Madrastra de cinco grandes villanos
Capítulo 207 - El matrimonio podría anularse

Capítulo 207: El matrimonio podría anularse

Shao Qiyang se quedó boquiabierto mientras observaba a Ji Buwang desde un lado. Había un indicio de admiración en sus ojos que ni él mismo había notado. ¿Podría ser eso también cierto?

Cuando los oyó discutir sobre ser su «marido legítimo» e incluso decir que cada uno confiaría en sus propias habilidades, realmente quiso levantar la mano y unirse. Ni siquiera pediría ser un marido legítimo. Incluso si fuera un concubino… Bah, no era un concubino ni la versión masculina del mismo. De todos modos, él también necesitaba que ella fuera responsable de él.

Shao Qiyang estaba ansioso por hacer un movimiento. En su mente, desenterró al instante el recuerdo de Mu Jingzhe llamando a su puerta en mitad de la noche. Sí, esto también era viable. Además, en cuanto a tiempo, había sido incluso antes de la aparición de Ji Buwang, así que podía unirse totalmente.

Justo cuando Shao Qiyang estaba a punto de levantar la mano, Mu Jingzhe dijo: «Deja de hacer el tonto».

Giró su cabeza y miró a Ji Buwang. «Sabías que no era…»

Ji Buwang no dejó que Mu Jingzhe continuara. La apartó y le susurró: «Lo sé, pero ya no deseas ser marido y mujer con él, ¿verdad? Me doy cuenta de que ya no quieres eso, así que dame otra oportunidad. Sólo déjame hacer un escándalo».

Mu Jingzhe estaba aturdida. Hoy sólo había visto a Ji Buwang un rato y ni siquiera había hablado mucho con él. ¿Cómo lo sabía?

Un atisbo de sonrisa pasó por los ojos de Ji Buwang. Se dio cuenta.

Anteriormente, cuando Shao Qihai no había estado cerca, Mu Jingzhe nunca le había mencionado a Shao Qihai. No había estado triste ni nada parecido, y no parecía tener ningún sentimiento por él.

Shao Qihai había regresado, pero Mu Jingzhe no se había sorprendido gratamente. En cambio, había algo de frustración entre sus cejas. Más tarde, cuando había hablado de Mu Xue, su expresión había sido aún más apagada. No importaba cómo lo mirara, no parecía que ella tuviera a Shao Qihai en su corazón.

Cuando miró a Shao Qihai, su cara también estaba llena de desconocimiento y de una indescriptible incomodidad. Basándose en estas observaciones, había confirmado el estado de ánimo de Mu Jingzhe, por lo que había aprovechado la broma de ese día para hacer un escándalo.

Mu Jingzhe observó la mirada de Ji Buwang y se detuvo. Antes de que pudiera terminar de hablar, Ji Buwang ya la había soltado.

Al ver el comportamiento íntimo de Mu Jingzhe y Ji Buwang, Shao Qihai frunció los labios. Quería decir algo, pero al ver la actitud de Mu Jingzhe, cerró la boca sin querer.

Aunque lo que había dicho a Shao Qihai era muy exagerado, Ji Buwang era muy sensato y no se quedó para que los aldeanos vieran un espectáculo. Cuando los aldeanos de la Aldea del Oriente no pudieron evitar venir a cotillear, se despidió de ellos.

Como no había llegado en coche, tomó prestada la bicicleta de Mu Jingzhe.

Cuando Mu Jingzhe lo vio salir, Ji Buwang dijo: «La mitad de lo que le dije a Shao Qihai fue para fastidiarlo, pero mis intenciones son ciertas. Jingzhe, no puedo rendirme sólo por esto. No tienes que pensar demasiado en tu relación con él. Si sólo hicieras una comprobación, tu matrimonio podría quedar directamente invalidado. No tienes que estar restringida por este matrimonio. Si terminas eligiéndome a mí, a Shao Qihai, o a un extraño por encima de nosotros dos, depende completamente de ti».

«Lo entiendo. Lo haré». Mu Jingzhe asintió solemnemente. No pudo evitar reírse mientras miraba a Ji Buwang. «¿Cómo se te ocurrió eso de ‘una esposa y dos maridos’?»

«Fue natural. No puedo evitar ser inteligente».

Ji Buwang se fue en la bicicleta. Sólo cuando Mu Jingzhe se perdió de vista, su rostro se hundió. Los designios de Shao Qihai sobre Mu Jingzhe no eran simples.

Sin embargo, también había descubierto un fenómeno interesante. Antes de que se fuera, los niños acababan de terminar la escuela. Ji Buwang había descubierto que los cinco niños trataban y hablaban a Shao Qihai con frialdad, e incluso había un poco de hostilidad.

Esto era interesante. También significaba que podía relajarse un poco.

Ji Buwang sabía que Mu Jingzhe tenía una buena relación con los cinco niños. Temía que los niños ayudaran a Shao Qihai y que Mu Jingzhe decidiera seguir con Shao Qihai por culpa de los niños.

