Capítulo 828:

La nariz de Melissa se crispó y asintió con la cabeza antes de salir lentamente.

Mientras se marchaba, no pudo resistir la tentación de volver la vista al lugar donde había vivido varios de los días más dulces de su vida con el hombre al que amaba.

El recuerdo de Marcus permanecería grabado en su corazón.

Melissa salió del hotel, sintiéndose perdida y sin rumbo fijo.

Mientras estaba allí aturdida, una mujer salió de un taxi azul y llamó al ver a Melissa.

Al darse la vuelta, Melissa reconoció a la madre de Ryan, Merry Jenkins.

Merry, que también había sido la madre adoptiva de Melissa, la miraba con resentimiento, aunque se abstuvo de montar una escena en público.

Finalmente, se reunieron en un modesto restaurante.

La mesa estaba pegajosa y la taza de té carecía de limpieza, pero de todos modos ninguna de las dos tenía interés en comer nada.

Merry fue directa al grano: «La salud de Ryan es frágil y necesita cuidados. Su padre y yo estaríamos tranquilos si te quedaras a su lado y cuidaras de él».

Melissa permaneció en silencio, con el semblante pálido.

Al observar el silencio de Melissa, Merry no pudo contener su frustración.

«Melissa, ¿has oído lo que acabo de decirte? Si no te hubiéramos acogido, ¿dónde estarías hoy? Entiende esto, estás ligada a la familia Jenkins como sirvienta para toda tu vida. No puedes abandonar a Ryan para buscar lazos con Marcus».

Merry se burló. «Apuesto a que has hecho una fortuna acostándote con Marcus últimamente. Entrégamela. Vamos a comprar una casa más grande para Ryan. Considera el dinero bien gastado».

«No poseo ningún dinero.

Merry, tú me adoptaste, y ya he saldado la deuda con esos 800.000 dólares.

En cuanto a Ryan, no hay amor de mi parte».

Melissa recibió una bofetada en la cara, pero no mostró ni ira ni tristeza.

Merry la había sometido a innumerables palizas desde niña. Cuando Melissa era joven, Ryan le aplicaba medicinas a escondidas en las heridas, pero a medida que crecían, se convirtió en uno de los individuos que le causaban daño.

No había lugar para los sentimientos en esta tumultuosa historia.

Merry alzó la voz y declaró: «¿Crees que acostarte con un hombre rico te hace noble? Melissa, eres igual que tu madre, ¡una puta barata!».

Merry empezó a registrar las pertenencias de Melissa, pero descubrió muy poco dinero en su equipaje: apenas decenas de miles de dólares.

Entre los objetos más valiosos había un juego de productos para el cuidado de la piel y un puñado de joyas insignificantes. Aunque se vendieran, su valor conjunto no superaría los 100.000 dólares.

.

.

.

Consejo: Puedes usar las teclas de flecha izquierda y derecha del teclado para navegar entre capítulos.Toca el centro de la pantalla para mostrar las opciones de lectura.

Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.

Reportar