La última luna
Capítulo 33

Capítulo 33:

POV River.

Al captar la mirada de Ellie desde el costado, River le dedicó una sonrisa tranquilizadora. Parecía muy nerviosa. No podía culparla. Los próximos minutos iban a determinar con quién pasaría el resto de su vida. Eso era algo muy importante metido en un período de tiempo relativamente corto.

Blade parecía tan arrogante como siempre, de pie al otro lado del círculo, saltando y moviendo los brazos, tratando de mantenerse ágil. River no creía que nada de eso fuera necesario. Solo tenía que concentrarse. Era muy probable que Blade encontrara una forma de hacer trampa y él debía estar preparado.

Andrew los invitó a ambos a entrar en el círculo. River le ofreció la mano a Blade, pero éste la miró y se rió, negándose a estrecharla.

“Estoy aquí para ganar el premio, River. No a hacer amigos”, dijo Blade.

“Ella no es solo un premio, ya sabes”, River sacudió la cabeza, soltando la mano.

Blade se encogió de hombros.

“Eso es lo que será para mí. Dentro de unos minutos”, espetó.

Su sonrisa arrogante se iluminó y River quiso borrarla de su rostro, Andrew hizo sonar el silbato y el partido comenzó.

Los dos se rodearon mutuamente, ambos en posición de listos. River sabía que Blade no podía ser paciente. Se le acercaría primero y cuando lo hiciera, se abalanzaría demasiado rápido y con fuerza y sería fácil desequilibrarlo.

Tal y como había previsto, al minuto de empezar el combate, Blade perdió la paciencia y corrió con fuerza hacia River, apuntando a su lado izquierdo. River dio un paso hacia la derecha y atrapó la parte inferior del cuerpo de Blade, volcándolo y rodando sobre él. No se iba a quedar en el suelo, pero era bueno tener el primer pin.

Blade logró zafarse y se puso de pie rápidamente. River también se levantó y los dos volvieron al combate. Blade no tardó tanto en abalanzarse sobre él la segunda vez. Esta vez golpeó de lleno a River, que cayó, pero se arrastró por debajo del brazo de Blade y lo volteó para quedar encima.

Blade apretó los dientes y luego gruñó de frustración, empujando a River. Siguieron enredándose en el suelo durante unos minutos antes de que Blade se levantara y River se vio obligado a levantarse también.

Esta vez no esperó a que Blade se abalanzara sobre él porque éste se encontraba a un par de metros de la línea. Dando todo lo que tenía, River bajó el hombro y se abalanzó sobre Blade, con la intención de empujarlo hacia atrás unos pasos.

Lo golpeó con fuerza, pero Blade giró para no salirse, dejando a River en peligro de pisar la línea. Al no caer en ese truco, River retrocedió y esperó.

Cuando Blade se abalanzó sobre él la siguiente vez, River todavía estaba bastante cerca de la línea. Sin embargo, no iba a ir a ninguna parte. Se mantuvieron de pie, luchando el uno contra el otro.

River pensó en levantarlo y sacarlo del círculo. Tenía los brazos alrededor de la parte inferior del cuerpo de Blade, que se inclinaba tratando de empujarlo hacia atrás, cuando un fuerte dolor irradió por su oreja y por su cuerpo. River no pudo evitar gritar ante el dolor punzante.

No pudo entender lo que había sucedido durante unos segundos hasta que vio que la sangre goteaba sobre la alfombra. Blade lo había mordido. Es más, tenía que haberse transformado un poco para morder tan profundamente y hacer que fuera tan doloroso.

Los dientes humanos no eran capaces de hundirse en esa zona del cuello y causar tanto daño. La zona directamente debajo de la oreja derecha de River le gritaba. El suelo debajo de ellos estaba resbaladizo por la sangre.

“¡Eso es trampa! ¡Toca el silbato, Andrew!”, gritó Ellie desde la banca.

Pero el silbato no sonó. Andrew no interrumpió el partido y River se deslizaba hacia atrás, hacia esa línea.

Los demás también gritaban ahora, exigiendo que se detuviera el partido. Blade se rió, con la boca todavía demasiado cerca de la cabeza de River para que le resultara cómodo.

“¿No puedes soportar un poco de dolor, Riv?”, espetó Blade.

