Capítulo 2178:

Guardó silencio unos segundos y luego preguntó: «¿Todavía me quieres?». Elva acababa de desembarcar del avión y estaba muy cansada.

Ella no quería hablar de ello, pero aun así le respondió con sinceridad.

«Sí, creo que todavía te quiero», dijo ella.

«Pero Luis… el amor puede desvanecerse con el tiempo. No puedo prometer amarte para siempre. Esta es una buena oportunidad para que demos un paso atrás y reevaluemos nuestro matrimonio.»

Una vez tuvo fe en su matrimonio.

Pero un mes después del incidente, Luis seguía metido hasta el cuello en el trabajo y evitaba la intimidad.

Entonces se dio cuenta de que su matrimonio se desmoronaba.

Luis era un poco perfeccionista.

A menudo se adentraba en terrenos difíciles, torturándose a sí mismo y a quienes le rodeaban.

Desde la muerte de Holley, había sido duro consigo mismo e incluso con Elva.

Había estado distante, probablemente porque no sabía cómo manejar las cosas con ella.

Así que Elva decidió dar un paso atrás.

Aceptó un trabajo como actriz en el extranjero.

Seis meses de diferencia les daría tiempo para reflexionar y tomar la decisión correcta.

Se lo explicó a Luis y él lo entendió.

Después de un momento, dijo: «Descansa un poco y sacúdete el jet lag. Vendré a verte cuando acabe mi trabajo aquí». Elva sonrió y no dijo nada.

Terminó la llamada y se recostó en el asiento de cuero para echarse una siesta.

De repente echó de menos los días en que aún estaba soltera.

Luis sintió cierto pesar, y ella también.

Se habían precipitado al casarse.

Pero Elva pronto lo dejó atrás y se volcó en su trabajo.

Tuvo que esforzarse mucho porque tenía una impresionante suplente dispuesta a ocupar su lugar.

Si Elva no cumplía las normas, la sustituía la suplente.

Elva había entrenado artes marciales durante un mes para la película.

El director alabó su talento y dijo que tenía potencial para convertirse en una estrella internacional.

Elva no era ambiciosa, pero le encantó oírlo.

Pero cuando empezó oficialmente el rodaje, descubrió que estaba embarazada.

El bebé debió ser concebido la noche anterior a su partida.

Tenía dos opciones: dar prioridad a su carrera y renunciar al bebé, o tenerlo y renunciar al papel que tanto le había costado conseguir.

Elva tomó rápidamente su decisión.

Pero antes llamó a Luis.

Había prometido visitarla este fin de semana y ella quería compartir la noticia.

Tal vez el bebé podría arreglar su tenso matrimonio y acercarlos.

Ya no eran jóvenes, así que ella quería al niño.

Luis contestó al teléfono.

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