Madrastra de cinco grandes villanos
Capítulo 37

Capítulo 37: Locutora de Radio

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Esta vez, los diseños de Mu Jingzhe eran completamente diferentes a los anteriores. Muchos de ellos eran diseños de mariposas, pero eran completamente diferentes. Se utilizaba tela de encaje y las combinaciones de colores eran atrevidas, lo que las convertía en un espectáculo encantador.

Entre las nuevas muestras también había una pinza para el cabello con forma de mariposa. Esta vez, ya no era de tela, sino de otros materiales y pequeñas cuentas. Cuando las alas se movían, parecía que las mariposas estaban a punto de levantar el vuelo.

A la Pequeña Bei se le iluminaron los ojos. «Tía, me gusta mucho. Yo también quiero uno».

«Te he guardado uno, pero aún no puedes usarlo. Tendrás que esperar hasta que lo lancemos».

La Pequeña Bei asintió obedientemente a pesar de su reticencia. «De acuerdo».

«Luego te haré uno de libélula. Sólo para ti, ¿De acuerdo?» Mu Jingzhe sintió que le dolía el corazón al ver lo sensata que era la niña.

Los niños eran obedientes y sensatos porque nadie les había consentido convertirse en mocosos.

Después de saltarse un año, Shao Dong y Shao Xi se desempeñaron muy bien. Aunque eran los más jóvenes, eran los que más sabían. Incluso los profesores los elogiaron.

Ese día, Shao Xi dijo que el nuevo profesor de lengua había pedido conocer a Mu Jingzhe en la escuela.

Antes, siempre buscaban a Zhao Lan cuando surgía algo. Desde que Mu Jingzhe había venido la última vez, todos habían empezado a buscarla en su lugar y a considerarla como su madre.

«¿Qué paso?»

La primera reacción de Mu Jingzhe no fue preguntar si Shao Xi se había metido en problemas de nuevo.

Su rendimiento en la nueva clase era bastante bueno.

«No lo sé.» Shao Xi negó con la cabeza. Tenía bastante curiosidad, pero también estaba un poco nervioso.

Después del almuerzo, Mu Jingzhe fue a la escuela.

«La ciudad está publicando un libro de ensayos de nota completa escritos por estudiantes de primaria. Hay ensayos de estudiantes de todos los niveles en él. Nos han notificado que cada profesor de la escuela puede recomendar una redacción de nota completa. La última vez, cuando presentamos la redacción de Shao Xi para el nuevo examen, dijeron que era muy novedosa. Quiero presentarlo de nuevo y probarlo. ¿Estás de acuerdo?»

Los ojos de Mu Jingzhe se iluminaron. «Por supuesto».

El profesor de la clase se alegró de ver que la apoyaba tanto. «No se lo dije a Shao Xi por el momento porque temía que se hiciera ilusiones sólo para decepcionarse. Podría no ser elegido».

«Vamos a intentarlo. Quién sabe, hay una posibilidad de que su ensayo sea elegido».

No importaba si no era elegido ni la primera ni la segunda vez, ya que definitivamente sería elegido.

Mu Jingzhe estaba eufórica al ver que este profesor de forma no era como Zhang Fei.

«De acuerdo, enviémoslo entonces. Ya lo he preparado y le he puesto un sello. Puedes volver y enviarlo».

«De acuerdo.»

«Ah, sí, tengo que decirle algo. Si su ensayo es elegido, no habrá derechos de autor, pero se enviarán algunos libros de muestra».

«Lo sé.» Mu Jingzhe entendió.

Pensó que en el futuro podría comprar algunos libros infantiles y leer más. Si hubiera concursos adecuados, podría conseguir que Shao Xi se presentara a ellos.

Esto era alentador para Shao Xi, ya que demostraba su excelencia. Además, podía ganar dinero, así que ¿Por qué no?

Mu Jingzhe estaba a punto de salir de la escuela felizmente cuando se encontró con el director en la puerta. El director estaba pidiendo a alguien que llevara algunas cosas con una viga ancha.

Dijo que la escuela tendría una transmisión en el futuro. A partir de ahora, podrían celebrar la ceremonia de izado de bandera todos los lunes y hacer calistenia radiofónica1 todos los días.

Mientras la presentación de Shao Xi tenía que esperar, la Pequeña Bei le preguntó a Mu Jingzhe algo incómodo antes de dormir.

«Tía, el director dice que nuestra escuela tendrá ahora emisiones de radio. Todas las escuelas de allí tienen estudiantes como locutores de radio, así que quiere que nos apuntemos también. YO…»

«¿Quieres intentarlo?» preguntó Mu Jingzhe.

La Pequeña Bei dio un codazo a Mu Jingzhe y le susurró: «¿Puedo? Mi mandarín… sólo lo he aprendido de mi profesor y de ti, tía, así como de la grabadora».

La pequeña Bei tenía una compañera de clase que tenía una grabadora en casa. A sus compañeros les encantaba, y la Pequeña Bei ya había ido a casa de esa compañera para escucharla.

Un magnetófono era un artículo raro y caro que sólo se compraba cuando una pareja se casaba. Reproducir cintas y escuchar música se consideraba un entretenimiento poco común.

Aparte de las cintas de canciones, también había algunas cintas de películas.

