Loco por ella
Capítulo 459

Capítulo 459: 

«¿Crees que no lo sé? Aunque lo disimulaste bien, fue como si se supiera que una mujer está embarazada o no por su vientre. Tú no puedes ocultarlo desde que estoy contigo».

«……» Alice la miró boquiabierta y apartó la mirada después de un momento.

«Tú piensas demasiado. Tú no puedes adivinar todo».

«¿Adivinar?» Yanis respiró hondo y luego se cruzó de brazos frente al pecho, dando un vistazo a Alice.

«Entonces, ¿Por qué no me miras? De todos modos, ¿Crees que no sé que has buscado información de Kennedy cuando no hay nadie más cerca? ¿Cuál es el nombre que más aparece en tus búsquedas? ¿Es alguien con el mismo nombre?»

Alice, «…»

Hubo un golpe en su corazón, como si su corazón hubiera sido golpeado por una roca.

«¿Siempre pensaste que no me enteraba y que lo ocultabas bien?» Yanis pensó un momento y luego dijo: «En realidad, lo vi en la carretera de Ciudad S a Ciudad B, pero no te lo dije».

Al oír eso, Alice levantó de repente la cabeza: «¿Qué has dicho?».

¿Kennedy estaba allí en la autopista?

Al ver su reacción, Yanis tuvo que contarle a Alice lo que pasó ese día. Después de eso, Alice recordó que Yanis se veía rara después de que ella fuera a comprar la comida, pero Yanis se inventó una razón.

¿Pero ahora?

En retrospectiva, ella ni siquiera pensó en ello.

«¿No es sorprendente encontrarse con él justo después de volver a casa? A veces me pregunto si están demasiado enamorados el uno del otro. Si no, ¿Cómo es posible que se encuentren en el trayecto de Ciudad S a Ciudad B? Pero si están enamorados el uno del otro, ¿Cómo no se encontraron ese día? Tal vez, porque cause problemas, Alice…… como tu amiga, es mi deseo egoísta que no lo vuelvas a ver. Te ha hecho mucho daño, pero si todavía le quieres, entonces… estoy de tu lado».

Al final, Yanis se adelantó y se inclinó para abrazar su hombro.

Alice se quedó atónita in situ.

De repente, sintió que sus ojos se humedecían un poco.

Durante tantos años no estuvo sola, Yanis lo sabía.

Sí, aunque ahora fingía que estaba bien al ver a Kennedy, durante tantos años… había estado amando secretamente a Kennedy, prestaba atención a su situación, a sus noticias.

Ella sabía que él había salido de su silla de ruedas, que era un hombre que caminaba, que era el verdadero dueño del Grupo Moore.

Aunque, ella todavía no sabía que Kennedy había curado sus piernas.

Al verle de nuevo en pie, Alice, por supuesto, se alegró por él.

Pero, aunque todavía lo amaba, no quería empezar de nuevo con él.

El pasado había desaparecido. Nadie le dijo que debía estar con él, pues aún lo amaba.

«Ve, habla con él y despeja tu mente de todas tus dudas. Si le quieres de verdad, no le pierdas». Yanis le dio una palmadita en el hombro y le dijo con voz gentil.

Después de un largo rato, la soltó y salió del despacho.

Alice dio un vistazo a su hombro mojado.

…

A las dos de la tarde

Un coche familiar aparcó en la planta baja de la empresa, Nathan llamó a Alice.

«Señorita Shelly, el Señor Kennedy me ha pedido que la recoja».

Alice estaba familiarizada con la voz de Nathan. Se acercó a la ventana y vio a Nathan apoyado en el coche sosteniendo su teléfono. Apretó los labios, «Ok, bajaré en cinco minutos».

Alice recogió algunos datos, se levantó y bajó las escaleras.

Debido a la aparición de Nathan, había un montón de gente de pie en la ventana del despacho para ver.

«Si no me equivoco, ese es Nathan, ¿El asistente de Kennedy Moore? ¿Por qué está aquí?»

«¿No es nuestra empresa la que trabaja con la suya? Así que vino a recoger a Alice».

«Incluso si tenemos una cooperación, él no tiene que recogerla».

Ada mostro una débil sonrisa «Tal vez ella tiene buenos medios».

Al escuchar eso, Rachel levantó la ceja: «Sí, Zain abrió esta empresa por ella, tiene muchos y buenos recursos, lo que muestra que los medios de esta mujer son buenos.»

«Tú la envidias. Zain y Kennedy son dos hombres poderosos en Ciudad B, que han ignorado a muchas mujeres. En lugar de tener envidia, te aconsejo que hagas unos cuantos bosquejos más».

Fue Winnie quien dijo esto. Tiró sus papeles directamente sobre la mesa y luego se levantó con la mano pegada al pecho, mirando a Rachel y a Ada.

Estas dos mujeres no le agradaron desde el principio.

Después de todo este tiempo, eran cada vez más molestas.

«¿A quién le importa? Ella es buena para tratar con dos hombres al mismo tiempo. Tú hablas por ella, ¿Quieres ser como ella?». Rachel resopló y refutó.

Ada se cruzó de brazos frente al pecho: «Pero aquí no le gusta a ningún hombre».

«Sí». Winnie apoyó ambas manos en la cintura: «Yo no les gusto, pero tú tampoco les gustas. ¿De qué estás orgullosa? Y siento que debo decirte algo».

Ante esto, Winnie se sintió orgullosa.

Ella era la única que sabía la verdad en este despacho. Ante este pensamiento, ella dijo, «Ustedes han estado dando por saco a Alice, pero no saben que ella no es la mujer de Zain. Su apellido es Nelson».

Rachel no entendió y parpadeó: «¿Y qué si su apellido es Nelson?».

Ada pensó cuidadosamente y luego miró a Winnie seriamente.

«¿Qué significa eso?»

«Piénsalo tú misma. De todos modos, no hay nada puro en tu sucio cerebro, mejor me callo».

Winnie directamente los ignoró, pasó por alto el escritorio y caminó hacia el exterior. Sean le siguió: «Winnie, ¿A dónde vas? ¿Te acompaño?»

«Vete a la mi%rda». Winnie le regañó: «Voy al baño, ¿Me acompañas? Friki».

Sean, regañado por ella, sonrió torpemente y se tocó la cabeza: «Te espero aquí».

Cuando Winnie se fue, los demás estaban confundidos.

«¿Qué quiso decir con lo que dijo? El apellido de Alice es Nelson, ¿Qué le importa a Zain?» Rachel no tenía cerebro. Seguía sin entender.

Ada lo había deducido después de un momento de pensar, pero no lo dijo en voz alta, sin embargo, su rostro se tornó pálido.

…

Alice estaba en el coche de Nathan.

Mientras el coche se alejaba, se produjo un inquietante silencio.

Al ver que el coche no se dirigía a la Ciudad, Alice preguntó con el ceño fruncido: «¿Debemos vernos en la empresa?»

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