Capítulo 1246:

Waylen, frustrado, exigió: «¡Rena, quiero una respuesta directa!».

Rena hizo una pausa, una leve sonrisa adornó sus labios, y mientras Waylen se unía a ella, le enderezó la camisa, hablando en voz baja: «Me voy a buscar un regalo para Melissa. Y puede que tengamos que considerar una nueva fecha para su boda».

La consideración de su gesto reconfortó a Waylen.

Con ternura le sostuvo la cara, plantándole un ferviente beso antes de murmurar: «Querida, es increíblemente considerado».

Cuando Marcus y Melissa regresaron, el personal de la casa los saludó, rebosante de felicitaciones.

Muy animado, Marcus recompensó generosamente a cada uno con una gratificación.

Al subir las escaleras, se encontraron con una sorpresa. Los dos niños y la perrita Minnie estaban esperando con los ojos muy abiertos.

Los tres pequeños convergieron en el dormitorio principal, los niños y Minnie se alinearon en una cola ordenada.

En cuanto se abrió la puerta, Matthew no pudo contener la emoción. «¡Hurra! Una hermanita está en camino», gritó.

Marcus lo levantó rápidamente, asegurándose de mantener una distancia prudencial con Melissa.

«¡Con cuidado, colega! Mami lleva un pequeño».

Acunado en los brazos de su padre, Matthew miró la barriga de Melissa, con las mejillas sonrojadas. «¿Cuándo llegará la hermanita?», preguntó con cautela.

Marcus respondió con gravedad: «Llegará en unos ocho meses y medio».

La mirada de Matthew se detuvo, llena de asombro.

Con una mano reconfortante, Marcus alisó el pelo de Matthew. «Tú y yo seremos compañeros de litera por ahora, dejando que mamá y tu hermana descansen lo que necesiten, ¿de acuerdo?».

Contemplando la llegada de su nueva hermana, Matthew asintió con seriedad.

Estaba tan entusiasmado con la idea que ofreció a su querida Minnie para hacer compañía a Melissa. «Por la noche, cuando el sueño se me escapa, encuentro consuelo en los botones de la barriga de Minnie. Me hace tan buena compañía», confiesa.

Melissa, desconcertada por su comentario, miró a Marcus en busca de una aclaración.

«¿Botones?»

Marcus, con las mejillas teñidas de un repentino rubor, aclaró rápidamente: «¡Se refiere al vestido de Minnie!».

Pero Matthew persistió, inflexible. «¡No! Tiene dos filas de botones en el vientre, quizá seis u ocho».

Melissa cayó en la cuenta de la inocente observación.

La explicación, sin embargo, no le llegó a Matthew.

Sin embargo, la confusión duró poco ya que el tema pronto desapareció de la mente del joven.

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