La gente que vivía en el campo no tenía medios para ver una película, así que se limitaba a escuchar cintas. Todo el mundo escuchaba las cintas de cine con fruición, reproduciéndolas tantas veces que a veces incluso podían recordar las líneas.

Era un entretenimiento poco frecuente en la aldea, y a la Pequeña Bei le encantaba escuchar esas cintas. Incluso había aprendido a hablar como la gente de las cintas y podía hacer una excelente imitación.

La Pequeña Bei no se sentía segura, pero Mu Jingzhe la animó a intentarlo.

Aunque no estaba segura de que la Pequeña Bei siguiera el camino de la actuación en el futuro, siempre era bueno intentarlo. La haría más versátil si realmente seguía el camino de la actuación en el futuro.

En el libro, la Pequeña Bei tenía excelentes dotes de interpretación, y su única debilidad era que la forma en que leía sus líneas era deslucida. Esto se debía a que había sido sorda durante un periodo de tiempo considerable y no había tenido una base de mandarín desde una edad temprana. Sólo consiguió superar esos puntos débiles después de un gran esfuerzo.

Esta vez, esperaba que la Pequeña Bei no tuviera que sufrir tanto.

Con el estímulo de Mu Jingzhe, Bei se inscribió con valentía.

En total se apuntaron cinco estudiantes. Los otros cuatro eran estudiantes de quinto y sexto año, así que la Pequeña Bei era la más joven.

Sin embargo, la que mejor se desenvolvió fue la Pequeña Bei. Todavía era un poco tímida, pero también era la niña más atrevida y menos nerviosa.

Así, la Pequeña Bei se convirtió en una pequeña locutora de radio.

Su voz resonó en toda la escuela y en el cielo del Pueblo del Gran Oriente. Al principio sólo era un simple aviso, pero era suficiente para que cualquiera se sintiera orgulloso.

Mu Jingzhe le regaló una radio durante su primera emisión.

Con una radio, ella podría escuchar programas y emisiones de noticias. Además, la ayudaría a aprender mandarín.

En aquella época, los programas de radio eran muy populares. Había todo tipo de programas, incluidos los infantiles, así que esto era muy adecuado para la Pequeña Bei.

Como era pobre y no podía permitirse una radio nueva, sólo podía pensar en comprar una ya usada.

«Pequeña Bei, puedes usar esto por ahora. La tía la sustituirá por una nueva en el futuro».

Mu Jingzhe temía que la Pequeña Bei se sintiera infeliz, pero la Pequeña Bei la apreciaba mucho.

«No es necesario. Gracias, tía. Me gusta. No hace falta que me compres una nueva».

La incorporación de la radio hizo que la casa estuviera aún más animada. Todos los días, la Pequeña Bei escuchaba la radio y hacía imitaciones de las voces que oía.

Antes, solían dormir básicamente al anochecer. Ahora, después de cenar, tenían una nueva forma de entretenimiento y se reunían para escuchar la radio.

Siempre era bueno escuchar más y ampliar los horizontes. Además, a través de la radio se podían escuchar muchas noticias del mundo exterior. Mu Jingzhe lo necesitaba de verdad.

Echaba mucho de menos los teléfonos modernos e internet.

Cuando Shao Qiyang estaba en casa, también se unía a ellos. Inevitablemente, tenía que enfrentarse a las innumerables preguntas de la Pequeña Bei.

Había muchas cosas en la radio que a los niños les resultaban desconocidas. Al principio, la Pequeña Bei era la única que preguntaba a Mu Jingzhe cuando había algo que no entendía. Si Mu Jingzhe no entendía algo, se limitaba a decir que no lo sabía, lo cual era cierto. Si sabía la respuesta, se la explicaba.

A medida que iba explicando, los niños se iban fascinando con las historias y anécdotas. Más tarde, Shao Xi y Shao Nan empezaron a hacer preguntas también, e incluso Shao Dong planteaba preguntas de vez en cuando.

Mientras sintonizaban el canal infantil, escucharon que el público había presentado algunas historias. Más tarde, se anunció por la radio que todo el mundo podía presentar su manuscrito. Mu Jingzhe y Shao Xi lo discutieron durante un rato antes de decidirse a presentar un artículo que les pareciera adecuado a la dirección mencionada.

En medio de este ajetreo, falleció un anciano del pueblo. Tenía más de 80 años y había gozado de buena fortuna y longevidad, así como de una próspera vida familiar.

Como había fallecido una persona del pueblo, todos sus parientes iban a su funeral. Incluso Shao Qiyang no fue a trabajar. Se preparaba para llevar el ataúd el día del funeral.

Cuando Mu Jingzhe y Shao Qiyang llevaron un manojo de rábanos, se encontraron con Mu Xue y Tang Moling.

Al verlos, Mu Jingzhe preguntó rápidamente a Li Zhaodi: «Mamá, ¿Ha venido la Familia Tang a proponer matrimonio? ¿Cuándo se van a comprometer?».

Según el argumento de la novela, la familia Tang iba a pedir matrimonio muy pronto.

Inesperadamente, Li Zhaodi negó con la cabeza. «No he oído nada».

¿Eh?

¿Todavía no le había propuesto matrimonio? Qué extraño.

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Nota de Tac-K: Pasen un buen fin de semana chic@s, Dios les ama y Tac-K les quiere mucho. (>‿=)✌