La protegida del jefe
Capítulo 13

Capítulo 13:

POV: Cristian

Paso mis ojos hacia ella.

“¿Qué le pasa a un playboy?”

“Nada. A mí tampoco me gustan mucho”, resoplo.

“No todos los playboys son malos. Este, en particular, tiene buen corazón. Él queda desconcertado por ella en el momento en que la conoce. Simplemente está demasiado atrapado en sus costumbres como para darse cuenta inicialmente”.

Ella suspira.

“¿En serio vas a darle un cambio de imagen a la protagonista femenina principal? ¿Es el año 1997 un momento crucial para ti?”

Pongo los ojos en blanco.

“Yo era un niño en 1997. ¿Tengo que repetirlo? Y no se trata de un cambio de imagen cualquiera. Ella no es un patito feo. Está descubriendo quién es realmente, lo que implica un cambio total en su estilo”

Me recuesto en el sofá y me pongo más cómodo.

“Ya sabes, como cuando las mujeres se cortan el flequillo después de una ruptura”.

Ella me lanza una mirada asesina.

“No hacemos eso”

Ladeo la cabeza.

“¿Me estás diciendo que nunca lo has hecho?”

Los ojos de Mía vuelven a la carpeta.

“Sólo digo que es una generalización”, rompo en una sonrisa.

Lo sabía. Ella es culpable del flequillo posterior a la ruptura.

“¿Hay una escena de borracho llamando?”, levanta la carpeta para que pueda ver qué página está leyendo.

Le arrebato la carpeta de la mano.

“Deja de leerlo sí lo único que vas a hacer es quejarte. Se hará independientemente de lo que pienses de ello. ¿Esas son todas las quejas que tienes? ¿O vas a darnos algunos comentarios realmente buenos?”

Si bien ella realmente ha compartido una cantidad decente de información que planeo usar para limpiar los puntos de la trama, me niego a hacérselo saber.

Mira hacia el techo y se toca los labios con el dedo índice.

Ojalá ella no hiciera eso otra vez.

No cuando sus labios son tan brillantes y besables.

Qué cosa más molesta de hacer.

“Creo que mientras la protagonista femenina sea retratada de una manera que el público pueda ser compasivo con ella en todo su desorden, entonces todos los clichés del mundo están bien”.

Mi expresión se suaviza mientras estudio su rostro.

Ella baja la cabeza y sus labios se curvan en una sonrisa reflexiva.

Ella no dice nada, pero obviamente está pensando en sus elecciones de vida desordenadas.

Mis labios se abren cuando me doy cuenta, lo que ella pasó fue real.

Hay demasiada incertidumbre en sus ojos como para que todo esto sea una gran broma.

Me pregunto si alguien ha mostrado algo de compasión hacia ella durante este tiempo.

“Esta protagonista femenina en particular es bastante agradable”, le aseguro.

“Creo que el público entenderá de dónde viene ella de inmediato”.

Mía me da una sonrisa forzada.

“Es bueno escucharlo, ¿Eso es todo? ¿Puedes decirme quién es mi ejecutivo ahora?”

Sonrío mientras ella espera ansiosamente.

“Soy yo”, digo.

“Trabajarás exclusivamente para mí”

POV Mía

“Se siente tan bien salir finalmente”, digo, tomando un sorbo de mi café con leche moca.

Angela y yo estamos sentadas en la cafetería Ross.

Nos hemos encariñado con este lugar, considerando que está a una cuadra de nuestros dos departamentos, rara vez se llena y cuenta con adorables encantos rústicos.

Es un pequeño y agradable café para sentarse y ponerse al día.

Apoyo la barbilla en la palma de la mano y miro por la ventana. Es una tarde de primavera soleada pero fresca.

Es una pena haber tenido que pasar la mayor parte de este maravilloso día encerrado en la oficina de Cristian.  Para alguien con tantas ventanas, ciertamente le gusta mantenerlas cerradas todo el día.

Si termino bajo más luz fluorescente, creo que podría enfermarme.

“Creo que nunca te había visto tan exhausta”, dice Angela.

Ella revuelve su café con leche de vainilla, destruyendo por completo el lindo oso panda que el barista diseñó con la espuma de su bebida.

Mientras saca la cuchara de su taza, tiene cuidado de no manchar accidentalmente su suéter de cachemira color crema con café.

“¿Va todo bien con las prácticas?”

Lanzo un gran suspiro.

“Está yendo bien, Todos los becarios tienen sus propios escritorios en el espacio de oficina abierto, pero nada mejor que una oficina privada”

Ella me da unas palmaditas en la mano.

“Lo siento, Mía. Al menos no tienes que ver a Michael y Kristen todos los días”

¿Estoy agradecida de haber logrado eliminar a esos dos de mi vida?

Absolutamente.

Pero después de unos días en Producciones Blake, Michael y Kristen se han convertido en el menor de mis problemas.

“¿Sabes? Cuando dejé Estudio 42, pensé que escaparía de todo el drama, pero parece que hay drama donde quiera que vaya”

Angela levanta una ceja.

“Dime”

“Algunos de los otros pasantes son amables, pero los demás son un poco intrigantes. Puedo decir que están tratando intencionalmente de ponerse en peligro unos a otros. Ese es el problema de la industria del entretenimiento. Es raro establecer una conexión genuina con alguien. Todo el mundo intenta descaradamente derribarte para poder subir a la cima. Verónica y Maycol parecen buenas personas ahora, pero todos competimos por el mismo puesto. Podrían darme la espalda en cualquier momento y necesito estar preparada para cuando lo hagan”

Angela niega con la cabeza.

“Salvajes despiadados”

“Estoy haciendo todo lo posible para mantenerme al margen esta vez. De todos modos, la mayor parte del trabajo que hago es con Cristian. Apenas veo a los otros pasantes. Casi no me he apartado de Cristian desde que me asignaron trabajar exclusivamente con él”

“Espera un minuto”

Angela cruza una pierna sobre la otra, aparentemente sintiéndose más cómoda.

“¿Cristian como el que te llevó por la ciudad ese día?”

Pongo los ojos en blanco. Lo dice como si fuera una especie de príncipe azul que me rescató de una torre custodiada por un dragón feroz. Me ayudó ese día y asumió un papel protector cuando pasábamos por la iglesia. Nunca olvidaré lo preocupado que estaba por mí ese día.

Si tan solo se quedara así…

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