La pequeña novia del Señor Mu
Capítulo 1669

Capítulo 1669

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Mark estaba tan furioso que estaba a punto de explotar.

“¡Basta! Cálmate y escúchame. Sí, le he pagado algo de dinero, pero es el único método que tenemos para resolver esto en este momento. No importa quién plagió a quién, lo que tenemos que hacer ahora es limpiar nuestros nombres primero, y luego podremos investigar el asunto poco a poco. La única pista que tenemos para resolver este caso es con James, sin embargo, él niega que él es el que ha plagiado su trabajo.

Además, no tenemos ninguna prueba que usar contra él, así que ¿Qué se supone que debemos hacer aparte de neutralizar la situación por ahora? Sé lo que hago y tengo un plan para resolver esto, así que no me causes más problemas y vuelve al trabajo, por favor».

Arianne quiso decir algo, pero se detuvo. No aprobaba el método de Mark de resolver el asunto con dinero. Había literalmente cero diferencia entre sus diseños y los de James, así que se confirmó que James había plagiado su trabajo.

¿Cómo plagió mi diseño? Según la actitud de Mark, ¿Realmente este asunto no tenía nada que ver con Shelly? En ese caso, ¿Quién podía ser el verdadero culpable?

De repente, Mark se acordó de algo y le recordó a Arianne: «Por cierto, deberías guardar tus diseños inacabados en un lugar seguro para que nadie más pueda verlos. Tienes que tener cuidado, aunque sean tus propios colegas, así no te surgirán tantos problemas».

Arianne refutó mientras decía: «No es que no guardara bien los diseños. De hecho, los guardaba bajo llave en el cajón de mi escritorio. Sin embargo, esa mañana tenía que llevar a Smore al hospital, pero quería que Sylvain también me ayudara a echar un vistazo a los diseños, así que le pedí que los sacara. Sólo los había sacado un momento, ¿Quién más podía haberlos visto aparte de Sylvain y tu tía?”

La expresión de Mark cambió de repente al oír lo que Arianne había dicho.

“¿Estás diciendo… que el tiempo que Sylvain tardó en echar un vistazo fue el único momento en que alguien más tendría la oportunidad de verlo?”

Arianne dijo con firmeza: «¡Sí, estoy segura! De ninguna manera plagiaría el trabajo de James, sino al revés. En cuanto a cómo se las arregló para conseguir mi diseño, no estoy segura. Sólo quería que no malgastaras tu dinero cuando claramente no hay necesidad de hacerlo, pero si no quieres que interfiera en este asunto, haré lo que me pide. Como quieras, entonces».

Mark hizo un gesto con la mano y no hizo ningún comentario, pero Arianne pudo darse cuenta de que sabía claramente lo que tenía que hacer. Por lo tanto, se dio la vuelta y salió de su despacho para no molestarle más.

Aquella noche, cuando Mark condujo hasta su casa en la Mansión Tremont, se quedó un rato en el coche antes de entrar en su casa, como de costumbre.

Sabía que, en cuanto entrara por la puerta, iba a haber otra discusión a la que tendría que enfrentarse.

Shelly ya había pedido a la cocina que preparara una suntuosa cena.

“Mark, deberías ir a darte una ducha ahora. La cena estará lista pronto. Date prisa, hoy he preparado todos tus platos favoritos».

Mark no contestó y se limitó a subir las escaleras, con aspecto malhumorado. No dejaba de pensar en cómo iba a empezar a hablar del asunto cuando ya había interrogado a Shelly con anterioridad.

No creía que Shelly estuviera detrás del asunto, pero ahora que Arianne había dicho eso, Shelly parecía ser sospechosa de nuevo…

Cuando Mark bajó a cenar, Shelly siguió hablándole de asuntos triviales de la casa. Ya estaba acostumbrada al silencio de Mark desde hacía tiempo, así que siguió hablando sin darse cuenta de la expresión que tenía en la cara.

De repente, Mark interrumpió a Shelly y le dijo: «Lo he comprobado, pero sólo tú y Sylvain han visto los diseños. Además, ya he interrogado a Sylvain y no es él…».

La cara de Shelly se congeló.

“Tú… ¿Quieres decir que soy la única que podría haberlo hecho? Mark, piénsalo, ¿Por qué iba a hacerlo? Odio a Arianne y deseo echarla de Tremont Enterprise, pero hacerlo tampoco sería beneficioso para Tremont Enterprise.

Dicho esto, ¿Vas a sospechar de mí sólo porque tienes dos opciones? En tu corazón, ¿No soy nada en comparación con Arianne? ¿No soy nada en comparación con Sylvain, que es un verdadero forastero? Soy tu madre, ¿Hasta dónde podría llegar y hacerte daño?”

Aunque la defensa de Shelly era sólida y no sería lógico que ella fuera la culpable, Mark no volvería a creerla fácilmente desde que le había mentido anteriormente.

Mark bajó los ojos y miró la comida que tenía delante. Sus finos dedos seguían golpeando la mesa sin hacer nada más. De hecho, estaba tan callado que resultaba inquietante.

“Quiero creerte, pero los hechos están ahí. Si realmente lo hiciste, admítelo ahora».

Si lo admite, si promete que no volverá a hacer algo así, yo… podría dejarla libre como pago por todo lo que le debo como madre.

Shelly se mordió el labio como si estuviera haciendo todo lo posible por contener las lágrimas en sus ojos, que ya se estaban poniendo rojos. Tardó un momento antes de decir con voz temblorosa: «Está bien si los demás se niegan a creerme, pero si tú tampoco me crees… sí, Arianne es el amor de tu vida, así que creerías todo lo que dice. Admito que no puedo compararme con ella, ya que me he visto obligada a mantenerme alejada de ti durante todos estos años, pero ¿Cómo voy a admitir algo que no he hecho? Sabía que no debía haber tocado sus cosas, sabía que ni siquiera debía haberla mirado un momento más…”.

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