Capítulo 200:

Cuando llegaron al restaurante, Floyd apoyó la barbilla en la mano, con mucho cuidado, mientras servía a Allison un plato de comida con una floritura.

«Allison, recuerdo que tenías bastante afinidad por el apio cuando estábamos en Vrining. ¿Recuerdas aquellos días en los puestos callejeros? Masticabas apio como si fuera un caramelo, y una chica encantadora se paseaba diciendo que parecías un conejo». A medida que los recuerdos se agolpaban, una sonrisa de impotencia bailaba en el rostro de Allison.

«¿Cómo te acuerdas todavía de eso? Por aquel entonces me encantaban las verduras, porque tus platos de carne no eran nada del otro mundo. Intentaste preparar una especialidad local para mí y casi conviertes la cocina en una hoguera. Casi acabamos en agua caliente». Ella se burló de él: «¿Cómo puedes tener todavía el valor de sacar ese tema?».

La risa y el desenfado flotaban en el aire entre los dos, creando una burbuja que parecía excluir a todos los demás a su alrededor. Kellan, sentado cerca de ellos, escuchaba atentamente sus historias nostálgicas -experiencias que le resultaban extrañas- y una creciente irritación bullía en su interior. Consiguió aparentar calma, aunque su interior se agitaba.

«Señorita Clarke, dado lo amigas que parecéis, no puedo evitar sentir curiosidad por vuestra relación».

Si sus ex fueran tan tontos como Colton, podría ser una buena noticia. Pero el astuto hombre frente a Kellan respondió con una risita: «¿Por qué no lo adivinas?».

Allison miró a Kellan con una sonrisa serena. «Señor Lloyd, ¿cuál cree que es nuestra relación?».

Kellan apretó los puños bajo la mesa, esforzándose por mantener la compostura, pero su mente era una pizarra en blanco. Floyd, imperturbable, añadió con deliberada despreocupación: «¿No puede deducirlo de lo bien que nos llevamos? A pesar de nuestra cercanía, ahora vivimos en dos países distintos, así que nos hemos distanciado un poco».

Kellan levantó la mirada y afirmó: «Ahora también soy un buen amigo de Allison. Puedo cuidar de ella perfectamente, así que no tienes por qué preocuparte».

Ni siquiera se dio cuenta de lo peculiares que sonaban sus palabras.

«¿Ah, sí? Entonces me siento aliviado», respondió Floyd, arqueando una ceja. Kellan era realmente un hombre posesivo, aunque él mismo aún no lo había reconocido del todo.

Allison dejó el tenedor y se encontró con su mirada. «Entonces, aparte de ser amigos, ¿hay algo más entre usted y yo, señor Lloyd?».

Su mirada profunda era encantadora y atraía a la gente sin esfuerzo. Ahogó el aleteo de su corazón y bajó los ojos, ocultando sus sentimientos. «Y… somos socios».

Ella retiró lentamente la mirada. «Efectivamente».

Con esa respuesta, la invadió un remolino de emociones indescriptibles. Distraídamente, clavó el tenedor en el apio, creando pequeños agujeros.

Había pensado que podría sentir algo por ella, pero sólo la veía como una amiga y una socia. Tal vez fuera lo mejor.

El resto de la comida les pareció insípida a los tres. Floyd miró las nubes que se acumulaban fuera y sugirió: «Allison, ¿dónde te alojas? ¿Te llevo a casa?».

«No hace falta», intervino Kellan con frialdad. «Mi casa está bastante lejos de la suya, y esta noche tenemos que atender algunos asuntos de la empresa».

Allison frunció el ceño y preguntó: «¿Qué pasa con la empresa?».

«Una brecha de seguridad. Me acabo de enterar».

«¿Por qué sigue pasando esto?» El recuerdo del último incidente persistía en su mente, y se volvió hacia Floyd. «Deberías volver. Tengo que ir a la empresa para tratar el asunto del servidor».

Floyd asintió. «No pasa nada. Ve tú. Tienes que ocuparte de tu carrera, y yo siempre te apoyaré».

Kellan se dio cuenta de repente de que Floyd tenía el don de aprovechar cualquier oportunidad para impresionar a Allison. Con expresión agria, cogió las llaves del coche y se dirigió a la empresa junto a Allison.

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Nota de Tac-K: Ya falta muy poco para terminar el año, espero sigan disfrutando de todas las novelas y sus nuevos capítulos lindas personitas (ɔO‿=)ɔ ♥

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