La segunda oportunidad en el amor
Capítulo 1421

Capítulo 1421:

Apartó la mirada, reacia a enfrentarse a su reflejo. Albert soltó una risita y entrelazó sus dedos, instándola a firmar el acuerdo de transferencia de acciones. «Una vez que lo firmes, haré que Alexis lo certifique ante notario. Entonces serás la accionista mayoritaria del Grupo Waston», propuso.

A medida que Jessie se serenaba, se volvía más racional.

Aunque no descartaba el valor del dinero, no podía aceptar lo que Albert le ofrecía.

No se atrevía a aceptarlo, convencida de que no lo hacía por amor o generosidad. En cambio, lo vio como una estratagema, un medio para atraparla. En pocas palabras, él la deseaba a ella y a su dinero.

Ella lo consideraba codicioso.

Albert no la presionó. Echó un vistazo al acuerdo de transferencia de acciones y le aconsejó: «Tómate tu tiempo para pensarlo».

Teniendo en cuenta los sentimientos de Jeslyn, Albert decidió no pasar la noche en el dormitorio principal. En su lugar, se marchó rápidamente.

Al salir, simplemente tocó el hombro de Jessie y le habló suavemente. «Ve a lavarte. Realmente hiciste un desastre ahí abajo».

Jessie se sonrojó.

Fingió indiferencia. «Te ofreciste voluntariamente. No te obligué», respondió.

Albert hizo un comentario significativo. «Jessie, mientras seas feliz».

Jessie sentía que no era rival para Albert.

Tarde o temprano, sería consumida por él en esta casa, tanto física como emocionalmente.

En consecuencia, durante las dos semanas siguientes, invento constantemente excusas acerca de que se sentia mal, evitando las visitas a la villa para dar clases de idiomas a Jeslyn.

Extrañamente, Jessie seguía sin saber cómo Albert explicaba su ausencia a Jeslyn. Sorprendentemente, Jeslyn no reaccionó con ira, sino que consoló a Jessie, diciendo: «Papá mencionó que las mujeres a menudo se sienten indispuestas durante unos días cada mes. Sólo necesitas descansar».

Jessie sintió el impulso de estrangular a Albert.

Después de terminar la llamada, Lettie preguntó incómoda: «¿Era sobre la hija de Albert otra vez?».

Jessie asintió con la cabeza.

Lettie hizo una pausa antes de comentar: «Parece que está muy unida a ti. ¿No sabe nada de ti y de su padre? Jessie, los niños también crecen, ya sabes».

Jessie reflexionó un momento antes de decir suavemente: «Ella…».

Jessie vaciló pero finalmente le confió a Lettie que Jeslyn no era la verdadera hija de Albert.

Lettie quedó sorprendida por la revelación.

Nunca esperó que Albert fuera tan generoso como para criar a una niña para su esposa, que lo había traicionado, y tratarla como si fuera su propia hija. Lettie se encontró atrapada en un torbellino de emociones complejas.

Sin embargo, en medio de su confusión, pudo comprender por qué Jessie había aceptado a Albert tan fácilmente. Aunque Jessie no lo expresara explícitamente, Lettie comprendía bien a su hija.

Jessie había estado distraída cuando regresó ese día, y Lettie intuyó que algo importante debía haber sucedido entre ella y Albert.

Mientras conversaban, sonó el timbre de la puerta.

Jessie había supuesto que era Albert, haciendo de las suyas, pero para su sorpresa, era una elegante dama la que estaba en la puerta cuando la abrió.

La mujer resultó ser la madre de Albert, Helen.

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