La segunda oportunidad en el amor -
Capítulo 2154
Capítulo 2154:
Luis sirvió vino respetuosamente para Waylen y Rena, sus futuros suegros.
Waylen no se lo hizo pasar mal a Luis; no podía caer tan bajo.
Sus hijos se encargarían.
Después de brindar, Luis bebió otro vaso, manteniéndose confiado, ya que mostrar debilidad no era una opción.
Cuando Alexis y Elva bajaron, vieron que Luis se había quitado su costosa chaqueta y charlaba con Leonel y los demás, con un cigarrillo en la boca.
Tenía la mano apoyada en el respaldo de la silla de Elva, lo que demostraba su cercanía a ella.
Al acercarse a la mesa, Elva recibió un gesto cortés mientras Luis se levantaba y le acercaba la silla.
Le dedicó una pequeña sonrisa y siguió charlando con los hombres.
Elva le miró.
Parecía haber bebido mucho, ya que tenía la cara un poco sonrojada, pero extrañamente le sentaba bien.
Sabía que sus hermanos lo estaban poniendo a prueba y se mantuvo al margen.
En su lugar, le sirvió su comida favorita mientras charlaban.
Leonel se quedó atónito.
Luis ya se había bebido al menos diez copas de vino.
Edwin estaba igualmente sorprendido.
La comida duró dos horas.
Al final, Luis se emborrachó.
Edwin se aflojó la corbata y suspiró: «¡No puedo beber más que él!». Por supuesto, en sus días de juventud, podría haber sido una historia diferente.
Luis estaba en la flor de la vida mientras que ellos ya habían cumplido los cuarenta.
No podían competir con un hombre de treinta y pocos años.
Tras el almuerzo, todos se retiraron a sus habitaciones para disfrutar de un merecido descanso.
Un criado ayudó a Luis a ir al dormitorio de Elva para que descansara, ya que no le convenía volver a casa en ese estado.
Luis rara vez se emborrachaba, así que dormía hasta el anochecer.
Al despertarse, se encontró en el sofá.
Reconoció el olor en el aire y supo dónde estaba.
Se tumbó perezosamente, sin ganas de moverse.
Oyó que alguien ponía la mesa abajo.
Parecía que la cena estaba lista.
Después de haber bebido demasiado en el almuerzo, no podía aguantar más copas.
Edwin, que era el que más sabía beber de la familia Fowler, le había emborrachado sirviéndole unas copas más y bebiéndole por debajo de la mesa.
La luz le lastimaba los ojos, así que Luis se los protegió.
Un niño entró de puntillas y apartó la mano.
Luis vio que era una niña, de unos cinco o seis años, que se parecía mucho a Alexis pero más a Leonel al observarla más de cerca.
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