Capítulo 480:

Cuando levantó la vista, se dio cuenta de que Kellan se había sentado a su lado, y que el estrecho espacio entre sus sillas tendía un puente que simbolizaba su complicada relación: ni demasiado cerca ni demasiado lejos.

Carole rompió el silencio con una sonrisa cómplice. «Señora Clarke, espero que no le importe que nos sentemos aquí».

«En absoluto», respondió Allison, inclinándose hacia delante con la barbilla apoyada en la mano y los ojos brillándole divertidos. Percibió un leve atisbo de rivalidad en la mirada de Carole. «El café no es mío, señorita Perry. Siéntase libre».

Carole había anticipado una pizca de enfado por parte de Allison. Habían circulado rumores sobre la inusual relación de Allison con Kellan, pero la calma de Allison la desconcertó un poco.

La sonrisa de Carole vaciló y sus cejas se fruncieron brevemente. Se preguntó si había recibido información errónea, pero rápidamente recuperó la sonrisa cortés.

«Por supuesto, qué agradable sorpresa encontrarme así con usted. Señorita Clarke, probablemente no lo sepa, pero Kellan es un verdadero adicto al trabajo. Siempre ocupado, apenas saca tiempo para tomar un café».

Carole se sentó entre Kellan y Allison con una facilidad que contradecía su condición de mujer adinerada. Sus modales eran mucho más accesibles de lo que cabría esperar de una mujer de la alta sociedad.

Continuó con su charla amistosa, aunque su tono contenía una pizca de orgullo. «Kellan siempre ha sido un niño modelo: disciplinado, ambicioso y con mucho talento. Mis padres siempre lo elogiaban y a menudo lo invitaban a las comidas familiares».

Una música suave llenaba el café mientras Carole rememoraba, los recuerdos brotaban como una compuerta abierta. Fingió añadir un comentario casual. «Oh, Kellan, ¿recuerdas cómo te gustaba el pollo estofado que cocinaba mi madre?».

«En realidad, era algo que le gustaba a la abuela», respondió Kellan, con un tono de sarcasmo apenas perceptible. «En los días festivos, ella pagaba un extra a tu familia para devolverte el favor», añadió.

Su abuela había sido generosa, pero la avaricia de los Perry siempre había dejado una nota amarga. Se habían aprovechado de su generosidad y, tras enterarse de su discapacidad física, habían cancelado rápidamente el compromiso entre sus familias.

El rostro de Carole se congeló momentáneamente, sorprendida por las palabras de Kellan. Se recuperó rápidamente, fingiendo no haber entendido lo que quería decir.

«Así que te ha gustado, ¿verdad?», aventuró, parpadeando inocentemente.

«No sabría decirte», contestó Kellan rotundamente, con la voz completamente desprovista de emoción. «Todo se lo dieron de comer a Lucky». Todo el mundo sabía que su abuela había tenido un perro llamado Lucky.

Carole se quedó callada, las palabras le fallaban por una vez.

El tono de Kellan parecía cargado de humor, pero el aura gélida y afilada que lo rodeaba no dejaba lugar a la calidez. Se sentía tan distante como la cima de una montaña envuelta en niebla: poderoso y totalmente inaccesible.

Pero Carole no se echaba atrás fácilmente. Conocida por su tenaz persistencia, no se dejaba intimidar.

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Nota de Tac-K: Tengan una muy agradable mañana lindas personitas, Dios les ama y Tac-K les quiere mucho. (>‿=)✌

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