Los pequeños del CEO
Capítulo 266

Capítulo 266:

Cuando todos parecían dispuestos a olvidar el asunto, Campbell era el único que parecía distraído.

«Todos ustedes, por favor, dejen cualquier tarea que tengan entre manos y piensen en cómo tratar este asunto al que nos enfrentamos ahora. Recompensaré a los que aporten buenas ideas».

La reunión duró mucho tiempo.

Todos enarcaban las cejas y pensaban mucho. Sólo Campbell parecía estar sentado inquieto, sintiéndose extremadamente inquieto.

Ya no podía quedarse quieto cuando la reunión empezó hace media hora.

Se levantó.

«Señor Cook, ¿Adónde va?».

«Oh, al baño. Vuelvo dentro de un rato». Campbell parecía poco natural.

Mirando a su espalda, los dedos de Hayden escribieron una frase con el teclado de su telefono y lo envió: [Campbell ha salido, vigílalo].

El otro extremo respondió rápidamente: [De acuerdo].

…

En la oficina del editor jefe en el edificio del Grupo Wind-Runner Media…

La redactora en jefe, que rondaba los cincuenta años, tenía un aspecto muy cuidado, como si sólo tuviera unos 35 años. No paraba de hablar por teléfono e intentaba explicar a la persona que la llamaba: «Sí, lo entiendo, dejaré que borren el mensaje. Señora Barnett, no se preocupe, esto lo ha publicado el Departamento De Entretenimiento, no me había dado cuenta. También sabe que tenemos cientos de noticias todos los días».

«…».

«No, no, no. No estoy eludiendo mis responsabilidades. Puede estar segura de que investigaremos las noticias inexactas. Retiraremos las noticias ahora mismo».

«…».

Después de colgar el teléfono, el rostro de la redactora en jefe parecía bastante molesto. Miró a su ayudante, que seguía allí de pie como una estatua de madera, y la puso aún más furiosa.

«¿Qué demonios pasa con Hayden? ¿Por qué una noticia tan insignificante tiene a tanta gente rodeándola? ¿Por qué recibo tantas llamadas sólo por ella?».

Desde que se destapó la noticia sobre Hayden, las llamadas habían sido constantes. Eran el mayor grupo mediático y periodístico del país. Normalmente, ignoraban estas llamadas. Sin embargo, todos los que llamaron hoy eran peces gordos, lo que no le deja otra opción que responder personalmente a las llamadas.

Primero llamó el ex presidente del Grupo ST, hijo único de la Familia Beckham, para preguntarle por la noticia. Luego le siguieron el Presidente de AW, Cleveland Sánchez, y la editora de la famosa revista femenina VV. Incluso la esposa del ex director de la oficina de impuestos vino a preguntar y su tono era bastante punzante.

Su asistente también se sentía aprensivo, dijo en voz baja: «La información decía que era la hija del Grupo Downey, pero que no era querida ni adorada. Además de que había estado en el extranjero y vivió sola durante muchos años. Ahora que el Grupo Downey está casi en bancarrota, ¿De dónde sacó tanta gente para ayudarla? ¿Incluso el Señor Beckham del Grupo ST estaba tratando de interceder?».

«¿Interceder?». La cara de la editora se hundió: «¿Tratando de interceder? Si no fuera porque era una llamada ¡Me habría pisado la cara! Es más, ¿Qué relación tiene con la Agencia Tributaria? Incluso el Señor Barnett me llamo, ¿Es conocido suyo?».

El asistente también estaba muy desconcertado por este punto, dijo con cautela: «Entonces, ¿Debemos retirar la noticia?»

¿Retirar?”. La redactora se burló: «Por supuesto que la retiraremos, nos retiraremos cuando el calor alcance su punto álgido esta noche. Aunque nos hayamos retirado, tendremos la máxima atención, el resto no tendrá ninguna oportunidad. Estos dos días ve e investiga a Hayden Downey. Averigua quién es y por qué tiene tantos peces gordos ayudándola».

«Sí». Su asistente olfateó el atisbo de un buen chisme: «Haré que un reportero la siga».

El departamento de entretenimiento de Wind-Runner era notoriamente poco temeroso del poder. Cada vez que venían a interrogarles, siempre les prometían que atenderían sus peticiones, pero eso no les impedía hacer sus cosas en privado. De todas formas, ahí estaban los altos cargos del grupo para cubrirles las espaldas.

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