La protegida del jefe -
Capítulo 37
Capítulo 37:
POV: Cristian
Suspiro mientras saco algunos utensilios del cajón debajo del gabinete.
“He estado ocupado”, digo, tomando asiento frente a él.
“Aún queda mucho por hacer antes de que empecemos a realizar el reparto dentro de un par de meses. Todavía no hemos finalizado el guion ni hemos asegurado todas las ubicaciones. Está empezando a estresarme”
Me tapo el rostro con las manos mientras reflexiono sobre toda la m!erda que aún queda por hacer. No sólo eso, sino que todavía estoy aturdido por mi fin de semana con Mía. Nunca había estado con una mujer se%ualmente más compatible.
Sigo ansiando su tacto, su sabor, todo sobre ella. Un fin de semana no fue suficiente para satisfacer mi deseo por ella.
Necesito más.
“Si eso significa algo, mataría por estar tan ocupado como tú ahora”, dice Luke.
Él se ríe, pero puedo decir que lo está volviendo loco estar en casa mientras se recupera.
Frunzo el ceño para mostrarle algo de remordimiento. Definitivamente odiaría estar encerrado en mi departamento durante semanas enteras. Claro, lo disfrutaría al principio, pero puedo ver cómo le vendría bien a alguien como Luke, que ama su trabajo y es productivo.
“En realidad, pasó algo más de lo que no te he contado”, digo, sentándome con la espalda recta.
Luke inclina la cabeza con curiosidad.
“¿Cómo qué?”
“¿Conoces al ex de Mía? ¿Ese ejecutivo creativo del que te hablé?”
Él esboza una sonrisa.
“Si. ¿Qué hay de él?”
Llevé a Mía a un evento de trabajo y él estaba allí. La amenazó con publicar algunas fotos mías y de ella el día de su boda y luego intentó ponerle sus manitas viscosas encima.
“Oh, m!erda”, dice Luke. Apoya un lado de su rostro contra su palma, inmerso en el chisme.
“¿Interviniste?”
Sonrío.
“Le di una paliza”
Él suelta una carcajada. Algo me dice que no se lo cree.
“De ninguna manera”
Levanto la mano.
“Bien, bien. Le di dos puñetazos. Pero sí lo hice sangrar. Habría seguido adelante si la seguridad no hubiera detenido la pelea”
Me uno al ataque de risa incontrolable de Luke.
“Deberías haber visto a Peyton. Estaba enojado porque casi causé una escena en su club”
Luke y Peyton no son cercanos, pero se han visto suficientes veces como para que él sepa lo gracioso que es cuando Peyton reacciona ante la posibilidad de perder algo de dinero.
Suena el timbre mientras nos recomponemos.
“Esa debe ser la comida”, dice Luke.
Me levanto antes de que él pueda.
“Lo recibiré”, digo, dirigiéndome hacia la puerta.
Cuando lo abro, un mesero del personal del hotel de Luke lleva dos bolsas de un restaurante que Luke y yo frecuentamos cada vez que vengo.
“Gracias”, le digo y le quito las bolsas.
Los dejo sobre la mesa, quito las cajas y las abro para que a Luke le resulte más fácil servirse. Luke profundiza y añade comida de varias cajas a su plato. Me siento de nuevo y profundizo en mí mismo.
“¿Crees que luchar contra él es suficiente para evitar que publique esas fotografías?”, Luke pregunta una vez que ambos hemos llenado nuestros platos con comida.
“No se lo dije a Mía, pero me comuniqué con él después de la gala. Le advertí y le dije que destruyera las fotos, junto con cualquier copia que pudiera tener”, digo, y envuelvo unos fideos crujientes alrededor de mi tenedor.
Luke se limpia la boca con una servilleta.
“Sin embargo, podría ser un poco imposible saber si realmente se deshace de todo. Podría quedarse con algunos y exponerlos independientemente de tus amenazas”
“Si lo hace, tengo un plan de respaldo”, digo, mis labios se curvan en una sonrisa tortuosa.
“¿Quiero saberlo?”
Luke toma un trago de su taza llena de agua con gas.
“Dijiste que, harías el reparto pronto ¿Verdad? ¿Eso significa que viajaras a otras ciudades?”, pregunta, optando por cambiar de tema.
Inclino mi cabeza hacia atrás y g!mo mientras abro una lata de refresco. Luke muerde una cucharada de arroz frito
“¿Tus padres han intentado comunicarte contigo?”
“Lo intentan todo el tiempo”
Suspiro, me limpio las manos con una servilleta y mantengo la mirada en mi refresco.
“Realmente no quiero verlos”
“Estarás muy ocupado con el trabajo”, me asegura Luke.
“Probablemente podrías usar eso como excusa”
Asiento, pero conozco a mis padres. Estarán esperando que les haga una visita sin importar cuán apretada esté mi agenda. He intentado sacarles la tarjeta de ocupado antes. Nunca funciona. No presiona más y terminamos comiendo en completo silencio. Después de un rato, bajo mi mirada hacia el plato limpio de Luke.
“¿Ya terminaste?”, pregunto, terminando también lo último de mi comida.
“¿Quieres que te ayude con los platos?”
“No es necesario”, dice Luke, pero de todos modos me levanto y recojo nuestros platos sucios.
Me da algo que hacer para evitar que mi mente vuelva a Mía y a las cosas que todavía tengo que hacer con ella. Y a ella.
“Hoy tienes algo de energía en tu paso”, dice Luke mientras se levanta y se balancea sobre su muleta para unirse a mí en el mostrador.
“¿Cómo van las cosas con Mía? ¿Has hecho algún progreso con ella?”
Sacudo la cabeza mientras froto uno de los platos.
“No”, digo, pero no puedo mantener el rostro serio al recordar sus senos suaves y aterciopelados, la curva de sus caderas y su v$gina resbaladiza.
Maldición, ella realmente es la más se%y. Me excito sólo de pensar en su cuerpo desnudo en mi cama.
“¿No? ¿Eso es todo lo que tienes que decir? Soy tu mejor amigo, Cristian. Y llevo semanas encerrado en casa. Dame algo”
Me encojo de hombros, sorprendido de que mi sonrisa no me haya delatado.
“¿Has visto a alguien más además de ella recientemente?”, pregunta y apoya los codos en el mostrador para poder trasladar su peso a su pierna buena.
“No es propio de ti ser tan reservado”
No había pensado en ninguna de mis relaciones casuales. Ciertamente no como solía hacerlo. Y odio admitirlo, pero me encantó cada segundo en el que Mía se ponía celosa por Lisa.
No estaba interesado en Lisa en absoluto. Sólo quería ver cómo reaccionaría Mía si otra mujer coqueteara conmigo. Su respuesta fue exactamente lo que esperaba. Significa que probablemente todavía me quiere tanto como yo la quiero a ella.
Dejé el último de los platos en la rejilla para que se secara.
“Tengo que correr”, digo.
“Cristian”, presiona Luke, muy molesto porque no estoy revelando ningún detalle.
“Llámame si necesitas algo”, digo, e imito un teléfono con la mano.
Le lanzo a Luke una última sonrisa antes de salir.
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