“Oh, puedo soportarlo. No tengo que hacer trampas ni transformarme para vencerte, Blade…”, dijo River, su dolor alimentando su ira.

River empujó a Blade hacia atrás y lo soltó. Blade le gruñó, con los dientes cubiertos de sangre. No hubo tiempo de limpiarse la sangre cuando Blade volvió a correr hacia él. River estaba furioso y listo para que esto terminara.

Hizo caer a Blade de espaldas con un sonoro golpe y luego se lanzó sobre el otro Alfa. Blade luchó por liberarse, pero esta vez River no lo dejaría ir. Con la sangre de River chorreando por su cuello y goteando por toda la cara de Blade, Andrew hizo sonar el silbato.

Se había acabado.

River había ganado. Se puso de pie y miró a Ellie a través del gimnasio, pero no pudo leer su expresión. Tenía los ojos muy abiertos, la pierna le seguía temblando y el labio le temblaba.

¿Era posible que la hubiera interpretado mal todo el tiempo? ¿No estaba contenta de que él hubiera ganado? Por fin había conseguido exactamente lo que quería, la mano de la última Luna en matrimonio, pero ahora, al ver su reacción, o la falta de ella, River tuvo que preguntarse… ¿No quería Ellie casarse con él?

POV Ellie.

Blade era un tramposo. No le cabía duda de que se había transformado lo suficiente como para usar sus dientes de lobo para morder a River. La sangre que había en el suelo era suficiente para demostrarlo.

Sin embargo, su propio Beta la ignoró cuando se lo señaló y ni siquiera su padre detuvo la pelea. Si River no hubiera ganado, habría tenido que protestar por la victoria.

Pero River había ganado. Ellie todavía estaba en shock. No podía creerlo. De todos los Alfas, él era por el que ella se había sentido más atraída desde el principio. Ahora, iban a casarse. Casarse. Esa era una palabra en la que no había pensado mucho a lo largo de los años.

Pero ahora, al verlo de pie, victorioso, con una enorme sonrisa en su rostro, se sintió muy agradecida a la Diosa de la Luna por haberlo traído hasta ella. Sin embargo, él había ganado el torneo por sus propios méritos. Era el más fuerte, el más rápido y el mejor luchador de todos.

Y era suyo.

No era propio de Ellie dejar ver sus emociones. Había aprendido a lo largo de los años a mantenerse en guardia. Ya sea que. estuviera negociando con otro Alfa o liderando su manada en la batalla, necesitaba ser lo más neutral posible para que mantuvieran su confianza en ella.

Así que cuando se acercó a River, trató de mantener su felicidad eufórica fuera de su línea de visión. Le sonrió, pero no se apresuró a abrazarlo ni a decirle lo contenta que estaba de que hubiera ganado. Él ya lo sabía. Después de todo, la había besado.

Alguien le entregó a River una toalla para que la presionara contra la mordida. Definitivamente necesitaría que la curandera de la manada lo viera, pero por ahora, ella tenía un premio que otorgarle.

Su padre había organizado una ceremonia de coronación que tendría lugar unos minutos después de que terminara el partido. Quería dar al vencedor la oportunidad de tomarse un pequeño descanso, había explicado y luego le daría su premio; su hija.

Los ojos de Ellie se dirigieron al montaje que su padre tenía en el extremo del gimnasio. Había algunas muestras de flores y un arco. Se parecía mucho al telón de fondo de una ceremonia de boda. En un pilar a la izquierda del arreglo había una corona hecha de coronas de olivo. Su padre tenía un don para lo dramático.

Mucha gente rodeaba a River, felicitándolo, dándole palmaditas en la espalda y preguntándole cómo estaba. Ellie los dejó y pasar. Ya tendría ocasión de hablar con él más tarde.

Vio cómo su madre lo rodeaba con sus brazos y le besaba la mejilla. Otros miembros de su manada también estaban allí. Un gran brazo rodeó sus hombros.

“¿Conseguiste lo que querías?”, preguntó Ulises.

“Lo hice”, dijo ella, sonriéndole.

Estaba cubierto de sudor y olía fatal, pero ella le abrazó de todos modos.

“Hoy has luchado mucho”, dijo.

“Sí, pero no lo suficiente. Maldición, ojalá hubiera sido capaz de vencer a Blade”, espetó Ulises.

“Oh, bueno. Lo importante es que perdió”, afirmó.

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