de ese día, comenzó a ganarse el respeto de sus compañeros, por lo menos no la despreciaban de frente, porque nunca dejó de ser una foránea en su mundo, pero eso a ella no le importaba.
Tamara sonrió al recordar aquel momento, a pesar de que la situación en aquel entonces no era del todo buena, algo cambió a partir de aquel día. Tamara se adaptó a la vida en Fl%rencia y sus estudios en el colegio se convirtieron en su principal ocupación.
Ella y Freya se convirtieron en inseparables, juntas hicieron muchas travesuras y locuras durante su paso por el colegio.
Pese a ello, nunca dejó de lado su espíritu libre y rebelde que había traído desde Ch!le… hasta que conoció a Joel en una fiesta.
Se sintió atraída por él desde el primer momento, para ella se trataba de amor a primera vista. Él era atento y caballeroso, pero no se fijaba mucho en ella. Ella estaba decidida a cautivarlo, resultó ser un primo de una excompañera de clases.
“¿Veo que no quitas la mirada de mi primo?”. Como ella se quedó en silencio la chica sonrió: “¿Te gusta?”.
A pesar de que ella no dijo nada, su excompañera sabía que no estaba equivocada.
“Puedo ayudarte con él, pero debes empezar por cambiar tu forma de ser. A Joel le gustan las mujeres tímidas, recatadas, obedientes… detesta a las rebeldes y de lenguas mordaces. Lo cautiva una mujer que sepa callar, que se vista con sencillez, pero elegancia y sin mostrar su cuerpo. Es de los que considera que las mujeres que muestran piel, son unas exhibicionistas”.
Ese día, recordó lo que siempre decían en su familia, que debía apaciguar su carácter porque si no lo hacía iba a terminar espantando al hombre de su vida. Por eso ella tomó la decisión de conquistarlo. Por eso no le importó cambiar su estilo y convertirse en la mujer de la que Joel se enamoró.
Y lo logró, dos semanas después estaban saliendo, un mes después eran novios y tres meses posteriores se estaban casando. A estas alturas, pensaba si ese había sido el principal error de su vida, convertirse en otra persona por amor a un hombre
¿Valió la pena hacer eso? Se preguntó, y sinceramente a esas alturas lo dudaba.
Comenzó a prepararse para irse a Fl%rencia. Aunque sacó una ropa para llevar, luego decidió que mejor no se llevaría nada de eso.
En el fondo no quería nada que le recordara esos cinco años, quería ser otra y que mejor manera que pidiéndole a su madre que le ayudara a renovar su vestuario. Estaba segura de que su familia la ayudaría a recuperar su esencia… se llevarían una sorpresa cuando la vieran.
Llamó un taxi una vez lista y treinta minutos después llegó al aeropuerto. Se chequeó en el mostrador y no tuvo que esperar mucho para comenzar a embarcar, justo estaban haciendo el último llamado cuando entregó su boleto.
La auxiliar de vuelo le indicó los asientos donde debía sentarse. Llegó a su puesto y sin ver le pidió a la persona que estaba en el puesto del pasillo que le permitiera ingresar, cuando el hombre se levantó abrió los ojos de par en par mientras él sonreía de manera seductora.
“¡Qué pequeño es el mundo!”. Exclamó sin dejar de mirarla: “¿Crees en el destino?”.
“¿Xavier? ¿Qué estás haciendo aquí?”. Preguntó ella cuando al fin encontró su… voz. Con una mezcla de curiosidad y cautela.
“Viajando a Fl%rencia como lo haces tú ¿Hay algún problema?”. Interrogó de la manera más casual posible, sin dejar de sonreír.
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