Capítulo 994:

«Los representantes de Summit Ltd llegaron temprano. Su elección de socio en Duefron no se limita a nuestra empresa. Numerosos contendientes compiten por la misma oportunidad. Esta noche hay una cena. Me acompañarás».

Albert dio un par de caladas a su cigarrillo antes de continuar: «Hay que cerrar este trato. Tengo previsto volver a la sede central de Heron el año que viene, pero necesitamos a alguien que supervise las operaciones aquí».

Levantándose de su asiento, Albert se acercó a Melissa y le dio una palmada tranquilizadora en el hombro.

Melissa captó la insinuación.

Albert dio una calada profunda a su cigarrillo y añadió: «Una vez concluido, te concederé el uno por ciento de las acciones de Waston Group como gesto de buena voluntad».

El aprecio y la inversión de Albert en Melissa no obedecían únicamente a sentimientos personales.

Albert, de origen modesto, había tenido dificultades para establecerse en la familia Waston.

Necesitaba un confidente, y Melissa era la persona a la que había preparado para ese papel. Naturalmente, estaba al corriente de la evolución de la relación de Melissa con Marcus.

Apagando el cigarrillo, Albert comentó: «Melissa, al fin y al cabo, lo que tienes en las manos es verdaderamente tuyo».

Melissa comprendió el significado.

Tres años antes, la proposición de Albert no habría tenido mucho atractivo para Melissa. Sin embargo, las circunstancias habían cambiado, y ahora necesitaba apoyar a Matthew. Tampoco podía olvidar la afirmación de Marcus de que no se lo merecía.

Si no poseía nada, ¿merecía una relación?

Melissa asintió y respondió: «Entiendo, señor Waston».

Albert la examinó un momento, pero luego se limitó a sonreír y dijo: «Muy bien. Vuelve al trabajo».

Melissa salió del despacho.

Apoyado en el escritorio, Albert encendió otro cigarrillo. Mientras fumaba, se le pasaron por la cabeza pensamientos sobre Jessie.

Sin embargo, se limitó a sonreír e ignorarlos.

A las cinco de la tarde, Marcus envió un mensaje a Melissa, diciendo: «¿Cuándo terminarás de trabajar?».

Fue entonces cuando Melissa recordó la invitación de Marcus.

Temiendo que volviera a presentarse en su casa esta noche, se lo pensó un momento antes de responder: «Tengo una cena a la que no puedo faltar».

Marcus no insistió.

Sentado en su sillón de cuero, Marcus hojeó distraídamente su teléfono.

Sylvia le recordó en voz baja: «El caso de Summit Ltd es bastante importante. El beneficio potencial ronda los 20.000 millones de dólares. Albert le está dando mucha importancia».

Marcus permaneció en silencio, con la silla girando sin que una palabra escapara de sus labios.

Sylvia se abstuvo de hablar, percibiendo los celos silenciosos de Marcus.

.

.

.

Consejo: Puedes usar las teclas de flecha izquierda y derecha del teclado para navegar entre capítulos.Toca el centro de la pantalla para mostrar las opciones de lectura.

Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.

Reportar