La pequeña novia del Señor Mu
Capítulo 1686

Capítulo 1686

:

Arianne salió de su aturdimiento cuando el coche de Henry estaba a punto de ponerse en marcha.

“¡Me apunto!»

Mark la miró con desprecio, sin decir nada.

Tomó asiento y se dirigió al hospital con ellos. Allí, empujaron a Shelly a la sala de urgencias y, unos instantes después, el médico de operaciones salió informando de que, aunque la hemorragia parecía copiosa, aún harían falta unas cuantas radiografías para confirmar cualquier daño interno importante.

Con la factura en la mano, Henry se alejó obedientemente para pagarla junto al mostrador, dejando sólo a Arianne y Mark esperando fuera del estudio de urgencias.

Sus miradas se enlazaron; estaban a pocos pasos el uno del otro, y sin embargo parecía que estuvieran a varios años luz de distancia. Estaba tan distante que Arianne no podía ni imaginar lo que podía estar gestándose en su mente.

De repente, Mark rompió el hechizo.

“¿Por qué estabas allí, en la Mansión Tremont?”

No había señales emocionales externas en su rostro. Nada que pudiéramos adivinar.

Arianne se sobresaltó.

“¿Estás… estás sugiriendo que no debería estar allí? ¿No se te ha ocurrido antes de preguntar que la Mansión Tremont fue mi hogar durante más de una década? Sólo me fui hace unos meses, Mark. Sólo hace un tiempo…”.

«No me refería a eso», la interrumpió Mark, con las cejas un poco fruncidas.

“Lo único que quiero saber es por qué estabas allí sola de repente. ¿Qué pasó antes de que yo llegara a casa? Me llamaste hace un rato… ¿Era para asegurarte de mi ausencia?”

Arianne inhaló profundamente.

“Entonces, ¿Qué imaginas que había pasado? Crees que la empujé por las escaleras, ¿No?”

El ceño de Mark se frunció. Sus ojos se clavaron en ella.

“De ninguna manera quise decir eso. De nuevo, lo único que quiero saber es qué ocurrió exactamente. Respóndeme como es debido, sin arrebatos emocionales injustificados. Por favor».

Arianne bajó la mirada. Cuando habló, su tono era tranquilo.

“Le preguntaba para ver si tenía algún truco más sucio contra mí, quería justicia para mí y para Robin. Desde el principio, ella fue mi principal sospechosa tras aquella debacle de plagio, y resultó que, de hecho, utilizó a un agente externo para enviar por correo electrónico mi diseño a McGinnis a través del ordenador de Robin. Todo este tiempo, ella sólo tenía un propósito singular, para alejarme de Tremont Enterprise, con Robin actuando como un involuntario chivo expiatorio. Así es, Mark; Robin era sólo su plan de escape. Asumió que yo dejaría de perseguirme automáticamente una vez que se descubriera el «papel» de Robin, para proteger a mi amigo. Pero yo creía en el carácter de Robin, y sé que ella nunca haría tal cosa. Por eso continué la investigación por mi cuenta».

Extrañamente, el ceño de Mark se frunció aún más.

“¿Quién fue?»

Arianne sabía exactamente a qué estaba aludiendo, pero le había prometido a Libby protegerla. Intimidar a la mujer en este momento sería, más o menos, algo desagradable.

Evitó la pregunta.

“No, esa no es la pregunta que deberías hacer. Fue una persona inocente a la que engañaron sin querer para convertirla en peón de Shelly, y no tengo intención de ir tras ella. Mis ojos están puestos en el verdadero cerebro, y ese no es otro que tu tía».

Henry volvió por fin. Mark lo tomó como una señal para traer a Shelly para la prueba de imagen de rayos X, y pronto, su resultado estaba fuera. El corte era superficial y sin daños.

Poco después, Shelly se despertó de la cama del hospital. Mark estaba ante ella cuando le preguntó: «¿Usaste a alguien como peón en un complot contra Arianne?”

La mujer en cuestión estaba de pie junto a la puerta, con los ojos clavados en Shelly. No iba a admitirlo, Arianne lo sabía, sin embargo, en el fondo, esperaba contra toda esperanza que Shelly decidiera dejar salir el gato del saco…

.

.

.