La segunda oportunidad en el amor -
Capítulo 2014
Capítulo 2014:
Se dio cuenta de que él también había perdido a su madre.
Parpadeó y no dijo nada.
Tras demorarse un momento, se retiró a su habitación, agarrando con fuerza la almohada mientras se acomodaba en la cama en silencio.
Al fin y al cabo, seguía siendo un niño.
Las lágrimas mojaron la mitad de la funda de su almohada mientras la tristeza se apoderaba de él.
Al amanecer, Rafael se levantó para preparar el desayuno.
Como era madrugador, hizo la cama, se aseó, cuidó las plantas del balcón e incluso ordenó el salón.
Mostró una gran responsabilidad.
Raphael le pidió a Brantley que viniera a la mesa del desayuno.
Con un niño y una mujer embarazada en casa, el desayuno consistía en huevos y leche.
Brantley había sido quisquilloso cuando su madre aún estaba con él, acostumbrado a las comidas gourmet preparadas por el chef, luchando por apreciar la comida más sencilla.
Sin embargo, recordando la angustia de Elissa de la noche anterior, se obligó a consumir los huevos.
Rafael le alborotó el pelo cariñosamente.
«Te dejaré en la escuela», prometió.
Brantley asintió con entusiasmo.
Se bebió obedientemente la mayor parte de la leche.
Antes de salir, llamó a la puerta cerrada del dormitorio de Elissa: «¡Elissa, a la escuela!».
No hubo respuesta de la habitación de Elissa.
Raphael escoltó a Brantley escaleras abajo, explicando: «Tu hermana todavía está dormida».
Pero Brantley percibió que Elissa estaba despierta; ella simplemente decidió no entablar conversación con él.
Abatido, subió al coche.
Mientras Raphael encendía el motor, la súbita pregunta de Brantley perforó el silencio.
«¿Mamá y papá no van a volver nunca?»
Rafael permaneció en silencio, apretando con fuerza el volante.
Finalmente, respondió en voz baja: «Sí, tienes razón. No van a volver. Ahora te quedarás con nosotros».
Brantley apoyó la barbilla en las rodillas, ensimismado.
Era joven y no comprendía del todo el concepto de pérdida, pero tenía la vaga sensación de haber perdido a sus seres más queridos.
Una vez que Raphael se hubo marchado con Brantley, Elissa se levantó por fin de la cama.
Madrugar era su hábito habitual.
Intencionadamente, se quedó en la cama esa mañana para evitar al chico.
Su estancia con ellos había sido un lapsus de juicio, y ahora ella se debatía sobre cómo relacionarse con él.
Aún guardaba cierto resentimiento hacia él.
.
.
.
Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.
Reportar