Capítulo 233:

Allison entrecerró los ojos mientras escudriñaba el documento que tenía delante. El sello era inconfundible: pertenecía a una filial del Grupo Stevens.

Antes de que pudiera reaccionar, Melany se adelantó, tendiendo suavemente la mano para agarrar el brazo de Colton, adoptando una actitud comprensiva. «Colton, ¿no habíamos acordado irnos justo después de darle a Keanu su regalo?». Su voz era dulce. «No puedes hacer esto… Estás poniendo a Allison en una situación incómoda, especialmente con tanta gente mirando…»

«Melany,» Colton interrumpió fríamente, su mirada fija en Allison como desafiándola a responder. «No necesitas defenderla delante de mí. Eres demasiado bondadosa, no como ella. Ella trama y manipula sólo para ganarse el favor de Keanu».

Esperaba que Allison se estremeciera, que mostrara algún signo de angustia o ira. Cualquier cosa que indicara que estaba nerviosa.

Pero Allison permaneció imperturbable. Su expresión era serena, sus labios curvados en una leve sonrisa que rayaba en la diversión, como si estuviera viendo un espectáculo entretenido. Sus burlas no parecían registrar en absoluto – o peor, ella no los tomó en serio.

«¡Basta!» tronó de repente Keanu, golpeando el suelo con su bastón. Su furia resonó por toda la habitación. «¡Si no fuera por Allison, ¿tendrías siquiera el descaro de estar aquí, desfilando así con tu arrogancia?».

La voz del anciano temblaba de rabia. «Si no fuera porque Allison salvó al Grupo Stevens cuando estaba al borde del colapso, tú no valdrías nada, ¡absolutamente nada!».

La expresión de Allison se suavizó ligeramente y extendió la mano para sostener a Keanu, acariciándole suavemente la espalda. «Keanu, no hace falta que te pongas así. Toma, bebe un poco de agua para calmarte», murmuró, ofreciéndole un vaso.

Ella sabía exactamente lo que Colton estaba tratando de hacer. Quería provocar un drama, convertirla en un espectáculo. Pero ni siquiera ella esperaba que fuera tan lejos como para montar una escena en el banquete de cumpleaños de Keanu, delante de todos aquellos invitados de alto nivel.

Su mirada se ensombreció al recordar la información que Gordon había reunido para ella. Si guardaba silencio, parecería débil, incluso vanidosa, como si tuviera algo que ocultar. Pero si insistía demasiado, Keanu no podría soportar que la verdad se expusiera de forma tan pública.

Se volvió hacia Colton, con ojos de hielo. «Colton, hoy es el cumpleaños de Keanu. Te lo advierto, no intentes crear problemas con acusaciones infundadas. Las consecuencias serán más graves de lo que puedas soportar».

La expresión de Colton se torció en una mueca ante su amenaza. «¿Acusaciones infundadas? Tienes miedo de que se descubra tu verdadera cara».

Desde su divorcio, Allison había encontrado la manera de pisotear su orgullo a cada paso. Había sido humillado, dejado de lado, y ahora estaba decidido a verla de rodillas.

«¡Abuelo, te han engañado todo este tiempo!» escupió Colton, su voz se elevó con frustración. «Allison entró en nuestra familia con segundas intenciones. Durante nuestro matrimonio, utilizó su posición para malversar fondos del Grupo Stevens. Diez millones de dólares… ¡desaparecidos! Incluso después del divorcio, siguió desviando dinero en secreto».

Una onda de conmoción se extendió por la multitud. Las voces murmuraron con incredulidad. «No puede ser… ¿Realmente la Sra. Clarke es capaz de eso?».

«El señor Stevens debe tener pruebas sólidas para decir algo tan atrevido. Si es cierto, se trata de un delito grave…».

El rostro de Keanu enrojeció mientras se apretaba el pecho. «Tú… Quieres cabrearme, ¿verdad?». Su voz temblaba de rabia e incredulidad. «¡Idiota! Aunque alguien malversara dinero, ¡nunca sería Allison!».

«Keanu, por favor, siéntate…» El tono de Allison cambió, más urgente ahora, mientras le cogía del brazo e intentaba facilitarle que se sentara en una silla. «Cálmate, respira hondo…»

Dada su edad y su frágil salud, una confrontación así podía ser peligrosa.

Pero Colton parecía ciego al peligro.

«¡Estoy diciendo la verdad!», insistió, con voz áspera. «¡Allison ha estado confabulando con Deandre Schultz, de nuestra filial! ¡Durante su tiempo en la empresa, le manipuló para que orquestara una pérdida de diez millones de dólares! Las pruebas están aquí».

Lindy, que había permanecido en silencio a un lado, palideció de repente. Le temblaban las manos mientras miraba incrédula entre Colton y el documento. ¿Deandre? Ése era su amante secreto…

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