La pequeña novia del Señor Mu
Capítulo 920

Capítulo 920:

El sonido del agua chapoteando en la ducha impidió que Arianne volviera a dormirse. Se incorporó y empezó a juguetear con su teléfono.

Aristóteles, que estaba a su lado, dormía profundamente. Tenía un juego de posturas imaginativas para dormir, razón por la cual el pequeño ocupaba tanto espacio en la cama.

Mark salió de la ducha y la encontró sentada en la cama.

“¿Qué te pasa? ¿No puedes dormir?», le preguntó sorprendido.

Ella lo miró y siguió jugando con su teléfono.

“Mm, volveré a la cama más tarde. Aristóteles y yo hemos dormido mucho antes, así que de momento no estoy tan cansada. Creo que ya es hora de dar de comer a Smore. No podrá dormir toda la noche si duerme demasiado temprano. Por cierto, ¿Qué pasó entre Tanya y Jackson? ¿Cómo Tanya logró hacerlo tan impecablemente? Y además consiguió quedarse embarazada. ¿Quién es el padre?”

Mark negó con la cabeza.

“No estoy seguro. Jackson preguntó, pero Tanya se negó a decirlo. No importa de quién sea el bebé, mientras no sea de Jackson. Tanya dr%gó a Jackson aquella noche, así que no pasó nada. Ya puedes relajarte y dejar de preocuparte».

Recordó que Henry había irrumpido de repente por la puerta, buscando a Mark, y dijo: «Henry te estaba buscando cuando llegó a casa hace un momento, pero habías salido a cenar. Se ha ido cuando le he dicho que habías salido. ¿Por qué te buscaba? Parecía tener prisa. Me preocupaba que se echara atrás».

Mark hizo una pausa mientras se secaba el cabello.

“Bueno… hemos encontrado a tus tíos. Salieron del país y se fueron de vacaciones largas, probablemente se gastaron todo el dinero y se vieron obligados a volver a casa. Mi personal los encontró cuando regresaron. Hoy estoy demasiado ocupado para ocuparme de ellos, así que le he dicho a Henry que los aloje en un hotel. Los veré mañana».

Arianne le miró fijamente.

“¿Los has encontrado? No, ¡Yo también tengo que verlos! Quiero preguntarles por qué han hecho algo así. Casi nos matan a mí y a nuestro bebé. ¡Mataron a mi abuela! Mi abuela crió a Zoey, a pesar de que no era su hija biológica. Vaciaron el dinero de mi abuela, y aún así tuvieron el descaro de hacer algo así. Me encantaría oír sus excusas».

Mark miró impotente a Aristóteles, que se despertaba lentamente de su sueño.

“Baja la voz. Has despertado al bebé. No pasa nada. Puedes verlos mañana. Ven conmigo por la mañana. Iré a la oficina después del interrogatorio. Sé que te preocupa que pueda hacerles daño. No te preocupes. No les haré nada sin tu consentimiento».

Arianne se sintió incómoda, ya que él había visto a través de ella. Estaba preocupada. Sabiendo todo lo que había hecho, no lo tomaría por un cordero amable e inofensivo. Levantó en silencio a Aristóteles y le dio de comer para disimular la situación ligeramente tensa.

Mark se dio cuenta y le acarició el cabello con despreocupación, luego bajó la cabeza para burlarse de su hijo.

“Disfruta de la comida. Vete a dormir cuando termines. Pórtate bien esta noche, ¿Vale?”

Por la noche, Aristóteles no estaba tan animado como durante el día. Se quedó dormido después de saciarse. Arianne lo volvió a colocar con cuidado en la cama y lo cubrió con su manta. Al segundo siguiente, Mark le rodeó la cintura con el brazo.

Su cuerpo se puso flácido.

“Vete a la cama. Es tarde…», susurró ella.

Apretó su cuerpo contra el de ella y le respiró al oído, desprendiendo olor a alcohol.

“¿No tienes problemas para dormir? Ven aquí, quiero que…”.

Arianne dudó.

“Smore está aquí. Déjalo ya. Has bebido mucho…» Ella siempre se sentía ansiosa cuando él bebía.

La mano de Mark se deslizó ansiosamente dentro de su pijama.

“Está dormido. Además, es un bebé. ¿Qué va a saber? No he bebido tanto y seré suave. No lo despertaremos. ¿Debo contenerme cada vez que duerme aquí? Entonces prefiero que duerma en su propia habitación. Que se pase la noche berreando».

.

.

.