Capítulo 350:

«Además, no me falta dinero ni mucho menos. Y cuando se trata de conexiones y recursos, otros se pelean por ofrecerme lo que tu familia no puede proporcionarme.»

Las palabras de Allison cortaron el aire, agudas y directas, golpeando el corazón del orgullo de Colton.

«Así que realmente no tienes influencia sobre mí».

Colton se quedó de pie, atónito, con su orgullo recibiendo un golpe brutal por su comentario. Resurgió el recuerdo de la subasta, cuando Allison había pasado despreocupadamente una tarjeta por una placa de cuarenta millones de dólares, como si la suma no significara nada.

Entonces había quedado claro que ella nunca quería dinero. Y cuando se divorciaron, él la recordaba marchándose sin nada más que una vieja maleta llena de ropa sencilla. En todos aquellos años, apenas había tocado el patrimonio de la familia Stevens.

Sólo más tarde, después de su separación, Colton comprendió realmente la magnitud de la fortuna de Allison. Se había casado por debajo de su estatus.

Sus ojos se clavaron en los de ella, buscando cualquier indicio de vulnerabilidad.

«Entonces, ¿qué te haría estar de acuerdo?»

«No lo haré.» Su voz era tranquila, decidida, sin dejar lugar al debate.

Colton permaneció en silencio.

La frialdad de su tono era un mundo aparte de cómo habían sido las cosas tres años atrás, y ese marcado contraste era insoportable para él. Habiendo aprendido a través de la amarga experiencia, Colton ahora entendía que cuando Allison decía no, lo decía con la firmeza de mil puertas cerrándose de golpe.

Los recuerdos de sus enfrentamientos pasados pasaron por su mente, momentos en los que había estado a punto de perder la vida a manos de la despiadada mujer. Pero esta noche, Colton no era el mismo hombre que insistiría sin cesar. Su visita no era sólo por los asuntos de su madre; había venido en busca de un cierre para sí mismo.

Finalmente, hizo la pregunta que había estado enterrada en lo más profundo de su corazón. «Necesito saberlo: ¿me dejaste porque Melany volvió o por esos otros hombres?».

Sus ojos eran profundos, como un océano que oculta incontables secretos bajo su superficie.

A Allison, sin embargo, su pregunta le pareció casi risible. Soltó una carcajada aguda, tan amarga como el café frío que se deja demasiado tiempo en la taza.

«¿Qué, Colton? ¿Ahora intentas reconquistarme?» Su risa destilaba ironía.

«¿Lo has olvidado? Fuiste tú quien inició nuestro divorcio», dijo, con palabras claras e implacables.

Aún recordaba vívidamente el día en que Melany regresó sin avisar y se mudó a la villa de la familia Stevens, una mudanza que todos conocían menos ella. La habían hecho sentir como una intrusa en su propia vida.

La expresión de Colton se agrió mientras intentaba explicarse: «El regreso de Melany… a mí también me pilló desprevenido».

Pero Allison ya no tenía paciencia para sus explicaciones. Le cortó rápidamente, con voz firme pero mordaz. «Si no recuerdo mal», dijo, »fue el mismo día de nuestro tercer aniversario de boda. Yo había preparado una mesa llena de tus platos favoritos, pero a ti te daba igual. Tu corazón sólo ha tenido espacio para Melany, ¿verdad?».

Sus palabras ya no provenían de un lugar de celos; eran un eco de liberación.

Si esta conversación hubiera tenido lugar tres años atrás, Allison podría haber intentado desesperadamente amoldarse a la sombra de Melany, con la esperanza de ganarse el afecto de Colton.

Pero ahora, no veía sentido a tales esfuerzos.

«Estos últimos tres años han sido como vivir en un pueblo fantasma, Colton. No importaba lo que hiciera, nunca era suficiente. A tus ojos, una palabra de otra persona tenía más peso que cualquier cosa que yo pudiera decir o hacer. Así que te dejé ir. Y también me dejé ir».

La mirada de Allison se mantuvo fría e inquebrantable mientras lo miraba.

Sin las gafas de color de rosa del pasado, se dio cuenta de que el hombre que tenía delante ya no era la persona a la que una vez había amado. De hecho, parecía lamentable, casi repulsivo.

«Lo he dejado muy claro. Ya no nos debemos nada. Así que vámonos, Colton. Si insistes en volver a molestarme, la próxima vez no dudaré en enviarte de vuelta al hospital».

Inclinó ligeramente la cabeza, con un movimiento perezoso, como si no se molestara en tomarlo en serio. Pero sus palabras eran como el hielo, calando hondo en sus huesos.

Un dolor agudo floreció en el pecho de Colton. Su respiración se entrecortó y se llevó la mano al corazón, sintiendo cómo se hinchaba con el peso del arrepentimiento.

Estaba claro que Allison estaba trazando líneas sólidas e inquebrantables.

«Allison», gimió, con la desesperación deslizándose en su voz. «¿No podemos al menos ser amigos?»

Su expresión se torció de disgusto. «¿Amigos? No, por favor. La idea me parece repugnante».

Su rostro se vació de color, tan pálido como un fantasma bajo la luz de la luna.

Al verla alejarse con tal finalidad, el corazón de Colton palpitó dolorosamente: pulsaciones lentas y agonizantes, cada una más profunda que la anterior. Era una herida peor que la propia muerte.

.

.

.


Nota de Tac-K: Tengan un lindo lindo día queridas personitas, Dios les ama y Tac-K les quiere mucho. (ɔO‿=)ɔ ♥

.

Consejo: Puedes usar las teclas de flecha izquierda y derecha del teclado para navegar entre capítulos.Toca el centro de la pantalla para mostrar las opciones de lectura.

Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.

Reportar