Loco por ella
Capítulo 630

Capítulo 630: 

Desconcertada, Alice le miró fijamente, y Kennedy soltó una risa baja.

«Como una esposa que intenta atrapar a su marido traidor».

Esto hizo que Alice se pusiera rígida, y miró a los ojos de Kennedy: «¿Quieres decirme que haz hecho algo por lo que atraparte?»

Kennedy no hizo nada malo. Alice lo estaba poniendo a prueba, pero no lo escuchó, después de todo, no vio los registros de llamadas, tampoco tuvo ninguna implicación emocional con la mujer llamada Vera Hayes.

Así que su conciencia estaba limpia.

«¿Verdad?» Viendo que estaba en silencio, Alice preguntó de nuevo, pero dio una mirada de ansiedad a Kennedy.

Kennedy bajó ligeramente los párpados, «¿No me has olido? ¿Eh?»

Alice, «…»

Efectivamente, olía a sí mismo y a nada más.

Sin embargo, como era demasiado limpio, era sospechoso, además Alice había escuchado la voz de la mujer.

La voz de la mujer era mucho más suave que la suya. Sonaba como una chica más joven.

Ante este pensamiento, Alice se dio cuenta por fin de una cosa muy seria.

Habían pasado cinco años. No era más joven.

Para una mujer, ya había entrado en la edad de la decadencia gradual, pero Kennedy, que ahora estaba en la flor de la vida, era muy diferente.

Los ojos de Alice se volvieron fríos y lo apartó.

Su estado de ánimo decayó casi instantáneamente, y Kennedy lo sintió de inmediato. Al ver que se daba la vuelta para irse, se acercó a ella y la abrazó por detrás, apoyándose en su hombro.

«¿No me crees?»

Alice giró ligeramente el rostro y miró a Kennedy apoyado en su hombro por el rabillo del ojo.

«¿No sabes que cuanto más perfecto eres, más sospechoso eres?»

Kennedy frunció ligeramente el ceño: «¿Quién ha dicho eso?».

«No importa, ¿Te has cambiado la camisa? ¿Te has duchado? ¿Están todos desinfectados?»

Alice sonrió sarcásticamente, diciendo: «Te deshaces de todos esos rastros y te vuelves perfecto. Es divertido engañarse a uno mismo mientras se engaña a los demás».

Al principio pensó que estaba bromeando, pero ahora se dio cuenta de que hablaba en serio, al escuchar su tono burlón.

Inmediatamente, Kennedy frunció el ceño profundamente, y preguntó con confusión: «¿No me crees?»

«¿Qué te creo?» Mientras Alice pensaba en esa suave y encantadora voz femenina, se enfadaba y no podía controlarse.

Alice apartó aquellas grandes manos que la sujetaban por la cintura, se giró para darle un vistazo a Kennedy y se burló.

«Tú no te mostraste durante varios días, diciendo que estabas de viaje de negocios en el extranjero, pero no lo creo».

Kennedy fijó sus ojos en ella, frunciendo el ceño con fuerza. Su aliento era frío y nadie sabía lo que estaba pensando.

¿Estaba tan enfadada?

¿Funcionaba por sus trucos?

Lo que dijo el gordo funcionó, ¿No?

Aunque las palabras de Alice eran irónicas, su expresión mostraba que estaba enfadada.

Pero Kennedy estaba contento, porque sabía que, si Alice no se preocupaba por él, no estaría tan enfadada.

«¿Te preocupa que tenga otras mujeres en el extranjero?» Kennedy finalmente hizo la pregunta.

Estaba tan tranquilo, sin pánico, como si no hubiera hecho nada malo.

Entonces, ¿Cuál era su relación con esa mujer?

¿Le preguntó ella?

Si eran parientes, él no lo admitiría si ella se lo preguntaba.

¿Y sería un insulto preguntarle?

Pensando en eso, Alice dio un paso atrás y negó con la cabeza.

«No, no me importa que tengas otra mujer».

«¿Entonces por qué estás enfadada conmigo?»

«No estoy enfadada contigo». Alice cerró los ojos y recordó el collar que él acababa de ponerle en el cuello, por lo que quiso alcanzarlo y devolvérselo.

«Es casi la hora de trabajar y dijiste que no habías dormido en dos días. Tú vuelve a la cama».

Se esforzó por mantener su ira a raya, por parecer magnánima e indiferente.

Pero Alice se descuidó y pudo fingir que no le importaba, pero su acción fue muy evidente.

Tomó el collar que él acababa de ponerse y se lo devolvió en señal de que no le importaba y le dijo que se fuera a casa a descansar.

Él no podía creerlo.

En silencio, Kennedy la miró durante mucho tiempo y fue a recoger su collar. Al ver eso, Alice se dispuso a retirarle la mano, pero Kennedy la tomó.

Entonces, con fuerza, ella se tambaleó hacia adelante y corrió directamente a sus brazos.

Ella levantó la cabeza asombrada, pero él ya le había pellizcado la cintura.

«¿Estás insatisfecha porque no me he puesto en contacto contigo? ¿O no te gusta el collar que te regalé?»

Alice, «… Suéltame».

«No te soltaré hasta que me lo aclares». Él la acercó más.

Sin embargo, Alice pensó en la imagen que él estaba sosteniendo a otra mujer, que era más encantadora y más joven que ella.

Enfadada, Alice lo empujó, pero no lo consiguió, y entonces se burló.

«¿También le haces esto a otras mujeres?»

Kennedy frunció el ceño: «¿Qué quieres decir?»

«Quiero decir», Alice se acercó a él y le limpió el carmín de los labios con el dedo índice. Miró la mancha roja en la punta del dedo y dijo con una sonrisa sarcástica: «¿Eres tan canalla cuando estás con otras mujeres? ¿Así es como has aprendido a actuar en cinco años?».

Kennedy finalmente entendió su significado.

Antes no sentía nada malo, pero ahora había una pregunta.

¿Ella estaba molesta de su forma amorosa de ser?

Kennedy no lo entendía. Él sólo había desaparecido por unos días, ¿Por qué ella pensaba así?

Entrecerró los ojos.

«¿Alguien te ha dicho algo?»

Al ver que él estrechaba los ojos repentinamente y la miraba, Alice pensó que tenía razón y dijo entre dientes apretados: «¡No te preocupes por eso, nunca pensé que fueras una persona así!»

Ella lo apartó violentamente, diciendo: «Viniste a abrazarme y a besarme después de haber estado con otra mujer. ¿Dónde está tu obsesión por la limpieza? Pensé que realmente tenías obsesión por la limpieza, pero es sólo un espectáculo. ¡Suéltame!

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Nota de Tac-K: Que sea un lindo día para ustedes hermosas personas, que les vaya súper bien, Dios les ama y Tac-K les quiere mucho. ٩(˘◡˘)۶

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