La protegida del jefe -
Capítulo 34
Capítulo 34:
POV: Cristian
Ella tira de la cintura de los pantalones de mi pijama.
“Te quiero a ti dentro de mí”
Levanto una ceja.
“Buena elección”
Ella me rodea con sus piernas y le paso el suéter por la cabeza. Está completamente desnuda debajo. Mis ojos se abren al ver su cuerpo perfecto.
“¿Ni siquiera estabas usando bragas? ¿Por qué no me lo dijiste?”
Mía se ríe.
“Quería que fuera una sorpresa”
Inclino mi cabeza hacia adelante y tomo uno de sus pezones en mi boca, chupándolo hasta que se pone duro. Ella g!me y me pasa las manos por el cabello mientras lamo su otro pezón antes de chuparlo.
“Oh, Cristian”
“Mía”, respiro y llevo mis labios a los de ella.
Una cosa es segura. Ella es una besadora increíble. Ella sabe exactamente cuándo deslizar su lengua en mi boca, sin darme nunca demasiado.
“Probablemente no sea muy justo que estés desnuda y yo no”
“No lo es, en absoluto”
Respira detrás de sus ojos llenos de lujuria.
Ella me ayuda a quitarme la camisa, luego me quito el pantalón y los tiro al suelo. Con mi er$cción afuera, la inclino hacia la v$gina de Mia y la deslizo dentro de ella. Ambos g$mimos mientras mi p$ne entra cada vez más profunda.
“Eres tan apretada”
Empujé un par de veces, lentamente al principio, disfrutando de lo bien que se siente que ella se esté apretando a mi alrededor.
Se muerde el labio inferior y es la cosa más se%y que he visto en mi vida.
“Me encanta la forma en que me llenas”
Empujé dentro de ella un par de veces más, luego salí y me acuesto boca arriba.
“Ponte encima de mí”
Por mucho que me excite el modo misionero, realmente necesito verla montar mi p$ne. Ella mueve una pierna hasta quedar a horcajadas sobre mí. Me agarro de sus caderas para ayudarla a guiarla y poder entrar en ella correctamente.
“Despacio. Quiero ver mi p$ne mientras se desliza dentro de esa v$gina mojada”
Ella acerca su v$gina a mi punta y luego gradualmente se sienta encima de mí, g!miendo hasta que estoy completamente dentro de ella. Agarro sus senos y los aprieto.
“Podría adorarlos durante horas. Son la pareja más perfecta que he visto en mi vida”
Ella echa la cabeza hacia atrás y g!me mientras se desliza arriba y abajo por mi p$ne. Es tan se%y verla perder el control y entregarse al placer.
“Oh, Cristian. Maldición, sí, voy a terminar”
“Más rápido. Quiero que termines tan fuerte conmigo dentro de ti”
Ella acelera el paso, manteniéndome lo más profundo que puede dentro de ella.
“Maldición, ya voy…”, grita, seguido de una serie de g$midos que son tan calientes que casi me termino también.
Ella se inclina hacia adelante, mirándome a los ojos mientras su org%smo la desgarra y yo gruño cuando su v$gina aprieta mi p$ne.
“Si, Mía”
Sus ojos se cierran mientras alcanza su clímax, desacelerando una vez que pasa a través de ella. Ella baja la cabeza y presiona sus labios contra los míos.
Podría hacer esto todo el maldito día.
Ella se baja de mí, coloca su mano alrededor de la base de mi eje y comienza a lamer. Mi er$cción se vuelve más dura hasta llegar a la punta. Luego, desliza su lengua alrededor de mi punta antes de llevarme a su boca.
Echo la cabeza hacia atrás sobre la almohada.
“Maldición, Mía. Eso es bueno”
Ella comienza a deslizar su mano arriba y abajo por mi eje, llevándome hasta la mitad y luego por completo.
“Trabajas muy bien mi p$ne”, me quejo.
Estoy listo para terminar con solo verla lamer y chupar mi p$ne como si fuera su delicia favorita. Ella me mira, sus hermosos ojos verdes miran los míos mientras chupa.
“Sí. Así”
Lo hace de nuevo y mi corazón se acelera. Voy a terminar en cualquier momento.
“No pares, Mía. Sigue chupando”
Con sus ojos perforando los míos, chupa aún más fuerte mientras se desliza arriba y abajo por mi eje. Mis ojos se ponen en blanco cuando entro en su boca. G!mo, amando cada segundo de verla tragarlo todo.
“Muy bien”, dice, lamiéndose los labios.
¿Quién es ella y por qué es la chica más se%y sobre la faz de la tierra?
Ella se acuesta a mi lado en la cama, apoyando su cabeza en mi pecho.
“Quizás tengamos que hacer eso de nuevo”, digo, con mi brazo envuelto debajo de ella mientras la acerco.
Ella me mira. Sus labios se curvaron en una sonrisa.
“Dijiste que esto era algo que se haría dos veces”
Levanto tres dedos.
“Dije tres veces”
Ella ríe.
“No dijiste tal cosa”
“Si realmente estamos haciendo un seguimiento”
Empiezo a contar con los dedos.
“¿Cuatro? ¿Cinco?”
“Cristian”, dice con una linda risa.
La rodeo con mi otro brazo y le doy un apretón rápido antes de presionar mis labios contra su frente.
“¿Quieres quedarte un poco más?”
Ella finge reflexionar sobre esto, pero está sonriendo.
“Solo un poco. Entonces tendremos que volver a ser como estábamos antes de anoche”
“Un poco es suficiente”, digo, mintiendo entre dientes.
POV: Mía
“Me gustan estas telas de color rosa fuerte y rojo”, digo, señalando la tela sólida de color rojo brillante.
“Parece que nuestra protagonista preferiría usar colores llamativos”
Gabriel y yo estamos sentados en mi escritorio en el espacio de trabajo abierto fuera de la oficina de Cristian.
Los escritorios de los otros pasantes están pegados al mío, pero sólo Verónica nos ayuda a elegir telas y estilos para los trajes de nuestra protagonista femenina.
“Este color quedaría muy bien ante la cámara, especialmente en las escenas al aire libre”, dice Gabriel y agarra un trozo de tela de seda iridiscente de color verde aguacate.
“Podría empezar a diversificar progresivamente su paleta de colores cuanto más tiempo pase en Mónaco”
“Oh, me gusta la idea”, dice Verónica, clasificando los estilos que ya hemos seleccionado.
“Vaya, veo que no eres sólo un guionista”.
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