La segunda oportunidad en el amor -
Capítulo 1568
Capítulo 1568:
Dejando el informe, la asistente se dispuso a marcharse. Sin embargo, Leonel la detuvo con una pregunta. «¿Dónde está Alexis?».
La asistente respondió con una leve sonrisa: «La señorita Fowler ya se ha ido».
Leonel no pudo evitar sentir una punzada de decepción al oír esto. Se inclinó, estudiando atentamente el informe de la ecografía.
Sólo un puntito marcaba la primera fase de desarrollo del feto en la película, pero las palabras le tranquilizaron: el bebé estaba creciendo a las diez semanas.
Aunque la hoja sólo contenía dos líneas, Leonel las estudió con detenimiento. Cuando salió de su ensueño, la ayudante de Alexis ya se había marchado. La voz de Noreen rompió el silencio. «¡Parece que el bebé está muy bien! Hora del goteo intravenoso, Sr. Douglas».
Leonel dobló meticulosamente el informe y se lo guardó en el bolsillo.
Después de la infusión, cerca del mediodía, se dirigió directamente al almuerzo. El acontecimiento tenía un significado inmenso para la empresa. A pesar de su dolencia, Leonel tomó un poco de vino con los clientes. Pero al final del almuerzo, su tez palideció y pasó un largo rato con arcadas en el baño.
La preocupación se reflejó en el rostro de Noreen. «¿Por qué te obligas a beber? No merece la pena».
Leonel giró el grifo dorado, salpicándose la cara con agua fría. Secándose las manos con un pañuelo, dijo suavemente: «No se trata del dinero. El Departamento de Empresa ha invertido dos años en este proyecto. Si lo perdemos, ¿cómo podré enfrentarme a ellos y al resto del personal?».
Noreen le ofreció un medicamento para aliviar su malestar, pero Leonel lo rechazó. «¡No hace falta, gracias! Ayúdame a organizar una reunión con el señor Watson. Necesitamos finalizar pronto ese contrato, o no podré descansar fácilmente.»
Noreen asintió obedientemente.
Apoyando a Leonel mientras salían del hotel, se agarró firmemente a su brazo. Su camino se cruzó inesperadamente con el de Alexis una vez más en el vestíbulo. Sentado en un sofá cercano, Alexis parecía igualmente sorprendido por la presencia de Leonel.
Cuando sus miradas se cruzaron, una atmósfera incómoda se instaló entre ellos. Alexis apartó la mirada y reanudó la conversación con su cliente. Sin embargo, el cliente parecía más distraído y dijo: «Señorita Fowler, ¿quizá deberíamos hablar en otro momento? Parece que tiene algo urgente entre manos».
Alexis quiso objetar que no tenía nada urgente que atender, pero antes de que pudiera responder, su cliente ya se había marchado a toda prisa.
Frustrada, terminó su vaso de agua. Levantándose de su asiento, se dio cuenta de que Leonel seguía allí de pie, mirándola fijamente, como esperando a que dijera algo.
Alexis aceptaba la inevitabilidad de sus encuentros en Duefron. Sin embargo, sus frecuentes encuentros la agotaban. Por suerte, Leonel no insistió en seguir hablando. «Cuídate. Ahora estás embarazada, ¿recuerdas?».
Al oír sus palabras, Alexis esbozó una leve sonrisa, pero guardó silencio.
Al cabo de un momento, Leonel se encontró con su mirada decidida y le ofreció: «Si lo necesitas, puedo acompañarte a tus controles prenatales».
Pero Alexis permaneció en silencio, lo que le hizo volverse hacia Noreen. «¡Volvamos a la oficina!».
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