Los pequeños del CEO
Capítulo 148

Capítulo 148:

«Déjate de tonterías. Benjamín aún no se ha graduado y todavía no recuerda su pasado. Puede que ya tenga novia».

Hayden conocía bien el comportamiento de Alayna. Una vez que ella comenzó a prestar atención a un adulto masculino, probablemente estaba pensando en él.

Kevin podría ser un mentiroso jugador, pero si tenían que comparar, estaban al mismo nivel.

«¿Por qué te comportas como mi madre?». Alayna la miró fijamente: «Te lo estaba preguntando. ¿Por qué parece que alguien vaya a robarte algo tuyo?».

«Pareces una cerda».

«¿A quién te refieres? Tú eres la cerda». Alayna le tiró una almohada: «¿Está mal mirar a los chicos guapos? ¿Qué tiene de malo que anhele el cuerpo de un joven?».

«Olvídalo. ¿Crees que no te conozco? No aguantarías la prueba del tiempo en absoluto. Debes haber visto un drama coreano sobre el romance de una asalta cunas. Vamos, creo que Kevin te trata muy bien, escuchó lo que tenías que decir».

«Él escucha a todas las mujeres».

Cuando mencionaron a Kevin, Alayna puso inmediatamente una expresión ofendida. Retiró la mirada de la cocina y dijo: «Un leopardo no puede cambiar sus manchas».

«¿Qué paso? ¿Se metió con otra mujer otra vez? Creía que les iba bien últimamente».

«Aunque no se meta con ellas, no significa que nadie tome la iniciativa de acercarse a él. No es un hombre honesto y de vida limpia como Joseph. ¿De verdad esperabas que un mujeriego como él saliera limpio del lodo? Ahora todo el mundo es adulto. ¿Quién no sabe vivir una vida tranquila? Sólo tienen que fingir que no ven ni oyen nada».

Hayden se sintió un poco incómoda al ver cómo Alayna no se preocupaba por nada.

«Alayna, a veces el pasado ya es pasado. Tenemos que mirar siempre hacia delante. No debes tener miedo de tener expectativas hacia el futuro. No debes guardártelo todo para ti y fingir que nada te importa. Al fin y al cabo, esas cosas no volverían a ocurrir».

Alayna cerró el puño con fuerza y se sintió tensa: «No es que no pueda superar el pasado. Has visto mi vida en aquella época. El futuro de los demás estaba en sus manos, pero el mío no. De ahí viene que no vea mi futuro y darle a los demás demasiadas expectativas. Estaré bien mientras sea feliz ahora».

«¿Quizá no vuelva a repetirse? No tuviste una recaída en tres años, ¿Verdad?”. Hayden le tomo la mano en un instante, sus manos estaban realmente frías, como si no hubiera nada de calor.

«Tú también lo has dicho. Es sólo un quizás».

Alayna parecía tranquila. Sus ojos astutos estaban llenos de demasiadas historias en este momento. Sólo unas pocas personas en el mundo conocían su pasado y era un pasado que la avergonzaba lo suficiente como para afectar el resto de su vida.

Tras un largo momento de silencio, Hayden vio a Kevin recogiendo seriamente la parte comestible de las verduras en la cocina. Se dio la vuelta para preguntarle a Alayna: «¿Se lo vas a decir?».

Alayna negó con la cabeza y parpadeó. «¿Por qué decírselo? Quién sabe si rompemos después de cenar».

Hayden suspiró y sintió pena por ella.

El estofado no tardó en estar listo.

Stella dejó de sentir la comida picante desde los tres años, por lo que podía soportar comerla sin pábleme. Sin embargo, Noah era diferente, cuando probó un trozo de carne inmediatamente se le salieon las lágrimas.

*Coff, coff…*

El pequeño tosía mucho, así que Hayden le dio rápidamente un poco de agua y por fin consiguió aliviar el picor. El pequeño se negó a seguir en la mesa, tomo una caja de bombones y volvió a su habitación. Entonces, Stella dio dos mordiscos más y también lo siguió.

«Igual que su padre, este niño no puede comer nada picante». Kevin se burló: «Cuando Joseph era un niño, siempre parecía tan severo como un anciano y tampoco le gustaba hablar conmigo. Un año, el Día de los Inocentes, los amigos con los que jugaba le dieron una galleta con salsa picante. Obviamente le pareció picante, pero aun así actuó como si pudiera soportarlo. Luego de un rato, fue una suerte que yo lo descubriera y lo enviaran directamente a urgencias del hospital».

