Los pequeños del CEO
Capítulo 240

Capítulo 240:

Al final, Joseph seguía compadeciéndola y no volvió a hacer nada para herirla.

Al pensar en esto, su corazón se calmó. Pero al recordar el conflicto que había entre ellos recientemente, y también los conflictos del pasado, sintió que era necesario hablar de ello.

Al fin y al cabo, una ruptura aún podía resolverse pacíficamente.

«Fui a buscar a Samuel porque quería ver qué quería hacer. Aunque no viniera, no entraría tan fácilmente en su habitación. Supongo que no se sentiría tan atraído por mí y se esforzó mucho por perturbar mi cooperación con el Grupo Joann».

Hayden creyó que su explicación era suficientemente clara, y miró disimuladamente a Joseph, sólo para verle fruncir el ceño. No estaba segura de que hubiera escuchado sus palabras.

«Así que, si me has seguido porque te preocupa que me pueda pasar algo malo, podríamos haberlo aclarado antes. ¿Por qué discutir y complicar las cosas? Podría haberte dado las gracias ahora mismo sin todos estos malentendidos». Luego continuó: «Una ruptura también puede ser muy pacífica. Podemos seguir viéndonos y seguir siendo amigos».

«Ya basta». Joseph la interrumpió, su tono era claro y frío, cargado de impaciencia: «Estás diciendo muchas tonterías. ¿Ya no tienes ganas de irte?».

Hayden frunció el ceño: «Es que siento que no tuvimos la oportunidad de hablar con calma y comunicarnos desde aquella vez». Dijo ‘aquella vez’ muy vagamente. Después de todo, ella misma no tenía el valor de volver a enfrentarse a una herida así.

Cuando él escuchó que dijo ‘aquella vez’, su expresión también cambió ligeramente. Sus cejas se movieron dos veces y se quedó en silencio.

«Admito que te oculté algo, pero en aquel momento, sentí que como Edison y yo no estábamos en un matrimonio real, no había necesidad de dar más explicaciones. Me llevé a Stella a Est$dos U y si no conseguía la residencia, eso significaría que tenía que evitar en todo momento a los investigadores de la población local como persona varada, que es un inmigrante ilegal».

«Entonces, ¿Pudiste simplemente casarte con un hombre para obtener la residencia?».

La actitud de Joseph era muy mala porque todavía no podía entenderlo, pero desde que Hayden tomó la iniciativa de mencionar este asunto, sus emociones se habían calmado mucho, en comparación con antes.

«No me iba a casar con alguien al azar». Hayden negó y le explicó: «Edison es un activista que no se había casado y era un completo adicto al trabajo. Le falta dinero y yo necesitaba la residencia. No creo que sea gran cosa casarse para que ambos podamos satisfacer las necesidades del otro. Además, nunca vivimos juntos después de casarnos. Sólo nos veíamos una o dos veces al año en fiestas como Navidad».

Ella sabía lo que le preocupaba a Joseph y no era difícil comprender sus pensamientos.

A un hombre seguramente le preocuparía el historial de relaciones anteriores de su mujer. Además, desde el punto de vista de Joseph, ella aún no se había divorciado de Edison.

Si no fuera porque Joseph había estado actuando agresivamente y provocándola constantemente. Si sólo él confiara en ella y escuchara su explicación, ella le habría contado todo sobre Edison en primer lugar.

La mirada de Joseph era complicada, y una ligera expresión de sorpresa se dibujó en sus ojos. Apretó los puños en secreto y confirmó: «¿Simplemente estabas teniendo un falso matrimonio con él?».

Hayden asintió solemnemente.

Este malentendido podría haber causado muchos problemas, fue causado por la ira de las dos personas. Pero a partir de este incidente, se podía ver que no eran adecuados para estar juntos.

Joseph la miró fijamente durante un rato, como si intentara comprender todos estos malentendidos.

Al cabo de un rato, una expresión de frustración apareció en sus ojos. Se inclinó lentamente, sus delgados dedos se clavaron en su cabello, dejando ver las yemas de sus dedos entre el. Luego, bajó la cabeza y guardó silencio durante largo rato.

«Ya le he explicado esto a Kevin». Hayden se quedó perpleja al ver su reacción, luego preguntó con un tono dubitativo: «¿No te lo había dicho?».

