Capítulo 2045:

La idea de que creciera y se casara algún día le llenaba de tristeza.

Se le llenaron los ojos de lágrimas.

De repente, Leyla le entregó una caja de caramelos.

«Mamá dijo que esto es para ti.»

Rafael se quedó de piedra.

Dentro de la cajita de hojalata rosa había siete u ocho caramelos, un cheque y una carta.

El cheque era de 50 millones.

Desdobló la carta y la leyó.

Era de Olivia.

Ella declaró: «Vendí el brazalete de esmeraldas por 50 millones. El dinero es para ti y para Leyla. Leyla no necesita el brazalete ahora mismo, pero a ti te vendría bien el dinero. Un día, podrías comprarle uno nuevo».

Eran frases sencillas, sin ninguna emoción.

Raphael entendió el mensaje: había venido a ayudarle porque había oído hablar de sus dificultades a sus padres.

Ella pensaba que ahora vivía mal.

Cierto, estaba en una situación difícil, incluso aceptando la ayuda de Mark.

Pero Olivia también sabía lo orgulloso que estaba.

No quiso aceptarla directamente, así que vendió la dote que le había dado a Leyla.

Dijo que pertenecía tanto a él como a Leyla.

En el fondo, ella aún guardaba un lugar para él.

Aunque se habían separado, su historia común, alegre o dolorosa, era indeleble y estaba grabada para siempre en sus mentes.

A Rafael se le llenaron los ojos de lágrimas.

«Mi tío dice que los chicos no deben llorar», dice Leyla, secándole las lágrimas.

La abrazó con fuerza.

Besó a la niña y aceptó el gesto de Olivia.

Decidió trabajar más y labrarse un futuro mejor para su hija.

Por la noche, Olivia apareció para recoger a Leyla.

Se quedó fuera de la sala, sintiéndose incómoda por aparecer en la vida de Elissa.

Parecía innecesario agitar las cosas y molestarla así.

Rafael salió de la sala, con Leyla en brazos, y vio a Olivia junto a la ventana al final del pasillo.

Al asomarse, vio que fuera caía nieve.

Entregándole Leyla a Olivia, Rafael dijo amablemente: «¡Déjame llevarte! Conducir en la nieve no es fácil».

Olivia cogió a Leyla y contestó despreocupada: «No, gracias, me las arreglaré. Tengo chófer, así que no hay de qué preocuparse».

Al oír esto, Rafael asintió.

Pellizcó juguetonamente la mejilla de Leyla antes de mirar a Olivia.

«Elissa y Brantley la adoran. Así que estoy pensando que Leyla podría pasar un rato con nosotros cuando Elissa reciba el alta. ¿Te parece bien?»

Para su sorpresa, Olivia aceptó de inmediato.

.

.

.

Consejo: Puedes usar las teclas de flecha izquierda y derecha del teclado para navegar entre capítulos.Toca el centro de la pantalla para mostrar las opciones de lectura.

Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.

Reportar