La segunda oportunidad en el amor
Capítulo 1944

Capítulo 1944:

Buscó a tientas su teléfono para intentar hacer una llamada, pero no tenía cobertura.

Así que no pudo hacer una llamada.

El fuerte olor a sangre llenó el coche, dejando a Olivia desesperada.

La sangre seguía fluyendo libremente.

Miró hacia abajo y vio su vestido manchado de sangre.

Aturdida, Olivia temía por su hijo nonato, pero sabía que tenía que ayudar a su conductor.

Atrapado en el asiento del conductor, Ryder se movió, así que Olivia se dio cuenta de que tenía que salir sola del vehículo para buscar ayuda.

Apoyándose con las manos, Olivia se desabrochó el cinturón de seguridad.

El dolor en el muslo era tan intenso que Ryder estuvo a punto de desmayarse.

Sin embargo, al oír los movimientos de Olivia, reunió fuerzas para suplicar: «Señorita Evans, debería quedarse dentro. Es demasiado arriesgado que salga ahora mismo».

A Ryder se le llenaron los ojos de lágrimas por el intenso dolor y el miedo a que Olivia pusiera en peligro su embarazo.

De lo contrario, Olivia no habría considerado una acción tan drástica.

La familia Evans siempre había sido buena sopesando pros y contras.

Parecía estar en su naturaleza.

Con una mueca de dolor agudo en el abdomen, Olivia susurró en voz baja: «No hay esperanza si nos quedamos aquí sentados y esperamos. El viento es demasiado fuerte; nadie puede salir de la villa ahora mismo. Si esperamos más, podría desangrarme, Ryder…».

Conmovido por sus palabras, a Ryder se le llenaron los ojos de lágrimas y se golpeó el muslo con frustración.

En ese momento, Olivia consiguió abrir la puerta trasera.

Inmediatamente, el viento feroz y la lluvia torrencial la asaltaron.

Estaba claro que era un movimiento arriesgado, pero Olivia pensó que era una apuesta necesaria.

Estaba dispuesta a arriesgarlo todo si eso significaba salvar al menos una vida esta noche.

Todo a su alrededor era un caos y no podía ver nada, ¡ni qué camino tomar! Su vestido estaba completamente empapado, pero no podía preocuparse por su atuendo ni por su bebé en aquel momento.

La supervivencia era su preocupación inmediata.

De repente, unos faros iluminaron su dirección.

Un coche se detuvo al otro lado de la carretera.

Entonces, una esbelta figura salió del vehículo y corrió hacia ella.

La visión de Olivia estaba nublada por la lluvia, lo que dificultaba ver de quién se trataba, pero su instinto le dijo que era Dylan.

Su cuerpo temblaba sin control.

Olivia intentó llamarle, pero no le salían las palabras.

Al final, sólo pudo señalar hacia el asiento del conductor y dirigir a Dylan una mirada suplicante.

¡Lo necesitaba para rescatar a Ryder!

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