Sin embargo, de repente se había dado cuenta de que los cinco mayores ayudantes de Shao Qihai no estaban ayudando mucho a su padre. Los niños podrían no ayudar a su padre. De esta manera, él podría no estar en desventaja cuando se tratara de los niños.

Ji Buwang era realmente sensible y podía percibir todo correctamente.

Cuando los niños regresaron, Mu Jingzhe y los demás estaban hablando dentro. Los niños no dijeron nada y astutamente fueron a escuchar a escondidas antes de fingir que acababan de regresar.

Mientras Ji Buwang pensaba en los niños, éstos se lavaron las manos y comieron la fruta que Mu Jingzhe les había preparado. También se apretujaron y susurraron entre ellos. La Pequeña Bei incluso habló de Ji Buwang. «El Profesor Ji es realmente guapo. No estaría mal tener unos cuantos papás más».

Shao Dong miró a un lado y la Pequeña Bei se rió. «Me agrada el Profesor Ji. Estaría bien dejarle ser Papá Ji. En el futuro, podemos tener más papás. Cada uno de ellos es diferente. Será bueno tanto para mamá como para nosotros».

Shao Dong: «…»

Shao Nan se rió al escuchar eso. «La Pequeña Bei tiene razón. Ya que la Maestra Mu Xue vino a buscarlo, no está mal que el Profesor Ji busque a Mami. Ojo por ojo».

Shao Qihai y Shao Qiyang también estaban hablando en la cocina, pero el ambiente no era agradable.

«¿Por qué has traído a Ji Buwang aquí? ¿Oíste lo que dijo?»

«Aunque no lo hubiera traído, habría venido él mismo. Él ha estado aquí antes». Shao Qiyang frunció los labios. Los dos hermanos nunca se habían puesto rojos mientras discutían entre sí en el pasado. Shao Qiyang siempre había sido muy obediente cuando se trataba de Shao Qihai, pero esta vez, no pudo evitarlo.

«Segundo Hermano, si todavía echas de menos a Mu Xue, aclara las cosas con Jingzhe lo antes posible y déjala marchar».

En ese momento, Shao Qiyang vio a Shao Qihai como alguien que ocupaba una montaña de oro y plata, pero no la apreciaba. Su crimen era imperdonable.

«No la echo de menos. Ella es la que vino a echar un vistazo hoy». Shao Qihai estaba muy preocupado. La actitud de Shao Qiyang también le hizo sentirse extraño. Hizo una pausa por un momento y dijo: «Sé que siente que esto es una injusticia para tu Segunda Cuñada. Se lo explicaré».

Cuando Mu Jingzhe regresó después de enviar a Ji Buwang a casa, Shao Qihai le explicó con voz apagada: «Hoy saliste corriendo de repente, pero no abracé a Mu Xue. Me hice a un lado. No te equivoques».

Al ver que Mu Xue se acercaba, Shao Qihai se había apartado vigilante. Sin embargo, cuando había levantado la vista, se había dado cuenta de que Mu Jingzhe había desaparecido.

Mu Jingzhe no había esperado que le explicara. Dudó un momento. «Está bien. No tienes que darme explicaciones». Habría sido aún mejor si la hubiera abrazado.

Shao Qihai había querido decir más, pero al ver su actitud, la miró profundamente y se fue.

Mu Jingzhe se quedó perpleja al verle marchar. ¿Por qué parecía que le había defraudado?

«Ridículo», murmuró Mu Jingzhe. Se dio la vuelta y vio que la joven que se suponía que iba a volver a casa después del trabajo no se había ido y ahora estaba escuchando. Cuando la vio mirar, tosió con culpabilidad.

Mu Jingzhe se cruzó de brazos y la miró. La joven se sintió avergonzada bajo su mirada y quiso marcharse, pero el alma cotilla que llevaba dentro la hizo acercarse involuntariamente.

«Eh, Jingzhe, puedo dar fe de lo que acaba de decir Shao Qihai. Realmente no abrazó a Mu Xue».

«¿Mm?»

«Todas lo vimos». Las trabajadoras no habían podido esconderse. Aunque parecía que estaban concentradas en hacer los adornos para el cabello, estaban tan emocionadas que fueron a echar un vistazo mientras agarraban los adornos para el cabello en sus manos.

La joven informó a Mu Jingzhe de que habían estado aguantando durante mucho tiempo. «Cuando Mu Xue se abalanzó llorando, Shao Qihai pareció sobresaltarse y esquivó rápidamente. Había un charco de agua en el suelo debido a la ropa que se había colgado para secar, y resbaló accidentalmente. Creo que se cayó sobre… su pierna».

La joven se avergonzó al decir que Shao Qihai parecía haber caído sobre su miembro viril. Entonces, una expresión de dolor insoportable se había formado en su rostro.

Fue debido a esto que Shao Qihai no había sido capaz de perseguir a Mu Jingzhe a tiempo cuando se había dado cuenta de que había desaparecido.

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