La segunda oportunidad en el amor -
Capítulo 880
Capítulo 880:
Marcus no podía comprender la profundidad del sufrimiento que ella debía de haber soportado para acumular semejante suma.
Lentamente, Marcus sacó su teléfono del bolsillo y abrió el álbum de fotos.
Entre las pocas fotos que tenía, una era de Melissa.
A pesar de su ruptura y del resentimiento que le guardaba, no se atrevía a borrarla.
Ahora, al contemplar su imagen una vez más, le dolía el corazón.
Tras un prolongado momento de silenciosa contemplación, Marcus marcó un número conocido. Seguía sin conectar. Aunque se había preparado mentalmente para ello, el resultado seguía dejándole una asfixiante decepción.
Golpeó suavemente la pantalla de su teléfono y no pudo resistirse a volver a consultar el álbum de fotos.
De repente, la puerta se abrió y entró Waylen.
Al observar la expresión pensativa de Marcus, se quedó un momento junto a la puerta antes de esbozar una leve sonrisa. «¿Qué te preocupa? Tu hermana te llamó desde las escaleras durante un buen rato, pero no parecías oírla».
Marcus guardó su teléfono en el bolsillo, volviendo al presente.
Marcus dobló tranquilamente la carta y se la metió en el bolsillo, pero los agudos ojos de Waylen no pasaron por alto su distracción. Waylen sonrió y comentó: «¿Qué te tiene tan absorto ahí? Pareces ensimismado».
«Nada», respondió Marcus, con expresión cautelosa.
Se levantó de su asiento y se dirigió hacia la puerta. «¿No está lista la cena?»
Mientras Marcus se acercaba, Waylen le puso una mano tranquilizadora en el hombro y le dijo: «Marcus, a veces está bien expresar tu vulnerabilidad.
Tu madre y yo no te ridiculizaremos. Al fin y al cabo, sólo es una ruptura».
El tono de Marcus permaneció indiferente mientras respondía: «No voy a meterme en una nueva relación».
Waylen intuyó que Marcus aún podía estar fingiendo.
Si no era una nueva relación, ¿quizás una antigua? ¿No era eso lo que tenía en el bolsillo?
Mientras bajaban juntos las escaleras, Waylen sonrió y bromeó: «De hecho, con la influencia de nuestra familia, no sería difícil traer de vuelta a Melissa y hacer que se casara contigo.»
«Papá, si algo no está destinado a suceder, intentar forzarlo no servirá de mucho», replicó Marcus, con tono firme.
Conociendo a su hijo, Waylen no insistió más en el asunto. En cambio, intercambió una mirada significativa con Rena.
Era evidente que Marcus no había superado lo de Melissa, pues ella seguiría siendo una parte inseparable de su vida pasara lo que pasara.
Durante la cena, evitaron mencionar a Melissa, pero un aire de tensión flotaba sobre la mesa.
Incapaz de contenerse, Elva fue la primera en hablar. «Marcus, mientras estabas en casa de Alexis, alguien de la familia Smith hizo una visita».
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