La segunda oportunidad en el amor -
Capítulo 1095
Capítulo 1095:
«¡Eran tus padres pidiéndome favores!». Replicó Marcus con firmeza.
A Violette le temblaron los labios. «¿Te atreves a decir que no me usaste para darle celos a Melissa?».
Marcus la miró con calma antes de esbozar una leve sonrisa.
«Sabes que te utilicé para provocarla, ¿por qué sigues aferrándote a ello? Estos… en realidad nunca me gustaron, ¡pero a Melissa sí hace años! Violette, búscate a otro a quien amar».
Hizo una pausa, contemplando sus siguientes palabras, palabras que nunca antes le había dicho a Melissa.
«He encontrado a mi pareja en ella en esta vida», admitió.
Violette se echó a llorar, desbordada por la emoción.
Marcus fue paciente y la dejó llorar hasta que se agotó.
«¡Vete a casa y no vuelvas! Es lo mejor para ti, y… a Melissa no le gusta que la provoque así».
A pesar de su ira hacia ella, Marcus estaba dispuesto a cambiar por Melissa.
En el fondo, sus acciones estaban impulsadas por el amor.
Violette, embargada por la emoción como una niña a la que le han quitado su juguete favorito, tiró las golosinas al suelo y se le saltaron las lágrimas al acusarle.
Marcus permaneció imperturbable, dándose cuenta de que se sentía demasiado indulgente con ella porque no la quería de verdad. Sus arrebatos emocionales no le afectaban.
Cuando Violette se calmó, Sylvia la acompañó a su casa.
Cuando Sylvia regresó al despacho de Marcus, éste se colocó junto a la ventana del suelo al techo y dijo
-y le dijo: «Haz que cambien la moqueta».
Marcus sacudió la cabeza, consumido por los acontecimientos del día.
Sylvia le ofreció una sonrisa reconfortante. «Es normal que una chica joven sea un poco caprichosa».
De repente, Marcus pensó en Melissa. ¿Había tenido alguna vez la oportunidad de expresar sus emociones libremente, de hacer un berrinche cuando estaba triste o enfadada? La imaginó viviendo una vida contenida, siempre conteniéndose.
Mientras los obreros cambiaban la moqueta, Marcus seguía dándole vueltas a sus pensamientos.
No se acercó a Melissa en todo el día, meditando la idea de darle espacio para que creciera y tomara sus propias decisiones, como hacía Albert. Tal vez dándole la libertad de elegir, ella podría reconsiderar y amarlo de nuevo.
Al fin y al cabo, su noche juntos significaba para él algo más que una aventura de una noche.
Guardándose sus pensamientos, Marcus se abstuvo de ponerse en contacto con Melissa.
Sin embargo, cuando volvió a casa del trabajo, se sorprendió al encontrar al hombre con el que había pasado la noche ayudando a Julie a cocinar en la cocina.
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Nota de Tac-K: Iniciamos una nueva semana lindas personitas, ánimos en todo, Dios les ama y Tac-K les quiere mucho. (─‿‿O)
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