Los pequeños del CEO
Capítulo 120

Capítulo 120:

La cara de Hayden se sonrojó al decir: «Yo… no pensaba así».

Joseph sonrió y la miró fijamente: «¿En serio? No lo parece».

Hayden parecía cautelosa y obviamente estaba reflexionando sobre algo. Cuando vio que la miraba fijamente, bajó rápidamente la cabeza y se miró a sí misma, dudó y bajó las manos, y preguntó: «Independientemente de cómo piense, ¿Cuáles son tus intenciones al traerme aquí? Puedo disculparme por lo ocurrido hace un momento, pero debes abrir la puerta y dejarme salir».

Joseph no parecía que fuera a ceder. Simplemente se dio la vuelta y se apoyó en la almohada del borde de la bañera. Bajó la voz mientras hablaba a través del vapor: «No me interesan las disculpas vacías».

Hayden se agitó: «¿Qué demonios quieres de mí?».

«Ven aquí”. Las dos simples palabras resonaron en el baño.

Hayden se quedó en su sitio y no se movió, pero clavó la mirada en la espalda de Joseph y dijo: «Tú… ¡Tienes que estar de broma!».

«Puedes tratarlo como una broma si pierdes tu tiempo aquí conmigo».

«Tú…». Miró la espalda de Joseph y casi quiso empujarlo al agua.

¿Cómo puede haber un hombre tan mezquino y desvergonzado, pero a la vez consumado? Sólo hizo una simple broma. ¿Debía guardarle tanto rencor y luego vengarse de esa manera? Era ridículo.

Tras dudarlo mucho, Hayden apretó los dientes y se acercó al borde de la bañera. Usó literalmente la nariz para desairar las palabras: «¿Cómo quieres que te restriegue?».

Joseph levantó la cabeza y la miró: «Con cuidado».

¿No es obvio? Hayden puso los ojos en blanco y no se molestó en preguntarle. Tomo una toalla pequeña para frotarle superficialmente bajo el agua y después le restregó los hombros.

«Hecho».

Joseph evitó sus ojos, rozó su mano y dijo: «Puedes irte».

«¿Qué te pasa?». Hayden frunció el ceño.

«Vete». Joseph retiró la mano y frunció el ceño.

Hayden volvió en sí y no le contestó. Se agarró a la bañera y quiso levantarse e irse. Pero no prestó atención y, al girarse, pisó un poco de espuma de jabón, resbaló y se cayó.

El grito de Hayden resonó en la pequeña habitación. Se debatió horrorizada durante un rato y tragó agua a bocados. Se estabilizó y tosió enérgicamente. Cuando abrió los ojos, dejó de toser de repente mientras el agua seguía ondulando sobre la bañera e inundaba el cuarto de baño.

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Nota de Tac-K: Ánimos en sus días lindas personitas, que les vaya súper bien, Dios les ama y Tac-K les quiere mucho. (─‿‿O)

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