Loco por ella
Capítulo 473

Capítulo 473: 

Probablemente porque no tenía suficiente en su casa, Zain llamó a alguien para que le comprara un montón de cosas. La anterior propietaria nunca había vivido aquí, aunque la decoración estaba hecha, faltaban muchas cosas.

Por ejemplo, algunos adornos en las paredes.

Algunos adornos en la mesa. Zain consideró eso para ella. Jack también se unió a la limpieza de la casa, todos estaban haciendo diferentes trabajos.

El tiempo de trabajo era excitante, hablaban y reían.

Pero terminaron, sólo para descubrir que estaban demasiado cansados para moverse. Jack y Yanis durmieron en el sofá abrazados.

Las criadas estaban cohibidas. Aunque estaban cansadas, seguían sentadas, y no se atrevían a quejarse o actuar aunque sus rostros parecieran cansados.

«Gracias a todos. Hay una habitación arriba, pueden ir a descansar allí. Y luego les pediré que vayan a cenar».

Las tres personas se emocionaron, pero agitaron sus manos, «No es necesario, Señorita Alice, estamos muy sucios, si vamos a descansar a la habitación, ensuciaremos su colcha, así que mejor nos sentamos aquí».

Alice sonrió, «Ustedes me han ayudado mucho hoy, ¿Cómo no van a descansar? Será mejor que se apresuren a subir, hay suficientes habitaciones».

Aún seguían sin querer subir. Finalmente, Zain tuvo que decir en voz alta: «Le pediré a Marco que los mande de regreso y luego les dé tres días de descanso, para que no te sientas culpable».

Alice, «…»

Su hermano la conocía bien.

Al escuchar eso, las tres personas se alegraron. Era raro tener tres días de vacaciones, pero se sentían avergonzados.

«Que Marco los lleve primero, les invitaré a cenar otro día».

«Gracias, Señorita Alice, nos vamos». Las criadas la miraron conmovidas y luego siguieron a Marco a la salida.

Cuando se fueron, Zain no pudo evitar alargar la mano y darle un golpecito en la cabeza. «En realidad, deberían haber hecho lo que hicieron. Tú no tienes que sentirte tan culpable».

Al oír eso, Alice se congeló un momento y luego dijo: «Nada se da por sentado. Aunque es cierto que la Familia Nelson gastó dinero para contratarlos, ellos sólo tienen que hacer su trabajo, pero yo les pedí que limpiaran la casa, no es lo mismo.»

«¿Cuál es la diferencia entre la limpieza en la casa de Nelson y la tuya?»

«Diferente estado de ánimo». Alice levantó los ojos para ver a Zain, «Al menos para mí, no están contratados por mí».

Zain hizo una pausa, entendió su significado y no dijo nada más.

«Hermano, tú también descansa, yo subiré a dar un vistazo». Con eso, Alice se dirigió al segundo piso.

El complejo de la casa era bueno y las escaleras eran rotativas.

Alice dio un vistazo y pensó que fue una decisión correcta comprar esta casa.

Se dio un baño, se cambió de ropa y se tumbó en la cama.

De hecho, estaba muy cansada, así que se quedó dormida en cuanto se acostó.

Hasta que el vibrar del teléfono la despertó. Probablemente estaba tan cansada que ni siquiera vio quién llamaba cuando contestó al teléfono. En cambio, se llevó el teléfono a la oreja y dijo algo lánguidamente.

Kennedy frunció el ceño cuando escuchó esa voz agotadora. ¿Qué estaba pasando con esta mujer?

«¿No dormiste anoche?»

Una voz fría, baja y magnética se escuchó de repente en su oído. Alice se sobresaltó, pero estaba confundida. Echó un vistazo al teléfono y vio que era Kennedy.

«¿Qué puedo hacer por ti?»

Estaba hasta arriba de cansancio. Alice se sintió demasiado agotada, hacía mucho tiempo que no se sentía tan cansada. Después de despertarse, sintió sus manos y pies débiles.

«Trabaja 24 horas para mí, quiero ver el diseño hoy».

Alice, «… Lo siento, los fines de semana no están incluidos».

Kennedy levantó las cejas y curvó los labios, «No está en el contrato, ¿Lo cambiaste?»

«Sí». Alice asintió. Sabiendo que este hombre no se había divorciado de ella y se pegaba a ella como si fuera yeso, no lo consideraba un cliente, no se enfadaría de todas formas. Ella sería mala con él, si se enfadaba, rompería el contrato, que era lo que ella quería.

Si él no se enfadaba, ella lo trataría así todo el tiempo, como a él no le importaba, a ella no le importaría.

«Lo añadí temporalmente, ¿Tienes algún problema?»

Kennedy, «…»

Estuvo en silencio por un tiempo, nunca espero que cambiara de táctica. Antes lo trataba como un cliente, pero últimamente no le tenía miedo, era mala y no lo respetaba.

Ante este pensamiento, Kennedy tuvo una sonrisa encantadora y malvada, «¿Cómo me atrevería a tener un problema con la orden de mi esposa?»

Oyendo eso, Alice se congeló y no sintió más sueño, el teléfono cayó a la almohada.

Debido a que la habitación estaba muy silenciosa, probablemente Kennedy pudo escuchar que su teléfono se cayó, entonces escuchó su risa magnética.

Este b$stardo…

Alice volvió a recobrar el sentido común y entonces cogió el teléfono apretando los dientes, «Kennedy, sé normal, nos divorciaremos tarde o temprano, no me llames así».

«¿Quién ha dicho eso?» Kennedy dio una sonrisa baja y dijo en un tono dominante, «Durante cinco años, no nos hemos divorciado, ¿Crees que será posible en el futuro?»

Alice …

«Si te aburres, por favor, vete a la empresa a hacer cosas más útiles, o a ayudar a algunos pobres, no perturbes mi sueño». Con eso, Alice no le dio la oportunidad de hablar y directamente colgó el teléfono.

Al escuchar que el teléfono había sido colgado, Kennedy se quedó helado y luego dijo, «Estúpida mujer, ahora te pones de mal genio……» No mucho después de esto, murmuró. «Quien la hizo ser tan…»

Alice dejo el teléfono a un lado y luego cerro los ojos con la intención de seguir durmiendo, pero ahora su estado de ánimo estaba afectado por las palabras de Kennedy, no podía ni siquiera calmarse.

Se quedó un momento con los ojos cerrados y se sentó de nuevo.

Aunque no lo trataba como un cliente, necesitaba deshacerse de él.

Sin embargo, no sería tan fácil como antes.

Ante este pensamiento, Alice suspiró y se preguntó cuándo podría deshacerse de él.

En cuanto al divorcio, ya no podía hacer nada.

Ella pensaba que había crecido mucho en los últimos cinco años, pero la maldad del hombre había mejorado en los últimos cinco años, especialmente su lado sinvergúenza.

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