La segunda oportunidad en el amor -
Capítulo 1405
Capítulo 1405:
Sosteniendo regalos en una mano, sonrió. «Señor Waston, al enterarme de su lesión, se me ocurrió pasar a ver cómo está».
Después de dejar los regalos en el suelo, le dio un codazo a Yvonne, sugiriéndole: «Saluda al señor Waston; él es quien te está ayudando a entrar en ese bonito colegio».
Yvonne, ya mayor, no era tímida con la gente nueva.
Por respeto a Melissa, Albert trató amablemente a Shawn y a su familia, aunque la interrupción de su tiempo privado con Jessie le irritó un poco.
No obstante, sonrió y respondió: «No es nada grave».
Shawn rebatió: «Melissa le contó a mi madre lo de tu grave lesión. Mi madre estaba tan preocupada que se echó a llorar. Con su edad, tiende a preocuparse mucho por los demás. No ha dejado de rezar por tu bienestar».
A Albert ya le costaba esbozar una sonrisa.
Shawn se encaramó al borde de la cama, aparentemente intentando acercarse a Albert. Al cabo de un momento, Jessie intervino: «Shawn, acaban de darle una docena de puntos hace horas».
Shawn parecía avergonzado. «No estaba al tanto».
Continuó. «Señor Waston, por favor, cuídese y no se exceda… Aunque a los hombres les guste vagabundear, con su riqueza, debería cuidar su salud».
Su tono era burlón, e Yvonne sonrió ante su comentario.
Albert lo encontró un poco molesto, pero por suerte Shawn no se quedó mucho tiempo.
Cuando se marchó, Jessie cerró la puerta y se dispuso a hablar con Albert, sólo para encontrarlo dormido cuando regresó a la cama.
Estaba desconcertada.
Recordó que Albert nunca parecía quedarse sin energía.
Ya fuera en los negocios o en los momentos más personales, siempre tenía una energía desbordante.
Era la primera vez que lo veía en ese estado.
Lo observó en silencio mientras dormía y se acercó para arroparlo con ternura. Albert la cogió débilmente de la mano, con la voz ronca al susurrar su nombre: «Jessie…».
Albert permaneció dormido durante las 36 horas siguientes, dejando a Jessie preocupada por si no volvía a despertarse.
Tras la revisión, el médico la tranquilizó: «El Sr. Waston está muy cansado. Se despertará solo cuando haya descansado lo suficiente».
Confortada por la seguridad del médico, Jessie por fin se sintió tranquila.
A primera hora del día siguiente, Elsie vino con Jeslyn, que había mejorado mucho y había vuelto a casa.
Mientras preparaba el desayuno, Elsie preguntó: «¿Sigue durmiendo el señor Waston?».
Jessie asintió en señal de confirmación.
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