La segunda oportunidad en el amor -
Capítulo 1418
Capítulo 1418:
Una oleada de tristeza inundó a Jessie.
Ella apretó suavemente la mano de Jeslyn. Levantando la vista, Jessie divisó una figura en la puerta de la habitación de la niña. Vestido de blanco y con el pelo oscuro, destacaba en la penumbra.
Era Albert.
Sus ojos tenían una profundidad inescrutable, su significado perdido en Jessie.
Ni siquiera podía calcular cuánto tiempo llevaba observándolas desde allí.
En ese momento, un rayo atravesó el cielo nocturno, iluminando sus rostros con claridad. Pudieron ver con nitidez las expresiones del otro.
Albert percibió el conflicto en los ojos de Jessie, mientras que Jessie observó el anhelo en su mirada. Sus deseos parecían tan ilimitados como la tormenta y la oscuridad de la noche.
Después de un momento de vacilación, Albert caminó hacia Jessie.
Sin hablar con Jessie, Albert tocó suavemente el brazo de Jeslyn.
Jeslyn susurró: «¡Papá!».
Albert sonrió y miró a Jessie antes de dirigirse a la ventana para cerrarla con seguridad. Se volvió y susurró: «La cama de Jeslyn es demasiado pequeña para los dos. Podéis dormir en la habitación de invitados».
Antes de que Jessie pudiera responder, Jeslyn protestó: «No quiero dormir en la habitación de invitados. Quiero dormir en tu cama grande. Dormiré con la señorita Green».
Jeslyn también sugirió un arreglo para dormir para Albert, diciendo: «Papá, puedes dormir en mi cama».
¿Cómo podía Jessie estar de acuerdo con esto?
¿Cómo podía Albert permitir que Jessie se escapara? La miró con una tierna sonrisa y preguntó a propósito: «Señorita Green, ¿qué piensa?».
Se acercó de nuevo a Jessie y le susurró en una voz que sólo ella podía oír: «Mi cama es grande y cómoda. Es muy acogedora».
Estaba claro que intentaba seducirla.
En ese momento, no pudo evitar rememorar el pasado. Recordó la sensación de su cuerpo hundiéndose en la cama de felpa, la transpiración goteando en su piel mientras sus dedos se entrelazaban. Se había rendido a su poderoso abrazo una y otra vez.
Intentó alejar esos pensamientos, pero corrían por su mente como un caballo desbocado.
Volvió la cara, queriendo negarse, pero Jeslyn le cogió la mano y se la estrechó suavemente.
Jessie tenía la ilusión de que había estado atada a Albert durante la primera mitad de su vida y que estaría igualmente atada a Jeslyn en la segunda mitad.
Además, Jeslyn era hija de Daisy. A pesar de que Jeslyn no era hija biológica de Albert, Jessie seguía albergando reservas sobre la situación.
Jessie se sentía abrumada por sus pensamientos.
Cuando se despertó, se encontró ya en el dormitorio principal, con Jeslyn revolcándose felizmente en la mullida cama.
Jessie se esforzó por llamar a su madre desde el sofá junto a la ventana.
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