Alayna lo miró: «¿Por qué fuiste tú quien lo descubrió?».

«Bueno…». Kevin se tocó la nariz: «El destino».

«¿Y ya?». Hayden desbarató su plan con brusquedad: «Me enteré de que Joseph estuvo hospitalizado dos días por eso. Además de que fuiste a visitarlos y lloraste todos los días, no debió ser solo por su amistad, ¿No?».

«¿Por qué Joseph te dijo esto?». Kevin estaba ansioso.

«Entonces, ¿Qué pasó?». Preguntó Alayna con curiosidad.

«No preguntes».

Era demasiado tarde para Kevin.

Hayden dijo directamente la verdad: «Porque fue él quien puso la salsa picante en la galleta. Cuando Joseph fue hospitalizado, Kevin fue golpeado por su padre todos los días y fue al hospital para disculparse. Mientras Joseph no le perdonara, su padre le seguía pegaba. Fue allí a disculparse durante una semana seguida, pero Joseph no se molestó en decirle ni una palabra».

«Eso es tan cruel». Alayna soltó una sonora carcajada.

«¿Qué?». Kevin no estaba convencido: «¡Eso fue porque Joseph tenía inflamada la garganta, así que no pudo hablar esa semana! Me perdonaron inmediatamente cuando pudo volver a hablar».

«No estaba en estado vegetativo, ¿Por qué no podia hablar?». Alayna continuó avergonzándolo: «Mira a Noah. Él tampoco puede hablar, pero ¿Le afecta expresar sus palabras?».

Kevin se enfadó de inmediato.

Después de que todos se burlaran de él durante un momento, Benjamín preguntó de repente por qué Noah no podía hablar.

«¿Noah nacido así?».

«No». Hayden negó con la cabeza: «Me dijeron que, cuando era pequeño, un día tuvo mucha fiebre y que luego de eso dejó de hablar. Tampoco sé mucho sobre la situación concreta».

Cuando Kevin tuvo la oportunidad de recuperar su imagen y contestó de inmediato: «Noah tenía probablemente tres años cuando ocurrió aquello y por aquel entonces aún estaba en casa del abuelo de Joseph. Por casualidad fui a visitar al viejo para hablar de algo, pero no estaba en casa. Por eso se me ocurrió pasar a ver a mi sobrino, me acerqué, pero la niñera no estaba. Noah estaba encerrado solo en la habitación y tumbado en la cama llorando».

«¿La niñera no estaba? ¿Nadie se molestó en preocuparse de que un niño llorara tan fuerte?”. Preguntó apresuradamente Benjamín.

«Nunca has estado en la antigua mansión de la Familia Beckham, así que no lo sabrías». Kevin lo miró: «La mansión es muy grande. Noah no se quedaba en la misma área que el viejo. Si no hubiera ido a verlo, nadie se habría fijado en él».

Hayden sintió un ligero dolor en el corazón. Si Kevin no hubiera ido a ver cómo estaba, Noah no habría estado aquí ahora.

«¿Pero no cuido la Familia Beckham a Noah? ¿Cómo pudo la niñera ser tan irresponsable?». Benjamín pareció darse cuenta de algo y siguió preguntando por la niñera que se suponía que cuidaba de Noah.

Hayden también se recuperó de su sorpresa y empezó a sospechar.

Acababa de estar en la antigua mansión de la Familia Beckham. Toda la mansión estaba llena de sirvientes, incluso la hija adoptiva del anciano tenía dos criados a su lado. A juzgar por el amor y la atención del anciano hacia Noah, era imposible que sólo le proporcionara una niñera.

Estaba claro que algo iba mal. El recordatorio de Benjamín la hizo sentirse inquieta.

Si alguien hizo esto, entonces esta persona debe estar realmente familiarizada con el sistema de relevo de los sirvientes de la Familia Beckham. Sabría cuando había gente alrededor y cuando había menos gente, seria alguien capaz de sobornar a la niñera para que pareciera una negligencia. Esto no podía hacerlo la gente corriente.

Esta persona debe estar familiarizada con la vieja mansión. Podría ser alguien de la Familia Beckham.

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