La segunda oportunidad en el amor -
Capítulo 1360
Capítulo 1360:
Justo cuando Jessie estaba a punto de burlarse de Jeslyn, la puerta crujió al abrirse.
Lettie inquirió: «Jessie, ¿por qué estás fuera de noche? Con quién estás hablando?».
En el momento siguiente, Lettie se sorprendió.
Lettie vio a un niño en cuclillas a la entrada del pasillo.
Aunque los rasgos de la niña no eran claramente visibles, Lettie pudo discernir que venía de dinero. Lettie no pudo evitar preguntar: «¿Quién es esa niña?».
Jessie eludió hábilmente los detalles cruciales y contestó: «Es una niña a la que he dado clases antes».
Inmediatamente después, la niña se levantó y adoptó una postura respetuosa. «Hola, señora. Me llamo Jeslyn Waston y mi padre es Albert Waston».
Lettie se quedó estupefacta.
Casualmente, la luz activada por la voz iluminó el pasillo, revelando la tez pálida de Lettie. Miró a Jeslyn.
Aunque acostumbrada a la indulgencia, Jeslyn también era perceptiva. Retrocedió con cautela, apoyándose contra la pared, y su expresión se tornó tímida.
Lettie se giró para mirar a Jessie y le espetó: «Jessie, ¿te has vuelto loca? Ahora estás viendo a Axell, ¿y aún así has traído a este niño a casa? ¿No has aguantado bastante por culpa de Albert?».
Las lágrimas brotaron de los ojos de Lettie mientras lloraba: «Me estás causando demasiado dolor».
Jessie se apresuró a explicarle: «Mamá, no es lo que piensas. Elsie, que solía cuidarme, envió a la niña aquí. No he estado en contacto con Albert».
A Lettie no le convenció la explicación de Jessie y continuó: «Si no has estado en contacto con él, ¿por qué te enviaría Elsie al niño? ¿Acaso el niño no tiene madre?».
Jeslyn intervino en voz baja: «Mi madre murió».
Una sutil tensión flotaba en el aire.
Después de un prolongado silencio, Lettie enfatizó: «En cualquier caso, Jessie, no se te permite tener ninguna otra relación con Albert».
Jessie asintió con la cabeza.
Jeslyn moqueó y preguntó en voz baja: «¿Puedo entrar y tomar un insecticida? Me iré cuando mi padre venga a recogerme».
Jeslyn era joven pero perspicaz.
Percibió la antipatía y quizá incluso el odio de Lettie hacia ella.
Jeslyn se sintió descorazonada y deseó marcharse cuanto antes. Como Elsie le había enseñado, las acciones forzadas rara vez daban resultado.
Jessie notó los pequeños bultos de las picaduras de mosquito en los brazos y piernas de Jeslyn. Sintiendo compasión, le suplicó a Lettie: «Por favor, déjala entrar. Hace frío aquí fuera por la noche».
Aunque al principio se mostró reacia, Lettie cedió cuando Jeslyn soltó un suspiro.
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