La segunda oportunidad en el amor -
Capítulo 626
Capítulo 626:
Alexis levantó la mano, con intención de abofetearle.
Pero él la atrapó rápidamente, sus labios encontraron los de ella en una suave caricia, sólo para ser mordido en respuesta.
Saboreó su propia sangre, una mueca se formó en sus labios. «¿Morderme?»
La voz de Alexis era de hielo. «¿Qué quieres exactamente, Leonel?
Debería haber sido él quien le hiciera esa pregunta.
Le acarició el rostro suavemente, sus palabras teñidas de confusión y dolor.
«Te fuiste sin decir una palabra. Decidiste terminar conmigo. Y sin embargo, tuviste a mi hijo. ¿Sigues sintiendo algo por mí?
¿Por qué entonces estás con Calvin? ¿Por qué vives en la villa al lado de la mía?
¿Qué intentas conseguir exactamente, Alexis?».
Su corazón se aceleró, temiendo que él pudiera darse cuenta de su fingimiento.
Sin embargo, al momento siguiente, las palabras de Leonel cortaron el aire. «¿O tal vez no te satisface y me anhelas a mí?».
Sin vacilar, la mano de Alexis golpeó la cara de Leonel con una sonora bofetada.
La habitación pareció congelarse de tensión. Leonel, imperturbable y casi esperando esta reacción, no movió la cara.
Incluso esbozó una sonrisa.
Cuando Alexis se movió, él le apretó el hombro con firmeza, manteniéndola en su sitio.
No le dio la oportunidad de irse.
Tras una larga mirada, Alexis apartó la vista y su voz se suavizó. «Si mi presencia te molesta, me iré. Puedes evitarme cuando vuelva a visitar a mis padres. Nunca te he molestado, Leonel. Espero que me concedas la misma cortesía».
Leonel seguía sonriendo, aunque con un deje amargo.
Le molestaba constantemente la presencia de Calvin en la vida de Alexis, pero no podía expresarlo. Su única salida era pronunciar palabras duras, enmascarando su tristeza. Ansiaba una explicación de Alexis, pero ella no le daba ninguna, ni siquiera negaba su cercanía con Calvin.
Una punzada de dolor parpadeó en el corazón de Leonel.
Su impasse fue interrumpido por unos golpes suaves y rítmicos en la puerta. Tres golpes distintos resonaron.
Le siguió la voz de Calvin desde fuera. «Alexis, ¿estás ahí?»
Alexis miró a Leonel, notando la ligera curvatura de sus labios. Se inclinó hacia él, susurrándole provocativamente: «¿Disfrutas traicionando a Calvin?».
Su respuesta fue gélida. «En los años que hemos estado separados, te has vuelto más retorcido».
Se dio la vuelta y abrió la puerta.
Los tres estaban de pie, atrapados en un inesperado cara a cara.
Sin mirar a Calvin, Alexis se marchó dejando atrás a los dos hombres.
Calvin mantuvo la compostura. «Leonel, ¿estabais tú y Alexis recordando viejos tiempos?».
Leonel respondió con una leve sonrisa. «Algo así.
Es una sensación agradable».
Al marcharse, Leonel rozó el hombro de Calvin, una sutil provocación.
Calvin lo miró, sonriendo con indiferencia, como si no le importara. Sin embargo, cuando Leonel se marchó, la sonrisa desapareció de su rostro, revelando una profunda confusión.
¿Era Calvin realmente indiferente?
Parecía improbable.
Calvin anhelaba tener la fuerza física para atravesar la puerta e interrumpir a Alexis y Leonel. Odiaba la idea de que estuvieran solos.
La idea de que Alexis estuviera con Leonel inquietaba profundamente a Calvin.
Calvin dudaba en admitirlo, pero lo que Alexis había planeado hacer con Leonel le dolía.
No le gustaba la idea de que Alexis estuviera con Leonel repetidamente, aunque sabía que ella realmente no tenía elección en ese momento.
No era sólo la posesividad de Calvin. Le dolía el corazón por ella. Sospechaba que Leonel aún ocupaba un lugar en el corazón de Alexis, aunque ella no tenía ningún deseo de estar con él.
Su corazón se sentía sin vida, al igual que su cuerpo.
¿Cómo podía sentir deseo?
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