Joseph levantó la cabeza. Su rostro estaba tenso, acompañado de una expresión de enfado, dijo con firmeza: «No».

La simple palabra fue pronunciada como una maldición, e hizo que el corazón de Hayden se sobresaltara al escucharla.

Sintió que su forma de hablar le había causado un gran problema a Kevin.

El malentendido entre ellos se había explicado claramente, y el estado de ánimo de Joseph también volvió a la normalidad. Era raro que los dos conversaran tranquilamente en la camilla de una habitación del servicio de urgencias.

Joseph por fin dejó de estar incómodo. Le contó a Hayden todo lo que había sucedido por la noche, breve y conciso.

«Le oí decir la dirección del hotel en la cena. Cuando terminó la fiesta, lo vi en la calle del bar, así que le dije a Magnus que parara el auto y lo seguí hasta allí. Inicialmente, planeé esperarte durante diez minutos. Si estás fuera después de diez minutos, no iba a entrar».

Para su sorpresa, Joseph parecía estar bastante hablador hoy.

Hayden continuó la conversación: «Y como no salí después de mucho tiempo. ¿Pensaste que me había pasado algo malo?».

«Sí».

Muy bien, Hayden dio una tos seca y explicó por qué no estaba en la habitación.

«De hecho, me equivoqué de piso. Samuel seguía diciendo 419, así que pensé que estaba en el cuarto piso. Sin embargo, busqué una y otra vez en el cuarto piso y no pude encontrar su habitación. ¿Quién iba a decir que el Hotel White Moon era tan raro? Sólo la suite más grande del último piso se llama 419».

Todo fue un malentendido, pero esto hizo que acabaran en la comisaría.

Por lo tanto, el mundo estaba lleno de cosas impredecibles.

Mientras conversaban, Magnus volvió con la medicina. Se quedó helado cuando vio la tranquila escena dentro de la habitación. En ese momento, no supo qué hacer: «Erm… ¿Estoy molestando?».

Los fríos ojos de Joseph se posaron en Magnus, haciéndolo estremecer. «Recordé que aún hay otra medicina que buscar, ustedes continúen con lo que estén haciendo…».

Hayden lo detuvo. «Está bien, basta. Ya nos conocemos desde hace tiempo y lo entendemos bien. Deja de actuar así. Tengo algo que hacer, de verdad tengo que irme».

Joseph se levantó inmediatamente. «Te llevare».

«No hace falta». Hayden le miró el pecho: «El doctor dijo que no te estás recuperando muy bien, aún necesitas descansar más. Mi hotel está cerca y puedo ir caminando. En el futuro… volveremos a vernos si tenemos ocasión».

Mientras hablaba, agarró con fuerza su bolso y sonrió amablemente: «Adiós».

Joseph se quedó en su sitio, mirando a su espalda mientras ella se alejaba. La calidez de sus ojos se desvaneció cuando ella se marchó. Por fin, tomo el teléfono y finalmente estalló de rabia extrema cuando se conectó la llamada.

«¡Kevin! ¿Por qué no me contaste lo del falso matrimonio entre Hayden y Edison?».

Este repentino rugido atronador resonó por toda la habitación, haciendo que Magnus, quien estaba acostumbrado a su temperamento, temblara de miedo. Su mano que llevaba la caja de medicinas tembló varias veces y casi la dejó caer al suelo.

Al ver a Joseph maldiciendo violentamente por teléfono, Magnus reaccionó con rapidez. Antes de que el doctor u otro paciente se percataran de su presencia, cerró la puerta de la habitación, se agacho apresuradamente junto a la puerta y envió un mensaje de texto a Hayden.

Al jefe ya no le importaba su imagen. ¿Qué podía pasar para que estuviera tan agitado?

Por otro lado, Hayden acababa de salir por la puerta del hospital. Fuera, había una luna brillante, acompañada de unas cuantas estrellas en el cielo nocturno. Al salir, sonó una notificación en su bolsillo.

Sacó el teléfono y miró el mensaje: «[¿Qué le ha dicho al Señor Beckham? Deme alguna pista. Ha llamado al señor Jackman y le ha gritado ferozmente, tengo miedo de que me grite a mí también]».

.

.

.

Nota de Tac-K: Bendiciones en sus actividades lindas personitas, que les vaya estupéndamente bien, Dios les ama y Tac-K les quiere mucho. (ɔO‿=)ɔ ♥

.